La experiencia de pequeños productores jujeños de distintas regiones tiene en común la dificultad de subsistir con sus producciones por los altos costos para hacerlo, y que debido al tipo de cultivo deben planificar para evitar perder la producción. Los costos en insumos y la comercialización a bajo precio los tienen en jaque, y algunos deben apelar a otros trabajos.
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La experiencia de pequeños productores jujeños de distintas regiones tiene en común la dificultad de subsistir con sus producciones por los altos costos para hacerlo, y que debido al tipo de cultivo deben planificar para evitar perder la producción. Los costos en insumos y la comercialización a bajo precio los tienen en jaque, y algunos deben apelar a otros trabajos.
"No sé si vamos a poder comprar los insumos para poder sembrar de vuelta, ya hemos venido mermando la siembra", precisó preocupada Inocencia Tejerina, productora de Humahuaca. "Nosotros al dólar ni lo conocemos, pero nos manejan por el dólar porque vamos a comprar y nos dicen el dólar subió", agregó dando cuenta de los condicionamientos en la producción. Dijo que si bien cuentan con la feria campesina, se ven obligados a vender a menor precio para poder bajar sus productos a esta capital.
Aunque tiene su propiedad explicó que sus pares están más afectados porque deben arrendar, y algunos evitan sembrar productos como papa o quinua por hortalizas que llevan menos tiempo. Los que apuestan por quinua y papa venden en dos etapas y algunas en seco.
Otra dificultad son las lluvias que afectan al tapar canales de riego, y eso hace que deban contratar gente que incrementa los costos. Planteó que las zonas que utilizan más agroquímicos están más perjudicadas.
Por su parte, Patricia Cruz de una cooperativa de floricultores de Maimará con 22 productores que también producen hortalizas, coincidió en el impacto del dólar en los insumos de campo. "Estamos mal y vamos en caída, hoy la jaula de lechuga está a 80 pesos, 70 pero hay que vender porque son productos de corto plazo, y hay que recuperar lo que ha invertido", precisó y planteó que esperan que no les quiten los técnicos de Ipaf e Inta, por entender que sería quitarles una herramienta.
Aseguró que la venta sólo paga los insumos y arriendos, que van entre 120 mil pesos la hectárea cuando antes ahorraban en el verano para vivir en invierno; por lo que en época de limpieza de acequias los hombre van a hacer changas y las mujeres en casas de familias por el turismo. "Este año al pequeño productor nos están matando, porque pagamos a precio dólar los agroquímicos. Vengo al mercado y acá está todo barato, no tenemos rentabilidad. Al ser pequeños productores damos trabajo a terceros, y a la larga vamos a tener que dejar de dar trabajo", coincidió Alonso, productor de la zona de los Valles.