El Domingo de Pascua de Resurrección, que cerró ayer la Semana Santa, se celebró con misas en todas las parroquias.
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El Domingo de Pascua de Resurrección, que cerró ayer la Semana Santa, se celebró con misas en todas las parroquias.
"Celebrar la Pascua es celebrar la posibilidad de la vida de Dios en cada uno de nosotros, fundamentalmente en la casa, en cada familia. Si aceptamos la voluntad de Dios vamos a celebrar la Pascua. La Pascua no pasa por los regalos, simplemente por un saludo; pasa por ser testigos de la presencia del amor de Dios en cada uno de nuestros ambientes", afirmó en su homilía el párroco de la Catedral Manuel Alfaro.
Al referirse al momento del descubrimiento de la resurrección, de los apóstoles Pedro y Juan, reflexionó que Dios nos da un tiempo determinado a cada uno para la fe y hay que aprovecharlo. Instó a no buscar a Dios en la oscuridad, en la corrupción, en la difamación, sino en la vida y en la resurrección de cada persona. Finalmente recordó que el próximo domingo "de la Divina Misericordia" tendrá la misa central a las 20, con ejes en San Juan Pablo II y Santa Faustina. Exhortó a los feligreses a llevar agua para bendecir y anunció que luego se realizará una procesión de antorchas.
También invitó a sumarse el 4 de mayo para la Pascua Joven, con una tarde de películas, dinámica, juegos, cantos y regalos para los jóvenes.
Vigilia pascual en San Pedro
EN SAN PEDRO/ EL PADRE DANIEL BACA CON EL CIRIO EN LA VIGILIA PASCUAL.
"Como Iglesia Diocesana hemos puesto la mirada, la oración y el corazón en el seno de la familia, esa creación maravillosa de Dios", dijo el párroco Daniel Baca, durante la solemne vigilia pascual que se vivió en la noche del sábado en el atrio del templo matriz de San Pedro.
El padre Daniel subrayó que Dios nos llama a no seguir detrás de la cultura de la muerte.
Entre los signos se bautizó a una niña de la comunidad y la imagen de la Virgen revestida de blanco ingresó al atrio y un mar de pañuelos saludó a la madre.