Cuando hablamos de Educación, en primer lugar, podemos hacer referencia a que en 1989 se sancionaron los Derechos Universales del Niño, Niña y Adolescentes y uno de sus apéndices más importantes es aquel que dice tiene derecho a "recibir educación pública y gratuita en todos los niveles, respetando su derecho a ingresar y permanecer en una escuela cerca del lugar en donde viven.
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Cuando hablamos de Educación, en primer lugar, podemos hacer referencia a que en 1989 se sancionaron los Derechos Universales del Niño, Niña y Adolescentes y uno de sus apéndices más importantes es aquel que dice tiene derecho a "recibir educación pública y gratuita en todos los niveles, respetando su derecho a ingresar y permanecer en una escuela cerca del lugar en donde viven.
Todos ellos tienen derecho a la no discriminación.
Cada niño tiene derecho a estar libre de discriminación por motivos de género, raza, idioma, condición, etc.
La sociedad debe poner en práctica herramientas para eliminar todo tipo de discriminación infantil. Además de recibir cuidados, tratamientos y educación especial aquellos niños que lo necesiten".
Pero, ¿Qué pasa cuando niños o jóvenes con discapacidad o dificultad en el aprendizaje no pueden acceder a la educación que por derecho les corresponde? Es allí cuando aparece el rol de la maestra de educación especial o también conocida como maestra integradora.
Alicia Montañez es docente de Educación Especial y en diálogo con El Tribuno de Jujuy comentó que "cuando hablamos de inclusión escolar hablamos de un proceso que como tal aspira a que haya una educación de calidad para la diversidad y la equidad. Esto quiero decir que los chicos tengan la posibilidad de estar en una escuela ya sea en una escuela común o privada recibiendo los apoyos que el niño necesita para su cursada", aseguró.
Por otro lado, aseguró que uno de los mayores inconvenientes que existen a la hora de realizar una verdadera inclusión son las "barreras sociales", esto sucede porque "muchas veces son los mismos docentes que se encuentran a cargo de las aulas los que ponen esas barreras sociales, hay docentes que no quieren que entremos al aula porque creen erróneamente que cuando entramos nos ponemos a ver cómo trabajan, que vamos a criticarlo y mirar lo que hace mal. Y la verdad es que están equivocados y creo que no hay una verdadera información de cuál es el trabajo que realiza el docente integrador y cuál es su rol dentro del aula", afirmó.
Cabe aclarar que la integración escolar no solo se realiza con las personas con discapacidad, sino que también lo hace con ellos niños y jóvenes que tienen dificultad en el aprendizaje.
"Cuando hablamos de inclusión abarca a todos los niños en condiciones vulnerables, con discapacidad, con dificultades en el aprendizaje. En realidad, la inclusión no tendría que ser solo en la escuela, sino que, en toda la sociedad, eso es inclusión", comentó Alicia Montañez.
Consultada sobre si en nuestra provincia hacemos integración o llegamos a hacer inclusión, afirmó que "en las escuelas todavía estamos hablando de integración, del docente integrador que ingresa con el niño al aula y que trabaja solamente con el niño y el docente de educación común se encarga del resto de los chicos. Cuando en realidad el trabajo de pareja pedagógica se tiene que dar en el momento, de parte de quien hace la integración y de la maestra de grado, en el momento de ponerse a planificar, de ver las actividades que se puede hacer, pero esto no ocurre. A veces el docente integrador va unas horas y en el peor de los casos solo 20 o 30 minutos y se retira".
Comentó esto debido a que en muchos casos hay niños que necesitan de la inclusión escolar son acompañados por docentes que provienen de las escuelas especiales, es decir por parte del Estado y que lamentablemente tienen a su cargo 6 o 7 escuelas para visitar -en muchos casos son más- y lo hacen en un periodo mínimo de días y de tiempo. Estos docentes cumplen sus horas y muchas veces es necesario que ellos ingresen al aula y compartan más tiempo con el docente a cargo del aula para así poder compartir, enriquecer, hacer sugerencias al docente de cómo trabajar con ese alumno que necesita de apoyos.
