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Insumos en dólares para pequeños productores

Les preocupa la suba de los agroquímicos y del arriendo, además del costo bajo en el que deben comercializar.
Martes, 02 de abril de 2019 01:02

Pequeños productores de diferentes regiones de la provincia coincidieron en que el incremento constante del dólar incide en que se eleve el costo de las semillas, fungicidas, abono, fertilizantes y otros agroquímicos. También los afectan la baja de utilidades ante el menor consumo, los intermediarios y el incremento del precio del arriendo.

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Pequeños productores de diferentes regiones de la provincia coincidieron en que el incremento constante del dólar incide en que se eleve el costo de las semillas, fungicidas, abono, fertilizantes y otros agroquímicos. También los afectan la baja de utilidades ante el menor consumo, los intermediarios y el incremento del precio del arriendo.

El campo no escapa a la situación económica. A algunos de los pequeños productores ya no les alcanza para vivir, y hay quienes deben recurrir a otros empleos entre lapsos de producción.

"Viene cada vez más difícil para los productores. Para aquellos que están sobre la ruta 9 encarece mucho la compra de insumos, semillas, y el servicio de arado, se pone muy pesado, en algunos casos el productor apenas recupera lo que gasta. A eso hay que sumarle que los intermediarios le ponen precios bajísimos, así que la situación está difícil", explicó Donato Gutiérrez, de la Unión de Pequeños Productores Aborígenes de Jujuy y Salta.

La organización nuclea a 23 comunidades de los departamentos de Humahuaca, Valle Grande e incluye Coranzulí, abarcando 600 familias. Ellos facilitan el punto de venta, ferias campesinas de esta capital y otras zonas aportando el transporte. Gutiérrez sostuvo que otro de los temores respecto a esta situación es la posible quita de técnicos de Inta y de la Secretaría de Agricultura Familiar, quienes los asisten en investigación, soluciones y maquinarias para cultivos trabajosos, por lo que estimó que si se les quita la posibilidad de acceder a esta asistencia les será "imposible sobrevivir" porque no podrían costear ese servicio.

Otro de los factores que preocupa a productores de distintas localidades de la provincia es el incremento del arriendo, ya que la mayoría de ellos no son propietarios.

También les aqueja la poca rentabilidad que están obteniendo debido a los factores mencionados, sumados al bajo costo que pagan los intermediarios. Supone una brecha grande entre el precio de venta tras la cosecha, y el que llega a la venta minorista en mercados. Sin embargo, en ello se suman iniciativas de venta directa a través de ferias campesinas.

"Se vende pero a los precios que ofrecen los intermediarios, que son los que mayor cantidad llevan; son muy bajos. Por ejemplo la lechuga tuvo un repunte pero después volvió a bajar, lo que se mantuvo fue la zanahoria y los otros cultivos no, están muy bajos, llegan a recuperar la inversión y en algunos casos productores que no aplican muchos agroquímicos, andan un poquito mejor", precisó Gutiérrez.

La dificultad en la compra de insumos es la principal preocupación de los pequeños productores por el constante crecimiento del precio de los insumos, agroquímicos que suelen utilizar para el manejo de plagas, además de las semillas.

"La recesión económica y la inflación impacta a todos, mucho más a nosotros los pequeños productores, porque los insumos que compramos son a precio dólar, la mayoría son de laboratorios extranjeros", precisó Nelson Castillo, coordinador provincial del Movimiento Campesino Indígena Pucará, que integran varias entidades, cooperativas y asociaciones de productores.

Algo que también genera preocupación en muchos pequeños productores de varias regiones de la provincia es el crecimiento del precio de los arriendos, debido a que se estima que el 90 % de ellos no son propietarios.

El arriendo llega a 120 mil pesos anuales por hectárea. Por mes de 11 mil subió a 14.800 mensual en algunas zonas. Es por eso que algunos deben conseguir trabajo para mantenerse hasta la próxima cosecha.

También influye la baja de la demanda debido a un cambio de consumo ya que observan que la gente ya no compra en cantidad sino más fragmentado y redondeando los montos; lo cual se suma al bajo precio en que deben vender a intermediarios. Mientras que algunos tratan de superar eso integrando las ferias campesinas que se vienen constituyendo en esta capital y otras regiones de la provincia, que les permite mejorar la recaudación por venta.

Las ferias campesinas

La generación de ferias campesinas parece haberse convertido en una buena opción para mejorar la comercialización de la producción agrícola y las ganancias, cuya brecha suele ser amplia, y que en muchos casos sólo permite compensar los gastos, y hasta algunos deben buscar otra ocupación laboral para cubrir sus necesidades.

La coordinación del Movimiento Indígena Pucará, que integran cooperativas, comunidades originarias y de productores, coordinando y haciendo logística crearon ferias en San Pedro, Humahuaca y Palma Sola, y aún no lograron ferias en La Quiaca y Abra Pampa.

En esta capital se encuentran en el polideportivo del barrio Kennedy, los sábados de 7 a 15; otro en barrio Santa Rita, los jueves de 9 a 21, en la esquina de calle Mejías y San Luis, con 40 productores cada uno además de sus familias. 

Prevén inaugurar otra feria el 12 de este mes, ya que por la temporada comenzarán a salir las producciones de la zona denominada Ramal.

Estimó que las ferias son una alternativa, que se suma a la del intermediario, porque antes se le entregaba a estos últimos toda la producción. 

Luego experimentaron con la venta puerta a puerta y bolsones pero se quedaron con las ferias, porque los productores no pueden esperar los canales de comercialización que en algunos casos tardan entre 30 y 60 días para el pago.

En otra zona de producción de flores y hortalizas sólo venden a los intermediarios porque no cuentan con vehículos, y debido a que son de corto plazo para recuperar lo invertido se ven obligados a venderla.

La brecha en los precios 

Uno de los factores que suman a la mala situación de los pequeños productores es el bajo precio que pagan los intermediarios por los productos, hortalizas y tubérculos, y que para muchos les permite cubrir los gastos con reducidas ganancias. Algunos buscan mejorar esa diferencia participando de las ferias campesinas del productor al consumidor.

Donato Gutiérrez, de la Unión de Pequeños Productores Aborígenes de Jujuy y Salta, detalló a modo de ejemplo que el productor vende un atado de zanahorias a 15 pesos, y cuando llega al mercado se consigue entre 35 y 40 pesos.

Otro ejemplo brindado por otro productor es el de la lechuga, que actualmente se vende a 80 pesos la jaula, y que al consumidor llega a 45 pesos la planta.

El choclo de la Quebrada los venden a 180 pesos la docena en las ferias, cuando el productor los comercializa a 120; mientras que la papa lo hacen a 30 pesos el kilo y al consumidor llega a 50 pesos.

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