Todavía gobernaba en Argentina el gobierno de facto del llamado "proceso de reorganización nacional". Pero se vislumbraba que la democracia no tardaría en llegar. La presión crecía día a día, y aunque nada hacía imaginar la tragedia de Malvinas, (que asestaría el golpe de knock out a los militares), los hombres de la república ya se preparaban para recuperar el país. Don Roberto Romero, político de raza, militante y referente del peronismo y del periodismo en Salta, (imposible disociarlos) era uno de ellos. Desde el PJ llegaría luego a ser gobernador de su provincia. Desde el periodismo, junto a un grupo de empresarios jujeños convencidos que la provincia estaba madura para recibir un diario nuevo, diseñó el proyecto de El Tribuno de Jujuy. Todo había comenzado en enero de 1980, con una tarde de café en una sencilla casa de periodistas de Palpalá. Pedro y Brunilda ("La Tusca") Ballatore, amigos personales de don RR, como lo llamaban cariñosamente sus empleados, lo habían recibido en enero para conversar de armar una gran corresponsalía que alimentase de noticias jujeños a un diario que pretendía ser regional. El proyecto se salió de cauce, felizmente, y surgió, en abril, del mismo año, El Tribuno de Jujuy.
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Todavía gobernaba en Argentina el gobierno de facto del llamado "proceso de reorganización nacional". Pero se vislumbraba que la democracia no tardaría en llegar. La presión crecía día a día, y aunque nada hacía imaginar la tragedia de Malvinas, (que asestaría el golpe de knock out a los militares), los hombres de la república ya se preparaban para recuperar el país. Don Roberto Romero, político de raza, militante y referente del peronismo y del periodismo en Salta, (imposible disociarlos) era uno de ellos. Desde el PJ llegaría luego a ser gobernador de su provincia. Desde el periodismo, junto a un grupo de empresarios jujeños convencidos que la provincia estaba madura para recibir un diario nuevo, diseñó el proyecto de El Tribuno de Jujuy. Todo había comenzado en enero de 1980, con una tarde de café en una sencilla casa de periodistas de Palpalá. Pedro y Brunilda ("La Tusca") Ballatore, amigos personales de don RR, como lo llamaban cariñosamente sus empleados, lo habían recibido en enero para conversar de armar una gran corresponsalía que alimentase de noticias jujeños a un diario que pretendía ser regional. El proyecto se salió de cauce, felizmente, y surgió, en abril, del mismo año, El Tribuno de Jujuy.
Y ese 19, coincidiendo con el aniversario de San Salvador de Jujuy, nuestro diario vio la luz una soleada mañana de otoño. Fue bautizado con el primer grito de un canillita madrugador. Y creció en la calle, nutriéndose las noticias, los rumores, las versiones; y en los despachos oficiales, capturando voces importantes; en las canchas de deportes, entre gritos de tribuna y desvelos de dirigentes; y en largas esperas ante las puertas de los jueces; y en amenas tertulias con vecinos; y entre aplausos y vivas, rodeando escenarios y acontecimientos y fiestas populares. Y -por supuesto- en medio de los gritos de comités y unidades básicas y reductos de la política vernácula. El Tribuno de Jujuy se instaló en calle Belgrano 650, y nunca dejó la calle principal de la ciudad. Luego hizo historia en la vieja casona de Belgrano 306, y finalmente estrenó su magnífico edificio propio de ocho pisos en Belgrano 246, donde hoy además, funcionan su diario digital y las dos emisoras de radio (Jujuy FM y FM Sol) que integran el Grupo Tribuno.
Su primera directora fue una mujer, doña Emma Bárcena de Gronda, empresaria ajena al periodismo, que a poco de transitar sus senderos se apasionó de tal forma que terminó distinguiéndose como una notable referente de la prensa escrita. Con el tiempo, asumió la conducción el productor tabacalero Atilio Manuel (Pichín) Solá, también neófito en periodismo. Pero como todos, terminó siendo un vehemente empresario de medios. Su prematura muerte terminó con su prolífica existencia. Y ya en 1994, asumió la dirección ejecutiva, Rubén Rivarola. Otro empresario de rubros totalmente diferentes al periodismo, que terminó haciendo de El Tribuno de Jujuy el diario líder de la región y la nave insignia de un multimedio que crece día a día.
Como en 1980, bajo la inspiración de RR (don Roberto Romero) en 2019, bajo la conducción de RR (don Rubén Rivarola) una grata coincidencia del destino, El Tribuno de Jujuy sigue teniendo la impronta de ser una empresa moderna, diferente, en la que el profesionalismo de sus integrantes, la sensibilidad social, el expreso compromiso político con la gente, siguen siendo las banderas de un periodismo al servicio de la Provincia. Hoy, sin estridencias, pero con la celebración en el alma de cada integrante del diario, de los que estamos hoy y los que se fueron pero siempre están, y como todos los días, El Tribuno de Jujuy deja atrás 39 años de trabajo intenso, de momentos difíciles y de gratos jalones. Desde las históricas Olivettis hasta el vértigo digital, hoy entramos en la cuarta década de vida. Nuestro diario, es un joven periodista, un señor de cuatro décadas que seguirá creciendo sin envejecer jamás. Es el mandato del periodismo.