El trabajo del integrador
El trabajo del docente integrador consta de brindarle a ese alumno las configuraciones de apoyo que necesita, trabaja de manera conjunta junto al docente encargado del aula y le brinda asesoramiento de cómo trabajar con ese niño.
"Nosotros elevamos un Proyecto Pedagógico Individual conocido como PPI, que permite que el niño obtenga un título o un certificado al igual que el resto de los chicos, únicamente que ese PPI está adaptado a las capacidades de ese niño.
Se adaptan los contenidos, metodologías de aprendizajes en todas las áreas que el niño tiene en la escuela. Y lo más importante es que el docente de educación común acepte ese plan. Por ahí el docente es muy estructurado y te dice por ejemplo "yo evaluó por escrito", pero el PPI también te permite que, si el niño tiene dificultades para escribir, lo puedas evaluar de forma oral. Otro ejemplo, si tengo un niño con PC (parálisis cerebral), y lo evalúas de manera escrita seguramente a ese niño le va a ir mal porque su dificultad reside en la motricidad. Por eso el PPI es fundamental para realizar la inclusión", comentó.
Agregó que otras de las formas de trabajar es ver cuáles son las "fortalezas" de ese alumno y muchas veces cuando se ingresa a la escuela, se elabora un acta acuerdo y se propone que el niño puede hacer jornada reducida, asistir solamente a materias específicas e incluso solo a las materias especiales, para así poder "explotar" esas habilidades del menor.
Cabe aclarar que ese niño que necesita de apoyo es alumno de la docente de grado, no de la maestra integradora, allí si estaríamos hablando de inclusión.
"Así como hay docentes a los que le molesta el ingreso de las integradoras, también existen docentes más abiertos y que a pesar de sus miedos a lo nuevo, a lo diferente asumen la tarea de trabajar y aprender de ese niño que tiene ‘desafíos‘ y se informan, se capacitan y aceptan que la integradora les brinde las herramientas para trabajar con ese niño y que siempre cabe la posibilidad que en años venideros tengan otros niños que necesiten de la tan ansiada inclusión, por que cabe aclarar que la docente integradora no solo trabaja con el niño que necesita de apoyo sino que trabaja con todos los compañeros de ese niño", agregó Montañez.
Además de los docentes de educación especial procedentes de las escuelas especiales del Estado, están aquellos docentes provenientes de equipos privados, es decir, que trabajan junto a otros terapeutas debido a que el padre de ese niño cuenta con una obra social y esta se hace cargo de la integración escolar sin tener que recurrir al Estado.
Muchas veces cuando el docente integrador intenta ingresar a las instituciones escolares hasta los mismos directivos desconocen cuando se habla de las configuraciones de apoyo y esto muchas veces sucede debido a que desconocen las leyes, la ley de Educación y la Convención de las personas con discapacidad.
"A los padres que no tienen sus hijos integrados les diría que recurran a las leyes porque es un derecho que tienen sus hijos de acceder a la educación. Ninguna escuela le puede cerrar las puertas a un niño con discapacidad o sin discapacidad, en nuestro país la educación es un derecho universal y la escuela tiene la obligación de abrir las puertas a todos los niños. Tampoco se puede prohibir el ingreso del docente integrador a las escuelas y muchos menos que el docente del aula se niegue a su ingreso. También vale decir que lo ideal con el pasar de los años es que el docente integrador vaya saliendo del aula y sea un alumno autónomo, que pueda valerse por sí mismo", dijo.
Por último, agregó que "desde el Estado provincial se está brindando talleres abiertos al público, donde se explica cuáles son las principales características de la discapacidad intelectual, de la discapacidad motriz, de la discapacidad sensorial y como nosotros desde nuestro lugar podemos ayudar y conocer más a estas personas. Es un taller cortito, que tiene mucha aceptación y es increíble el cambio que se ve en los chicos, porque es el taller es abierto para los alumnos, docentes y padres que quieran participar. Pero aun así falta acompañamiento del Estado no se trata solo de entregar cartillas, materiales a los docentes. Para hacer una verdadera inclusión necesitamos que se dejen de poner "trabas" al ingreso de alumnos con discapacidad y sus docentes integradores y ni que hablar de la estructura edilicias que muchas veces no cuentan con rampas para los niños o jóvenes con discapacidad motriz", finalizó.