La proliferación de las noticias falsas a través de las redes sociales, sobre todo sistemas de mensajería instantánea están cada vez más al orden del día, más aún en tiempos de campaña electoral.
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La proliferación de las noticias falsas a través de las redes sociales, sobre todo sistemas de mensajería instantánea están cada vez más al orden del día, más aún en tiempos de campaña electoral.
Tan determinantes pueden ser en la opinión pública, que en los Estados Unidos adjudican a la divulgación de las denominadas “fake news” a través de las redes sociales como uno de los factores de la derrota electoral de Hillary Clinton frente a Donald Trump en 2016.
Las noticias falsas en combinación de los denominados “trolls”, usuarios de redes sociales que publican mensajes o información escudándose en seudónimos o identidades falsas, formaron un peligroso cocktail que llevaron a medios de comunicación de todo el mundo a trabajar en una batalla que continúa, donde la credibilidad es un factor determinante que está en juego.
A nivel nacional la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas, y a nivel regional la Sociedad Interamericana de Prensa, impulsan permanentes campañas, muchas de ellas asociadas con Google y Facebook, en la búsqueda de disminuir el alcance y el impacto que pueden tener este tipo contenidos. En ese marco, la red social de Mark Zuckerberg incluyó a fines del año pasado un botón de contexto de “ayuda” en las publicaciones de algunos medios de noticias, lo que combinado a la verificación con el “tilde azul” sirve de garantía y respaldo para los medios tradicionales.
Pero el fondo de la cuestión está en la audiencia, en los usuarios de las redes sociales, que “inocentemente” comparten la información desconociendo si es o no verdadera. Es allí donde hay que enfocar la atención, promover medidas tendientes a identificar en simples pasos una “fake news”.
Facebook dispone de un documento, una guía, con esa finalidad y que desafortunadamente es desconocida por muchos de sus usuarios, si no es la gran mayoría. Allí recomiendan “dudar de los títulos”, chequear la dirección URL, investigar la fuente, el formato utilizado y errores de redacción y ortografía, al tiempo que prestar atención a las fotografías y el contenido multimedia; como así también verificar la fuente y que la noticia aparezca en medios “oficiales”.
En los tiempos que corren es importante tener en cuenta estas medidas y estar preparados para una campaña que ya empezó a levantar temperatura en las redes sociales.