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Argentina y la penosa imagen ante Venezuela

Hubo un descalabro estratégico y estructural que ni siquiera la presencia de Lionel Messi pudo hacer cambiar el rumbo.

Domingo, 24 de marzo de 2019 01:03

Mucho peor que tener una sola idea es tener muchas y no saber cómo llevarlas a la práctica o, peor, meterlas a todas en una ensalada indigerible: he ahí el nudo de la cuestión entre Lionel Scaloni y su Selección Nacional experimental, la que el viernes dejó una penosa imagen en el "Wanda Metropolitano" de Madrid, en la derrota ante Venezuela por 3-1.

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Mucho peor que tener una sola idea es tener muchas y no saber cómo llevarlas a la práctica o, peor, meterlas a todas en una ensalada indigerible: he ahí el nudo de la cuestión entre Lionel Scaloni y su Selección Nacional experimental, la que el viernes dejó una penosa imagen en el "Wanda Metropolitano" de Madrid, en la derrota ante Venezuela por 3-1.

Ni un Lionel Messi que jugó un gran primer tiempo, un aceptable segundo tiempo y que al cabo fue el puntaje más alto, y por diferencia, alcanzó a disimular el profundo descalabro estratégico y estructural.

A decir de Scaloni, no hubo problemas de sistema, pero sí de actitud, con lo cual, a buen entendedor, pocas palabras: la plena responsabilidad de lo sucedido correspondió a los jugadores.

Una verdad a medias, o una falacia, lo mismo da: hubo errores estrictamente individuales, como el del primer gol venezolano o el de la infracción evitable, pueril, de Juan Foyth, que derivó en el tercero, pero deslizar siquiera que Argentina fue un equipo apenas lesionado por un puñado de errores con nombres propios supone un verdadero insulto a la inteligencia.

Un insulto a los muy entendedores, a los más o menos entendedores y a los entendedores del ciclo básico.

No será indispensable demasiada cátedra ni perspicacia para deducir que salvo algunos tramos, fragmentos de fragmentos, a veces menos por juego que por arrebato emocional y las más por el don impregnador de Messi, la Selección no alcanzó siquiera la dimensión de un equipo.

Fue, más bien, la negación de un equipo.

Y eso, pese a que se la pasó como bola sin manija de módulo en módulo: tres en el fondo, cinco, cuatro.

Sin medio campo, sin un jugador de quite y contención hecho y derecho, sin sincronía entre las líneas, sin compromiso ni asociación para ir y para volver, competir en el primer nivel se vuelve arduo y tortuoso, incluso con un rival de materia prima austera, como Venezuela.

El autor del segundo gol, John Murillo, está yéndose al descenso en la liga de Portugal, con el Tondela; y el defensor Mikel Villanueva está yéndose a tercera división con el Gimnastic de Tarragona: no más preguntas, señor juez.

Demasiado pretencioso, Scaloni; demasiado brumoso, Scaloni, desde el momento que pese a las continuas volteretas de nombres y de sistemas (por más que a él la sola palabra sistema le dé comezón), en 90 minutos no hubo por dónde agarrarse para decir "ahá, busca que el equipo juegue así, así y así".

Así planteado el panorama, el martes, en Tánger, y ya sin Messi, el partido con Marruecos estará por lo menos un escalón arriba de lo que en otras circunstancias podría ser un amistoso más, una obligación protocolar e insustancial. Y no es que ni Scaloni ni su Selección deban dar señales de Naranja Mecánica, desde luego que no, pero por lo menos sí un mínimo puñetazo en la mesa, un esbozo, un croquis, una rebeldía, algo, el mínimo y vital y móvil de una petición de respeto.

Regresó a Barcelona

SE FUE / MESSI SÓLO JUGÓ UN AMISTOSO CON EL SELECCIONADO.

El capitán del seleccionado argentino, Lionel Messi, dejó ayer el plantel que permanece concentrado en Madrid y regresó a Barcelona después de concretar este viernes su vuelta al combinado nacional en la derrota ante Venezuela (1-3) en el estadio “Wanda Metropolitano”.
El astro abandonó el hotel Eurostars Madrid Tower minutos antes del mediodía para dirigirse al aeropuerto de Barajas, donde lo esperaba un avión privado para llevarlo a su ciudad de residencia.
Messi volvió a vestir la camiseta “albiceleste” 265 días después de su último partido, que había sido la eliminación ante Francia (4-3) en los octavos de final del Mundial de Rusia. Si bien estaba previsto que jugara sólo el primer partido de la gira, la salida del rosarino también fue justificada por una molestia en el pubis, que fue informada ayer por la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y ratificada ayer por su club, Barcelona. Messi deberá recuperarse de esa dolencia para retomar la competencia del conjunto catalán en la Liga de España, que lidera con diez puntos de ventaja sobre Atlético de Madrid.
Barcelona jugará el próximo sábado ante Espanyol y ya en abril encarará partidos de Liga ante Villarreal y Atlético de Madrid y frente a Manchester United de Inglaterra (miércoles 10) en la ida de una llave de cuartos de final de la “champions”. El seleccionado argentino, por su parte, volvió a entrenarse ayer en el predio de Valdebebas, propiedad del Real Madrid.

Martino debutó en México

El argentino Gerardo “Tata” Martino debutó exitosamente como DT del seleccionado de México, que superó a Chile por 3-1 en un amistoso jugado en San Diego, Estados Unidos.
Los goles del “tri” fueron anotados por Raúl Jiménez, Héctor Moreno e Hirving Lozano, mientras que para los chilenos dirigidos por el colombiano Reinaldo Rueda descontó Nicolás Castillo, según consignó la agencia EFE.
Martino, de 56 años y exentrenador de Argentina (perdió dos finales de la Copa América precisamente ante Chile, en 2015 y 2016) comenzó bien su tarea al frente de un seleccionado que se prepara para jugar la Copa de Oro en junio próximo, y más adelante las Eliminatorias para el Mundial de Qatar 2022.
Chile, por su parte, dirigido por el colombiano Reinaldo Rueda, se apresta para jugar la Copa América en Brasil, en junio próximo.
En el seleccionado chileno fueron titulares el arquero Gabriel Arias y el lateral izquierdo Eugenio Mena, ambos de Racing Club, y en el segundo tiempo ingresó Gonzalo Jara, de Estudiantes de La Plata.
A continuación detallamos la síntesis del encuentro.
México: Guillermo Ochoa; Luis Rodríguez, Carlos Salcedo, Héctor Moreno y Jesús Gallardo; Carlos Rodríguez (luego Miguel Layún), Édson Álvarez, Andrés Guardado (Erick Gutiérrez) y Rodolfo Pizarro (Luis Montes); Raúl Jiménez (Javier Hernández) y Hirving Lozano (Diego Lainez). DT: Gerardo Martino.
Chile: Gabriel Arias; Mauricio Isla, Guillermo Maripán, Gary Medel y Eugenio Mena (Óscar Opazo); Erick Pulgar, Charles Aránguiz, Arturo Vidal y Pedro Hernández (Felipe Mora); Nicolás Castillo e Iván Morales (Gonzalo Jara). DT: Reinaldo Rueda.
Goles en el segundo tiempo: 7m. Raúl Jiménez (M); 18m. Héctor Moreno (M); 20m. Hirving Lozano (M) y 26m. Nicolás Castillo (CH):
Árbitro: Ted Unjel, de EEUU.
Por su parte, Brasil sólo empató uno a uno con Panamá.
Paqueta abrió la cuenta, empatando Machado para los caribeños.