La familia de Priscila Leguiza Lafuente, la niña de siete años cuyo cuerpo fue incinerado y luego arrojado en un arroyo de la localidad bonaerense de Berazategui en 2014, adelantó que pedirá que se condene a reclusión perpetua a la madre de la víctima y a su pareja, ambos acusados del crimen.
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La familia de Priscila Leguiza Lafuente, la niña de siete años cuyo cuerpo fue incinerado y luego arrojado en un arroyo de la localidad bonaerense de Berazategui en 2014, adelantó que pedirá que se condene a reclusión perpetua a la madre de la víctima y a su pareja, ambos acusados del crimen.
Silvana Lafuente (37) y Pablo Verón Bisconti (35) son juzgados por el Tribunal Oral Criminal (TOC) 5 de Quilmes desde el 26 de febrero y en la jornada de ayer estaban previstos los alegatos de las partes, que estaban demorados, informaron fuentes judiciales.
"Vamos a pedir reclusión perpetua y la accesoria por tiempo indeterminado para los dos, son unas bestias, unos salvajes, golpearon a la nena con un caño o trompadas", sostuvo antes de la audiencia el abogado Julio Torrada, que representa a Gabriel Leguiza, padre de la nena.
Según el letrado, ambos "estaban plenamente conscientes de lo que hacían, planearon y proyectaron lo que hicieron" y en ese sentido "no pueden pedir la inimputabilidad".
Torrada recordó que a Priscila "la quemaron en una parrilla dos horas y media, según dijeron dos hermanos (de la víctima) en cámara Gesell" y lo hicieron "en un 70 por ciento por consejo de un pastor", al que identificó como Santos Doroteo Lezcano y de quien tiene previsto pedir la detención por ser partícipe del hecho.
El abogado hizo hincapié en que a la niña "la metieron en un cochecito y la tiraron en el río" y al otro día ambos imputados "hicieron una falsa denuncia de que la nena se había ausentado, participaron del rastrillaje y hasta lloraron en la morgue cuando encontraron el cuerpo".
Por su parte, Gabriel Leguiza, el padre de la víctima, dijo al canal C5N que a su hija la mataron porque no le decía "mamá" a Lafuente, ya que había vivido con él y su pareja desde el año y medio hasta poco antes de que la mataran.
"La nena fue criada por mi pareja actual, le decía mamá, no se identificaba con la madre. Vivió dos meses con ellos y en dos meses me la mataron", se lamentó el hombre, quien destacó que "se ensañaban con golpes y maltratos" con la nena "porque no le decía mamá".
El hecho se conoció el 4 de enero de 2014, cuando Lafuente denunció ante la policía la desaparición de su hija, de quien dijo que la había visto por última vez el primer día de ese año.
El cadáver de Priscila fue hallado el 7 de enero entre los pastizales y arbustos del arroyo Las Conchillas, en el límite entre Berazategui y Hudson.
Tanto la madre como el padrastro de la niña quedaron detenidos el mismo día del hallazgo del cuerpo y durante el juicio el hombre responsabilizó a su pareja de haber matado a la niña.
Además, dijo que su pareja tenía problemas de adicción a las drogas y que lo obligó a trasladar el cadáver al arroyo para arrojarlo.
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