¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

22°
24 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Carrera electoral: un rally por caminos destrozados

Lunes, 29 de abril de 2019 10:00

La realidad en Jujuy caminó estos días entre claroscuros e incertidumbres. De Buenos Aires llegaban las noticias ardientes del dólar otra vez incontrolable. Pasó los $47 y terminó el viernes acomodándose apenas por debajo de ese número. Paralelamente, el riesgo país cruzó la fatídica barrera de los 1.000 puntos y terminó quieto apenas por debajo. "¿Y de qué nos preocupamos los jujeños, si nada de eso nos alcanza? ¿Quién tiene dólares para guardar, o a quién le sobran pesos para comprar la plata verde?", simplificaba el viernes un contertulio de unos mentideros ubicado frente a plaza Belgrano. Inútil explicarle que no hace falta correr detrás del dólar... el dólar ya se encargará de corrernos a todos, de pasarnos por encima como una locomotora. Porque después del descontrol, las naftas subirán entre el 6 y el 10 por ciento de un momento a otro, los formadores de precios de alimentos y medicamentos (los rubros más inevitables y dolorosos) ya remarcaron poco más de "un diego" como para acomodarse al salto de la moneda de USA. Y a partir de allí, el efecto dominó llegará hasta el precio de una sencilla cajita de fósforos o de preservativos. ¿Y Jujuy qué? Y Jujuy un poquito más caro. Porque estamos lejos... porque los fletes encarecen todo... porque los comercios y pequeñas empresas aumentan sus riesgos... porque las cadenas de pago se están cortando desde hace rato... porque los combustibles en Jujuy son los más caros del país... Porque si alguien necesita caer en un crédito para financiar su crisis, su salud o sus deudas, deberá enfrentar las tasas más altas del mundo. Y finalmente, porque si alguien quisiera comprar un billete de un dólar, para atesorar, o para ponerlo en un cuadrito, también deberá pagarlo en Jujuy más caro que en cualquier lugar del país. En medio del sofocón y de la campaña, gracias a un auxilio especial de la Nación (dicen que de la mano amiga del ministro Rogelio Frigerio), Gerardo Morales sorprendió con un bono de $2.000 para todos los empleados públicos provinciales y municipales, y el blanqueo de algunos ítems de los sueldos que mejorarán levemente el status del salario. Cuando todos miraban hacia la Casa Rosada, empujados por decenas de versiones de adelantamiento de las elecciones, o "algún anuncio fuerte del mismísma presidencia de la Nación", el monje negro de la gestión, el jefe de Gabinete Marcos Peña cruzó una bofetada en la inocente mejilla de la población: "No habrá cambios en el gabinete, no adelantaremos las elecciones y Mauricio Macri no se bajará de su candidatura a la reelección". Y no es que alguien en su sano juicio deseara ver rodar las cabezas de Peña, Dujovne o Sica, o verse atropellado por elecciones prematuras cuando el desorden político de oficialismo y oposición todavía se encuentra en estado de embrión. Y menos que el Presidente resigne su candidatura: eso hubiese sido terrorífico porque desde el mismo momento del anuncio, ni siquiera los mozos que sirven café en Casa de Gobierno atenderían sus pedidos, ni sus choferes le abrirían las puertas de los autos oficiales. Pero el terrible combo de la semana casi casi le firma el certificado de defunción al engendro recién nacido de los "precios esenciales", y terminó revalorizando la súplica que un ciudadano le transmitió a Macri: "Hagan algo". Sin embargo, y sumados al tristemente célebre "círculo rojo" compuesto de los poderosos empresarios e industriales examigos del Presidente, dicen que hasta las voces políticas que en público fatigan a la prensa sosteniendo su candidatura, le habrían sugerido a MM que piense una vez más en delegarla en María Eugenia Vidal. Gerardo Morales, Alfredo Cornejo, y hasta su amigo del alma Nicolás Caputo, le habrían pedido en privado el renunciamiento a la continuidad.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

