En este caso, el dengue sin signos de alarma precisó que se trata de un cuadro donde el paciente experimenta luego de siete días de incubación y presenta dolores de cabeza, de articulación intensos, fiebre alta común en todos los cuadros virales, y sensación de "apaleamiento", dolor que inclusive puede llegar a limitar la deambulación. A eso se puede sumar presencia de "petequias" o manchitas en la piel vinculadas a inflamaciones vasculares, al inicio del cuadro, que podría ser controlado en el domicilio.
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En este caso, el dengue sin signos de alarma precisó que se trata de un cuadro donde el paciente experimenta luego de siete días de incubación y presenta dolores de cabeza, de articulación intensos, fiebre alta común en todos los cuadros virales, y sensación de "apaleamiento", dolor que inclusive puede llegar a limitar la deambulación. A eso se puede sumar presencia de "petequias" o manchitas en la piel vinculadas a inflamaciones vasculares, al inicio del cuadro, que podría ser controlado en el domicilio.
Cuando se suman "signos de alarma", que suele ser el dolor abdominal, que estimó es fundamental categorizarlo porque puede aparecer a las 48 horas de aparecido el cuadro; y supone una suerte de escape de los líquidos intravasculares, que se depositan inicialmente a nivel del abdomen, similar al de una peritonitis. Entonces, Echenique precisó que el cuadro si va acompañado del descenso de la fiebre y deterioro del estado general del paciente, indica un dengue "grave", que sumaría resultados de laboratorio, plaquetopenia, y alteraciones del hematocrito, que supone un paciente con un componente inflamatorio muy grande.
Otra situación que se puede presentar, según explicó, es la presencia de pequeñas hemorragias a nivel de encía, y de la conjuntiva ocular que deviene por alteraciones en la coagulación.
Entonces es importante que al determinar un dengue grave, se activen los sistemas para que el paciente sea valorado y tratado en terapia intensiva eventualmente.