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Música en el Orgullo Gay de Bruselas

Lunes, 20 de mayo de 2019 11:03

Comienza lentamente el calor en Europa y con él, la gente empieza a salir, disfrutar de las terrazas y empiezan las fiestas populares. Muchas de ellas con fuegos artificiales, juegos de destreza y por supuesto, música.

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Comienza lentamente el calor en Europa y con él, la gente empieza a salir, disfrutar de las terrazas y empiezan las fiestas populares. Muchas de ellas con fuegos artificiales, juegos de destreza y por supuesto, música.

Como nuestra columna es musical, veremos como según la fiesta tendremos diferentes tipos de música, clásica, pop, trap o techno.

Hoy iremos de visita a Bruselas y presenciaremos el CSD o Christopher Street Day, el día que se celebra el Orgullo Gay. Recordemos que ser gay es una elección libre y amar a una persona del mismo sexo encierra el mismo amor que el de las personas de distinto sexo. La capacidad humana de entender ha llevado a aceptar esta forma de ser y se celebra desde las protestas en Nueva York contra las arbitrariedades sufridas por esta minoría.

Ahora estaremos en una de las capitales de Europa, mezclándonos con la multitud que celebra la alegría y la vida, y más allá de compartir esa elección o no, como buenos cristianos debemos amarlos, pues son nuestro prójimo, muy alegre por cierto. De allí que en ingles se les llame gays, que significa alegre.

 Nos dirigiremos a la Grand Place, plaza central de Bruselas, con sus edificios emblemáticos, llenos de historia y tradición. Allí nos uniremos a la muchedumbre y compartiremos los colores del arco iris y sobretodo, la música. Es que nuestra columna se dedica a la música, pero esta vez haremos un paréntesis entre los compositores clásicos, la música antigua y la.música de cámara para dedicarnos a una música más popular entre ciertos sectores, sobretodo el público joven. Hemos comentado en ediciones anteriores sobre la música trap y su representante jujeña, de Fraile Puntado, Cazzu.  Pues, el trap es un género que ha ganado adeptos entre los jóvenes de un sector determinado de la sociedad.

En la fiesta del Orgullo Gay de Bruselas escuchamos música electrónica.  La generación de disc jockeys que hacen o mejor dicho, combinan música, ha hecho una escuela impresionante y el público joven lo recepta a través de las radios e internet. Destacaremos que Noruega ha dado al mundo dos disc jockeys famosos, Kygo y A. Walker. Jóvenes, exitosos y fiesteros, provienen de la ciudad hanseática de Bergen, al oeste de Noruega. Aunque provienen de la misma ciudad tienen un estilo muy diferente y una personalidad musical también diferente. Walker es famoso por no mostrar su rostro en sus conciertos, cubriéndolo con un pañuelo. Ha trabajado conjuntamente con cantantes noruegas muy jóvenes.

En la fiesta habremos bailado música electrónica y habremos celebrado una fiesta de gran trayectoria en Europa, la fiesta de la tolerancia y la aceptación. Veremos a niños con sus padres, familias de padres heterosexuales y homosexuales, solteros, casados, divorciados e indecisos, bisexuales, curiosos pero sobretodo seres humanos, personas dispuestas a festejar, vivir y dejar vivir, celebrar la vida y la tolerancia, el respeto y la convivencia, la alegría y la apertura de mente. En un momento donde el mundo parece volver a las épocas de gobiernos intolerantes y populistas, de mentes cerradas y peligrosas, es donde más debemos cuidar los valores que hemos ganado, la tolerancia y respeto por el ser humano que decide libremente a quien amar y como amar, así como los que aceptan ser amados en la forma que les gusta. Es que el respeto hacia la persona es un valor que jamás se debe negociar.

 Por eso bailaremos música electrónica celebrando la vida y el respeto. Bailaremos solos, en grupo, con nuestros amigos y nuestra pareja. Quizás encontremos al amor de nuestra vida en una de estas marchas del orgullo y recordaremos esta fiesta con gran cariño. Si no, seguiremos frecuentando Bruselas con sus monumentos remarcables, de gran belleza algunos.  Para cambiar nuestro humor buscaremos en algún canal de streaming como Spotify una canción de Alan Walker, quizás Fading, que nos recordara la frialdad de los paisajes noruegos, con sus fiordos, bosques y costas dibujadas, sus barcos pesqueros. Volveremos al tiempo de las Valquirias y Vikingos, los dioses y semidioses escandinavos.