Diversas familias de la ciudad realizan el tradicional martes de chaya para agradecer por los bienes adquiridos durante el año y además como última celebridad de estos cuatro días, poniéndole el punto final al Carnaval en esta edición 2019.
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Diversas familias de la ciudad realizan el tradicional martes de chaya para agradecer por los bienes adquiridos durante el año y además como última celebridad de estos cuatro días, poniéndole el punto final al Carnaval en esta edición 2019.
Como es costumbre año a año, se ven por las calles de la ciudad distintas familias celebrando este día con la famosa “chayada” de los autos y de las cosas que adquirieron a lo largo de todo el año enflorando los mismos con serpentina, papel picado, albahaca, bebidas, bombuchas, talco y lo más importante el incienso para sahumar sus pertenencias.
Cabe destacar que en la provincia cada familia posee tradiciones distintas debido a las raíces y las costumbres de sus antepasados, las cuales siguen respetando y que conlleva a que podamos visibilizar la realización del ritual de diferente manera en cada familia y en cada casa.
En la oportunidad, El Tribuno de Jujuy visitó a la familia Caigüara en el barrio Mariano Moreno quienes amablemente nos abrieron las puertas de su casa y nos hicieron participe del ritual.
Esta familia, proveniente del vecino país de Bolivia, tiene la particularidad de quemar las cosas como modo de agradecimiento a la “Pacha”.
“Es una costumbre de nuestros ancestros de Bolivia el quemar todo los que nos brinda en agradecimiento” expresó Neli Tolaba madre de casa y encargada del ritual de la familia quien además nos comentó que “la chaya es en agradecimiento a la abundancia que nos da la pacha. La salud principalmente, el amor, cariño y el trabajo que es lo que todos necesitamos. Le pedimos que por sobre todas las cosas seamos gente buena y que nos sepamos entender”.
“A diferencia de otras familias que dan de comer, nosotros quemamos todo lo que la tierra nos brinda en modo de agradecimiento. Primero prendemos el fuego, quemamos frutas, golosinas, hojas de coca, cigarrillos, le tiramos bebidas típicas y después empezamos a donar todo tipo de comida que nos servimos en el año” explicó Tolaba.
Por otra parte Jaime Caigüara, propietario de la casa, también se sumó al ritual enflorando a su nueva camioneta adquirida en este año y expresó “Además de la camioneta también sahumamos toda la casa con los ´yuyos´ que produce la tierra. Luego de esto esperaremos hasta agosto que es el mes en el cual se vuelve a abrir la tierra para hacer la segunda chaya”.
Por otra parte la familia Suárez, también del mismo barrio, se encontraba realizando la chaya de tres vehículos en las afueras de su hogar y Victoria Suárez, integrante de la familia, mencionó que a la chaya “viene de hace años pasando esta tradición de generación en generación“.
“Hacemos todo esto con mucha fe en modo agradecimiento y también para pedir que el año siguiente sea mucho mejor y obtener más frutos”, indicó Suárez quien además aseguró que todos los años comparten este día con la familia y amigos para generar “buenas vibras”.
Por último y tras un relevamiento en los precios de los elementos que se utilizan para este martes de chaya, una de las vendedoras que se apostaron en las inmediaciones de la vieja terminal nos comentó que las cosas típicas para este día rondan entre los 20 y los 30 pesos. Además también comentó que lo que más llevaba la gente eran papel picado, serpentina, mirra, albahaca, incienso, incienso negro y los sahumerios tradicionales los cuales cuentan con copal, incienso, mirra, billetes, autos y casas en miniatura preparados para ser prendidos con fuego y sahumar.
Con respecto a esto la vendedora aclaró “son todos precios económicos y también tenemos variedad para que la gente tenga opciones”.