La realidad en Jujuy caminó estos días entre claroscuros e incertidumbres. De Buenos Aires llegaban las noticias ardientes del dólar otra vez incontrolable. Pasó los $47 y terminó el viernes acomodándose apenas por debajo de ese número. Paralelamente, el riesgo país cruzó la fatídica barrera de los 1.000 puntos y terminó quieto apenas por debajo. "¿Y de qué nos preocupamos los jujeños, si nada de eso nos alcanza? ¿Quién tiene dólares para guardar, o a quién le sobran pesos para comprar la plata verde?", simplificaba el viernes un contertulio de unos mentideros ubicado frente a plaza Belgrano. Inútil explicarle que no hace falta correr detrás del dólar... el dólar ya se encargará de corrernos a todos, de pasarnos por encima como una locomotora. Porque después del descontrol, las naftas subirán entre el 6 y el 10 por ciento de un momento a otro, los formadores de precios de alimentos y medicamentos (los rubros más inevitables y dolorosos) ya remarcaron poco más de "un diego" como para acomodarse al salto de la moneda de USA. Y a partir de allí, el efecto dominó llegará hasta el precio de una sencilla cajita de fósforos o de preservativos. ¿Y Jujuy qué? Y Jujuy un poquito más caro. Porque estamos lejos... porque los fletes encarecen todo... porque los comercios y pequeñas empresas aumentan sus riesgos... porque las cadenas de pago se están cortando desde hace rato... porque los combustibles en Jujuy son los más caros del país... Porque si alguien necesita caer en un crédito para financiar su crisis, su salud o sus deudas, deberá enfrentar las tasas más altas del mundo. Y finalmente, porque si alguien quisiera comprar un billete de un dólar, para atesorar, o para ponerlo en un cuadrito, también deberá pagarlo en Jujuy más caro que en cualquier lugar del país. En medio del sofocón y de la campaña, gracias a un auxilio especial de la Nación (dicen que de la mano amiga del ministro Rogelio Frigerio), Gerardo Morales sorprendió con un bono de $2.000 para todos los empleados públicos provinciales y municipales, y el blanqueo de algunos ítems de los sueldos que mejorarán levemente el status del salario. Cuando todos miraban hacia la Casa Rosada, empujados por decenas de versiones de adelantamiento de las elecciones, o "algún anuncio fuerte del mismísma presidencia de la Nación", el monje negro de la gestión, el jefe de Gabinete Marcos Peña cruzó una bofetada en la inocente mejilla de la población: "No habrá cambios en el gabinete, no adelantaremos las elecciones y Mauricio Macri no se bajará de su candidatura a la reelección". Y no es que alguien en su sano juicio deseara ver rodar las cabezas de Peña, Dujovne o Sica, o verse atropellado por elecciones prematuras cuando el desorden político de oficialismo y oposición todavía se encuentra en estado de embrión. Y menos que el Presidente resigne su candidatura: eso hubiese sido terrorífico porque desde el mismo momento del anuncio, ni siquiera los mozos que sirven café en Casa de Gobierno atenderían sus pedidos, ni sus choferes le abrirían las puertas de los autos oficiales. Pero el terrible combo de la semana casi casi le firma el certificado de defunción al engendro recién nacido de los "precios esenciales", y terminó revalorizando la súplica que un ciudadano le transmitió a Macri: "Hagan algo". Sin embargo, y sumados al tristemente célebre "círculo rojo" compuesto de los poderosos empresarios e industriales examigos del Presidente, dicen que hasta las voces políticas que en público fatigan a la prensa sosteniendo su candidatura, le habrían sugerido a MM que piense una vez más en delegarla en María Eugenia Vidal. Gerardo Morales, Alfredo Cornejo, y hasta su amigo del alma Nicolás Caputo, le habrían pedido en privado el renunciamiento a la continuidad.

Otro coro de estupideces, se sumó al difícil momento y dejó claramente demostrado el nivel de una dirigencia a la que los nervios la hunden en el ridículo. Lilita Carrió dijo en Santa Fe, que votar al socialista Bonfatti, "es votar a (los narcotraficantes) Los Monos". No contenta con eso, horas después, justo en Córdoba se despachó con que "Gracias a Dios, José Manuel de la Sota se murió". Volvió a Córdoba para completar: "Algunos dirigentes de Cambiemos me dan asco". En Buenos Aires, el exfuncionario K Guillermo Moreno aconsejó a los pibes: "Si van a vivir de lo ajeno, por lo menos tengan códigos". Sugiriendo que si roban a otros pobres o a jubilados no los lastimen, o habrá querido decir "repartan", promocionando una nueva raza de Robin Hoods siglo XXI. El senador tucumano José Alperovich ninguneando a una periodista en vivo y en directo la llamó "preciosura" y agregó "no te sale ponerte en mala. Me hacés acordar a mi mujer". No podía faltar el asesor presidencial Jaime Durán Barba: "en el concurso de los peores, ganamos porque somos los menos malos" dijo sepultando definitivamente al "mejor equipo de todos los tiempos" que rodea a Macri. Los debates parlamentarios, los memes y las groserías anónimas de las redes sociales, todos en un mismo nivel, configuraron un capítulo deleznable -y olvidable- de la historia contemporánea. Las "manos" que le dio cada actor de la realidad a la República, hacen que Herminio Iglesias quemando un ataúd en un acto de campaña, quede reducido a un gesto naif y hasta candoroso frente a tanta chuminada insoportable.

