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Francisco señaló que el alimento no es una propiedad privada

Es una necesidad, "una súplica que surge de la misma existencia humana, con sus problemas concretos".

Jueves, 28 de marzo de 2019 01:03

"El alimento no es propiedad privada - metámonos esto en la cabeza - el alimento no es propiedad privada, sino providencia para ser compartida, con la gracia de Dios".

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"El alimento no es propiedad privada - metámonos esto en la cabeza - el alimento no es propiedad privada, sino providencia para ser compartida, con la gracia de Dios".

"No somos criaturas autosuficientes", y que "necesitamos nutrirnos todos los días", exclamó el Pontífice.

En la catequesis de este miércoles el Papa Francisco dio inicio a sus reflexiones en torno a la segunda parte de la oración del Padrenuestro.

"La primera es la del pan, que significa lo necesario para la vida: alimento, agua, casa, medicinas, trabajo. Es una súplica que surge de la misma existencia humana, con sus problemas concretos y cotidianos, que pone en evidencia lo que a veces olvidamos: que no somos autosuficientes, sino que dependemos de la bondad de Dios", expresó.

El Pontífice señaló que este "pedido urgente" que hacemos a Dios Padre, "muy parecido al de un mendigo", proviene de una evidencia que a menudo olvidamos, a saber, "que no somos criaturas autosuficientes, y que necesitamos nutrirnos todos los días". "Cuántas madres y padres, aún hoy, van a dormir con el tormento de no tener suficiente pan para sus hijos al día siguiente!", exclamó el Papa; e invitó a imaginar esta oración recitada "no en la seguridad de un apartamento cómodo, sino en la precariedad de una habitación en la que uno se adapta, donde falta lo necesario para vivir".

En este contexto, "las palabras de Jesús asumen una nueva fuerza", dijo, porque la oración "no es un ejercicio para ascetas", sino que "parte de la realidad, del corazón y de la carne de las personas que viven en necesidad, o que comparten la condición de quien no tiene lo necesario para vivir".

Hablando del milagro de la multiplicación del pan realizado por Jesús, el Papa señaló que el Maestro multiplicó "el gesto de generosidad del muchacho que estaba dispuesto a compartir su provisión, los cinco panes y dos peces".

Hablando en italiano el Papa Francisco llamó a estar bien atentos al pedido que hacemos a Dios: "el pan que el cristiano pide en la oración no es mi pan es nuestro pan. Así es como Jesús lo quiere‘, aseveró. Él "nos enseña a pedirlo no sólo para nosotros mismos, sino para la entera fraternidad del mundo". Esto porque "en mi hambre siento el hambre de las multitudes". Como aquel de los niños hambrientos en los países en guerra, en los países donde "no hay pan", en quienes Francisco insta a pensar.

Al saludar a los peregrinos de lengua española, les animó a pedirle al Señor "que no nos haga faltar nuestro pan cotidiano, y nos ayude a comprender que este no es una propiedad privada sino, ayudados por su gracia, es providencia para compartir y oportunidad para salir al encuentro de los demás, especialmente de los pobres y necesitados".

Mientras que al final de la Audiencia, entregó un homenaje a la hermana María Concetta Esu, de 85 años, italiana misionera en África, a quien conociera durante su visita a Bangui: "Con este gesto dedicado a ti -le dijo- quiero expresar mi gratitud también a todos los misioneros, sacerdotes, religiosos y laicos, que siembran la semilla del Reino de Dios en todas partes del mundo".

 

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