La comunidad jujeña todavía no sale de la consternación de un hecho de abuso registrado el pasado 26 de abril en establecimiento público de nuestra ciudad, por el que una docente auxiliar está detenida y acusada de haber ultrajado a una niña de tres años, y en los últimos días tomó conocimiento de otro episodio de abuso, registrado en otro establecimiento de nuestra ciudad capital.
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La comunidad jujeña todavía no sale de la consternación de un hecho de abuso registrado el pasado 26 de abril en establecimiento público de nuestra ciudad, por el que una docente auxiliar está detenida y acusada de haber ultrajado a una niña de tres años, y en los últimos días tomó conocimiento de otro episodio de abuso, registrado en otro establecimiento de nuestra ciudad capital.
El hecho fue denunciado el martes de la semana pasada por una mujer quien manifestó que su hija de 7 años fue abusada por otro niño de 12 años, en el baño del establecimiento al que concurren.
La investigación se tramita bajo un estricto hermetismo, debido a que el supuesto inculpado del hecho también es un niño y el trámite está a cargo del Juzgado de Menores.
Nuestro diario pudo saber que el hecho habría ocurrido en horarios de clases y no en el recreo, como las primeras versiones que se manejaron en las redes sociales.
Un audio que se desprendió de un grupo de whatsapp de padres de un grado de ese establecimiento, daba cuenta que desde la dirección del establecimiento se había convocado a una reunión de urgencia a los docentes de distintos grados.
Se desconoce si esta práctica es habitual en este establecimiento, pero a cargo de los grados inferiores habrían quedado los alumnos de séptimo grado, hasta la culminación de la reunión y en esas circunstancias, cuando una de las alumnas de segundo grado fue al baño, otro niño mayor que ella, habría abusado de ella.
Una mamá de un alumno de esa escuela, le confió a nuestro diario que recién para esta jornada el cuerpo directivo brindará una reunión informativa sobre este hecho que conmocionó a toda la comunidad y como primera medida, los padres habían solicitado que el niño acusado no asistiera a clases hasta que se esclarezca el hecho y que no habían obtenido respuestas ante el pedido realizado.