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Dolor en la familia "albiceleste" por el fallecimiento del popular "Manincho"

Juan Domingo Gaspar, quien supo ser "canchero" de Gimnasia por más de 20 años, murió ayer causando gran pesar en todos sus conocidos. El recuerdo de un apasionado del fútbol.

Lunes, 20 de mayo de 2019 10:23

La historia de Juan Domingo Gaspar está indudablemente ligada a Gimnasia y Esgrima. "Manincho" pasó junto a su familia, más de 20 años custodiando el estadio "23 de Agosto" trabajando para la entidad "albiceleste".

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La historia de Juan Domingo Gaspar está indudablemente ligada a Gimnasia y Esgrima. "Manincho" pasó junto a su familia, más de 20 años custodiando el estadio "23 de Agosto" trabajando para la entidad "albiceleste".

Luego de alejarse del club, siguió siempre "rondando" su querido estadio y conversando con todo el mundo siempre de manera animada y compartiendo alguna de las miles de anécdotas que tenía en su vida dentro del "lobo".

Ayer, "Manincho" dejó de existir y claro, todo el mundo "albiceleste" llora su pérdida.

Aquí compartimos algunas palabras de Juan Gaspar, que hace algunos años compartió con nuestro matutino repasando diferentes etapas en Gimnasia y Esgrima.

La nota a "Manincho"

Juan Domingo Gaspar, el popular “Manincho”, es parte viva de la historia de Gimnasia. Más de 20 años trabajó en el estadio “23 de Agosto”, donde festejó triunfos, sufrió derrotas y sobre todo puso el hombro cuando se lo necesito.

Una enfermedad obligó a que dejara su gran amor hace un par de temporadas, pero ya se repuso y ahora mira todo de manera diferente, aunque haga fuerza para no quebrarse. Obvio, los recuerdos vuelven y la nostalgia se apoderá de él.

“Pasé muchos años en el club, lugar en el que me sentí muy bien siempre. No tuve ningún problema y me retiré como corresponde, agradecido. Soy un tipo humilde y no me gusta aparecer. Es mi manera de ser”, sostuvo con sencillez.

Eso sí, reconoció que a pedido del psicólogo decidió instalar un negocio -un kiosquito- cerca de la cancha. “Me decía que había trabajado mucho tiempo allí y que podría deprimirme no estar cerca de los afectos. Estuve un largo período allí, en contacto con la gente de Gimnasia, y me vino de diez.

Tenía miedo, pero superé todo. Fueron muchos años y tener que dejar por razones de salud me generaba incertidumbre, es verdad. Pero gracias a Dios superé el mal momento. También me voy curando junto a mi familia. A los chicos le va muy bien en la escuela y es importante. Además voy a ver todos los partidos y realmente qué lindo es disfrutar de afuera. Es otra cosa”.

Sobre la gran remodelación que tuvo el reducto del barrio Luján en el 2011 cuando se disputó la Copa América, el exencargado del lugar definió que se trató de una obra impactante.

“Entré a los nuevos vestuarios, que están debajo de la platea, y realmente es de lujo. Voy a ver y lo disfruto. Salí yo y se remodeló todo. Inclusive donde vivía se había arreglado la casa para hacer un albergue de los chicos de inferiores, pero tuvieron que bajar todo para la nueva estructura del estadio. Ahora lo único que quedó fue el árbol de paltas (risas). Quedó espectacular”, dijo.

Recordó que con todos los técnicos tuvo una relación profesional muy buena, pero resaltó que con Francisco “Pancho” Ferraro aprendió cuestiones humanas que lo marcaron en la vida. “La frase que utilizaba constantemente, “siempre con los pies sobre la tierra”, tiene argumentos sólidos. Es así. De esta manera se debe transitar. Es una gran persona y las veces que estuvo al frente del equipo dejó cosas positivas. Sigue igual. En una ocasión, cuando dirigió el equipo de las Glorias Jujeñas, fui a saludarlo y nos dimos un fuerte abrazo”. Asimismo dijo que supo capitalizar las enseñanzas de Marcial Acosta, a quien calificó como un viejo zorro. “Me decía a la cancha hay que quererla como a la familia y explicaba algunos “secretos” para cuidar los diferentes sectores”.

Finalmente, Gaspar recordó a la magnífica delantera Carlos Rosas, Manuel Guerrero y Mario Lobo. “Era un equipazo y fue el ascenso que más festejé el de 1994. También celebré la vuelta del 2005, pero el primer ascenso fue inolvidable para todos. Lloré como nunca".

Historias como esas, tenía "Manincho". Seguramente se reencontrará en otro lugar con otros amantes del deporte, del fútbol y su querido Gimnasia, para seguir compartiendo todas estas charlas.


 

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