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Los riesgos del piloto automático en medio de la campaña

Domingo, 28 de abril de 2019 01:03

La debacle económica que atraviesa la Argentina tiene, sobre todo, un enorme componente político: la incertidumbre electoral y la falta de reacción del Gobierno nacional están agigantando los graves problemas estructurales que ya padece el país en sus cuentas públicas. ¿Es viable continuar en piloto automático hasta las elecciones de octubre, cuando la gente tiene serias dificultades para llegar a fin de mes? Obviamente que no, pero la Casa Rosada tiene las manos atadas por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y los hombres de negocios advierten que las corridas del dólar no se detendrían en el corto plazo.
La fuerte presión para que el presidente Mauricio Macri abandone su candidatura a la reelección se profundizó toda la semana al compás de la difusión de nuevas encuestas que ratifican que Cristina Kirchner estaría ganando la primera vuelta y también el balotaje contra el jefe de Estado. La que más sorprendió en las últimas horas fue una que llegó a manos del presidente, donde su imagen positiva sólo llegaba al veinticuatro por ciento. Aún así, y en una actitud que para muchos fue denominada como “terca”, el Gobierno debió salir tres veces a ratificar la postulación de Macri, pero eso estuvo lejos de aportar calma a la economía: el riesgo país llegó a su techo en esta gestión y el dólar superó cerró la semana casi en la barrera de los 47 pesos.
En las filas del Gobierno no hay dudas: el candidato será Macri pese a los intentos de los banqueros -adelantados el domingo pasado en esta columna- para que se presente María Eugenia Vidal. “Nuestro espacio es más parecido a una empresa que al peronismo, donde hay mucho debate interno de candidaturas. Acá no se discuten liderazgos y se hace lo que quiere Macri, que es el fundador de Cambiemos”, aseguró a El Tribuno un influyente funcionario con despacho en la Casa Rosada, que pidió reserva de su identidad. 
La preocupación que tiene el Gobierno por la constante caída en la imagen del presidente se respira en todos los pasillos, eso es innegable. Sin embargo, el consultor Jaime Durán Barba -quién ya le habría dicho a Macri que sus posibilidades de ganar son realmente escasas- no tiene una estrategia definida para cambiar esta tendencia. La apuesta del macrismo es empezar a subir en las encuestas cuando la expresidente Cristina Kirchner comience a aparecer públicamente. “Ella va a tener que romper el silencio en algún momento, y confiamos que cuando lo haga baje su intención de voto y crezca la de Mauricio”, agregó el informante. El Gobierno aclaró que no hará cambios en el Gabinete ni siquiera para oxigenar un poco la imagen hasta las elecciones de agosto. ¿Por qué no lo hace? Simple, porque ninguna figura importante estaría dispuesta hoy a asumir con un presidente tambaleante y con una economía en estanflación. Se habló de Martín Lousteau para el ministro de Economía, pero el diputado nacional hoy está más cerca de ser jefe de Gobierno de Roberto Lavagna que funcionario o vicepresidente de Macri. En medio de esta nube de pesimismo, en el Gobierno aún confían en que habrá una “lenta recuperación” a partir de mayo, cuando impacten los “precios esenciales”, se empiece a sentir el aumento en las paritarias y se concrete la liquidación de la cosecha del campo, que será récord histórico para el país. Demasiado poco para seducir a un electorado reticente a Macri.
La inflación del próximo mes continuaría siendo alta, ya que el miércoles volverán a subir las naftas cerca del cinco por ciento y eso tendrá un impacto directo en toda la cadena de producción. No haber incluido a las petroleras en el acuerdo de precios ya preanunciaba que eso atentaría directamente contra la iniciativa de congelar 64 productos en el país. El programa de “precios esenciales”, que en el NOA tiene menos productos y encima llegarán más tarde, comienza en medio de un fuerte desabastecimiento de artículos clave como la leche y con incertidumbre sobre su sostenibilidad en el tiempo. De hecho, la nueva disparada del dólar de los últimos días amenaza con embarrar la iniciativa aún antes de que se ponga obligatoriamente en marcha. 