En Jujuy, mientras tanto, se presentaban las fórmulas para gobernador y vice, y las esperadas listas de diputados y concejales. El escándalo propio de esas horas también ardientes, distrajo a los jujeños. Gerardo Morales/Carlos Haquim terminaron con los "puros y duros" que seguían soñando con la vice para Mario Fiad hasta el último minuto, porque aún GM podría ser tentado desde Bs. As. Los diputados salibles casi todos repiten, a excepción de Mario Pizarro que vuelve y Gisel Bravo que llega. Primero Jujuy repetirá a Gaspar Santillán y volvería Omar Toro (en cuarto lugar) porque en dos y tres debieron aceptar los compromisos del GM por el massista Marcelo Nasif y la exPJ Mariela Ortiz. Muchos "primerojujuys" desde chiquitos quedaron afuera en medio de quejas y rabietas totalmente justificadas.

El escandalete mayúsculo se presentó dentro del Frente Justicialista. La sorpresiva incorporación del candidato sensación Julio Ferreyra en una fórmula con Adrián Mendieta, movió los tableros. Pero a horas de la sorpresa se repetía con versiones que indicaban que se rompía el acuerdo. Lo cierto es que don Julio, sabedor de su medición en las encuestas, reclamó más presencia en diputados. Tras horas de cabildeos y discusiones, el grupo se reunió en la sede del PJ y le correspondió al presidente Rubén Rivarola decir la frase típica: "la casa está en orden". El propio RR, el dirigente camionero Jorge Rodríguez, la sampedreña Carolina Moisés, la capitalina Mariela Ferreyra, el jefe de Upcn Luis Cabana y la referente K Leila Chaer en los primeros lugares cerraron el acuerdo. Los enjuagues apresuraron elucubraciones atinadas o simples disparates, y operaciones en redes sociales y medios, que finalmente quedaron pedaleando en el aire. La Izquierda va con Alejandro Vilca/Andrea Gutiérrez y como primer diputado Gastón Remy. Juntos Por Jujuy lleva candidato a gobernador al senador Guillermo Snopek y sus diputados son Juan Cardozo, Alejandro Snopek (massista), Débora Juárez (exCambia Jujuy) y Javier Hinojo (fellnerista). Por Confiar, la fórmula quedó conformada por el abogado René Casas y el médico Gustavo Briones. Por el MPJ en su regreso, la fórmula Ricardo Guzmán/Leonor Sinche. La diputada peronista Alejandra Cejas compuso una fórmula con el sindicalista Rafael Vargas. Daniel Macías por el Frente Unir Jujuy, Carlos Santillán por Dignidad del Pueblo, Betina Romero por MST Nueva Izquierda, Paula Álvarez Carreras por Unidad Ciudadana, y Víctor Aramayo por Unidad del Pueblo Pluricultural. Jugando unas partidas fuertes van por una banca Juan Manuel Esquivel de Unidad Ciudadana, Paola Angelina por el Frente Patriótico, ambos de gran proximidad al peronismo.

Fugas, descontentos, doloridos, irritados. Ataques de presión y vahídos de última hora, como pocas veces se vio. Es un momento en que el oficialismo jujeño se encuentra jaqueado por el hastío y la desilusión de muchos de sus votantes y el peso insoportable de la mochila nacional, se refugia en la muñeca, el olfato y la tracción que el GM imprime a la marcha del gobierno. Una rápida mirada indica que al peronismo unido hubiese sido difícil derrotarlo. Y si la izquierda, dueña de genuinas porciones del campo nacional y popular hubiese armado una unidad razonable, sería una adversaria temible para los "grandotes del barrio". Pero, con el escenario como "hormiguero pateado" y el río revuelto los pescadores con buenos aparatos y carnadas atrayentes, buscan licuar las sorpresas. La carrera comenzó. Es un rally por rutas destrozadas que durará 48 días a partir de hoy. Gane quien gane, la cuestión es en qué condiciones se gobernará Jujuy desde el 11 de diciembre.

 

 

Temas de la nota