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El privilegio de saber escuchar

Viernes, 03 de mayo de 2019 01:02

Por Ligia Dione Miralles, [email protected]

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Por Ligia Dione Miralles, [email protected]

Este fin de semana pude ver claramente la diferencia entre oír y escuchar. Entonces decidí compartir con vos este aprendizaje. Escuchar es de suma importancia para una comunicación óptima. A menudo nos centramos en nuestra capacidad para hablar creyendo que hablar bien es sinónimo de una buena comunicación. Tenemos que saber que escuchar no es solo una actitud, es también una aptitud, una habilidad. Y de las más necesarias en cualquier ámbito de nuestra vida. Oír y escuchar no es lo mismo. Oír es una capacidad fisiológica que, si no muestra defectos, nos permite predisponernos a la escucha. Tener una actitud de escucha es tener en cuenta al otro, poner atención para oír, querer comprender y centrarse en la otra persona. Y no sólo se escucha con los oídos, se escucha con la mirada, con el cuerpo, con la respiración. Saber escuchar ayuda a la persona que nos habla a sentirse respetada, acogida. Mientras escuchamos estamos creando un espacio de interrelación, un puente emocional de conexión. Una buena escucha ofrece la posibilidad a la persona que nos está hablando de comunicar y expresar sus pensamientos, sus emociones y sus sentimientos. Adoptar una actitud de escucha es apartar nuestros pensamientos y concentrarnos en las expresiones del otro. Toda la energía la ponemos en las necesidades de la otra persona, lo que la hace sentirse reconocida y estimada, es sin duda una caricia emocional. Muchas veces no dejamos que los demás hablen tranquilamente y nos oponemos agresivamente a cualquier cosa que digan. Aprender a escuchar a las otras personas, por más que no estemos de acuerdo con lo que ellos dicen, tiene que ser una de las cuestiones básicas de nuestro desenvolvimiento cotidiano. Permitir que la persona con la que estamos charlando termine de expresar sus pensamientos antes de comenzar a formular una respuesta, también es fundamental para un buen entendimiento sin malentendidos, y a la par, podemos obtener información relevante acerca de la persona que tenemos al lado para conocerla mejor. La importancia de escuchar durante la comunicación es algo que vale la pena tener en cuenta. La escucha activa trae consigo una serie de beneficios, entre otros: genera confianza, reduce la resistencia de nuestro interlocutor, genera autoestima y carácter. Saber escuchar es una prueba de respeto hacia nuestro interlocutor. Recordá que se aprende más escuchando que hablando. Y como dice Goethe “Hablar es una necesidad, escuchar es un arte”. Namasté. Hasta la próxima. Mariposa  Luna Mágica.

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