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La debacle económica que atraviesa la Argentina tiene, sobre todo, un enorme componente político: la incertidumbre electoral y la falta de reacción del Gobierno nacional están agigantando los graves problemas estructurales que ya padece el país en sus cuentas públicas. ¿Es viable continuar en piloto automático hasta las elecciones de octubre, cuando la gente tiene serias dificultades para llegar a fin de mes? Obviamente que no, pero la Casa Rosada tiene las manos atadas por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y los hombres de negocios advierten que las corridas del dólar no se detendrían en el corto plazo.
La fuerte presión para que el presidente Mauricio Macri abandone su candidatura a la reelección se profundizó toda la semana al compás de la difusión de nuevas encuestas que ratifican que Cristina Kirchner estaría ganando la primera vuelta y también el balotaje contra el jefe de Estado. La que más sorprendió en las últimas horas fue una que llegó a manos del presidente, donde su imagen positiva sólo llegaba al veinticuatro por ciento. Aún así, y en una actitud que para muchos fue denominada como “terca”, el Gobierno debió salir tres veces a ratificar la postulación de Macri, pero eso estuvo lejos de aportar calma a la economía: el riesgo país llegó a su techo en esta gestión y el dólar superó cerró la semana casi en la barrera de los 47 pesos.
En las filas del Gobierno no hay dudas: el candidato será Macri pese a los intentos de los banqueros -adelantados el domingo pasado en esta columna- para que se presente María Eugenia Vidal. “Nuestro espacio es más parecido a una empresa que al peronismo, donde hay mucho debate interno de candidaturas. Acá no se discuten liderazgos y se hace lo que quiere Macri, que es el fundador de Cambiemos”, aseguró a El Tribuno un influyente funcionario con despacho en la Casa Rosada, que pidió reserva de su identidad. 
La preocupación que tiene el Gobierno por la constante caída en la imagen del presidente se respira en todos los pasillos, eso es innegable. Sin embargo, el consultor Jaime Durán Barba -quién ya le habría dicho a Macri que sus posibilidades de ganar son realmente escasas- no tiene una estrategia definida para cambiar esta tendencia. La apuesta del macrismo es empezar a subir en las encuestas cuando la expresidente Cristina Kirchner comience a aparecer públicamente. “Ella va a tener que romper el silencio en algún momento, y confiamos que cuando lo haga baje su intención de voto y crezca la de Mauricio”, agregó el informante. El Gobierno aclaró que no hará cambios en el Gabinete ni siquiera para oxigenar un poco la imagen hasta las elecciones de agosto. ¿Por qué no lo hace? Simple, porque ninguna figura importante estaría dispuesta hoy a asumir con un presidente tambaleante y con una economía en estanflación. Se habló de Martín Lousteau para el ministro de Economía, pero el diputado nacional hoy está más cerca de ser jefe de Gobierno de Roberto Lavagna que funcionario o vicepresidente de Macri. En medio de esta nube de pesimismo, en el Gobierno aún confían en que habrá una “lenta recuperación” a partir de mayo, cuando impacten los “precios esenciales”, se empiece a sentir el aumento en las paritarias y se concrete la liquidación de la cosecha del campo, que será récord histórico para el país. Demasiado poco para seducir a un electorado reticente a Macri.
La inflación del próximo mes continuaría siendo alta, ya que el miércoles volverán a subir las naftas cerca del cinco por ciento y eso tendrá un impacto directo en toda la cadena de producción. No haber incluido a las petroleras en el acuerdo de precios ya preanunciaba que eso atentaría directamente contra la iniciativa de congelar 64 productos en el país. El programa de “precios esenciales”, que en el NOA tiene menos productos y encima llegarán más tarde, comienza en medio de un fuerte desabastecimiento de artículos clave como la leche y con incertidumbre sobre su sostenibilidad en el tiempo. De hecho, la nueva disparada del dólar de los últimos días amenaza con embarrar la iniciativa aún antes de que se ponga obligatoriamente en marcha. 

La estrategia de Cristina

La candidatura de la expresidente, si bien todavía no es oficial, ya parece un hecho: el 20 de junio -al filo del cierre de las listas- encabezará un acto en Racing y dentro de dos semanas presentará su libro, que contiene duras críticas a Macri. Cristina sabe que su imagen generó rechazo en un sector importante de la sociedad y por eso no quiere meterse en ningún tipo de polémica que pueda perjudicar su avance en las encuestas. El silencio de Cristina es parte de su campaña, pero también contribuye con la profundización de la inestabilidad financiera. La exmandataria no emitió ninguna opinión sobre qué haría con la deuda, con la inflación y con el acuerdo con el FMI. Teniendo en cuenta que se trata de la postulante que encabeza todos los sondeos, alguna definición sobre los temas clave ayudaría a dar un poco de certidumbre al escenario actual. A mayor crisis económica, mejor posicionamiento electoral de Cristina.