Una grieta es una abertura larga y estrecha producto de la separación de dos materiales. En los últimos años se usó ese término para referirse a las diferentes posturas que existen en la sociedad en diversos ámbitos.
inicia sesión o regístrate.
Una grieta es una abertura larga y estrecha producto de la separación de dos materiales. En los últimos años se usó ese término para referirse a las diferentes posturas que existen en la sociedad en diversos ámbitos.
Las que más resuenan son aquellas que tienen que ver con problemáticas sociales o de índole político. Si bien, en estos terrenos siempre hubo dos o más posturas, parece ser que hoy en día la sociedad argentina está más dividida que nunca porque cada vez son más los temas de debate que subyacen y que dividen diferentes formas de pensar.
Cada forma de pensar es válida y es importante. Siempre y cuando respete a las de los demás y tenga el fundamento suficiente para ser viable. Una condición ineludible de ese fundamento es que se base en el respeto, en la inclusión de todos y en la empatía. Valores que muchos no poseen a la hora de pensar y elaborar una forma de ver la realidad.
Sos, ¿Kirchnerista o Macrista?, ¿Radical o Peronista?, ¿de izquierda o de derecha?, son algunas dicotomías que muestra el escenario de la política. Mientras que en temas sociales, llevás puesto el ¿pañuelo verde o el celeste? o si ¿estás a favor o en contra de la baja de la imputabilidad?, son otras.
Cada uno de estos antagonismos crean grietas que dividen, separaran y destruyen. En cada bando siempre hay un fanatismo que perturba al bando opositor y también a los que no se posan en ninguna de las veredas. Fanatismo que irrumpe la paz social y ensucia a cualquier discusión "sana".
Ese es el mismo fanatismo que se olvida de todo para imponer su postura, se olvida de los valores que debe tener cualquier ciudadano para que todos vivamos en paz. Defender una forma de pensar no está mal, lo que sí está muy mal es hacerlo sin argumentos y sin conciencia, atacando y ejerciendo actos de violencia.
Lo malo de todo eso es que vemos al que piensa distinto como al enemigo. Pero se puede hacer algo distinto y eso puede cambiar: además de aceptar la opinión del otro, siempre y cuando no vaya en contra de los derechos humanos como respaldar un genocidio por ejemplo, debemos unirnos ante causas solidarias que nos ayudan a crecer como sociedad y a ser mejores personas.
Cito ese ejemplo porque me parece que hay situaciones injustificables que a cualquier ser humano les causan indignación, o al menos a cualquier ciudadano "bueno".
Más de una nación se levantó después de pasar por etapas de crisis y hasta por guerras pero eso ocurrió gracias a que muchos dejaron su orgullo de lado, sus posturas y se unieron bajo una sola consigna que es levantar a un país a través de actos de solidaridad y compromiso para que a partir de esa unión se puedan resolver las problemáticas que existen.
Creo que todos estamos de acuerdo en que ninguna persona inocente más debe morir por un homicidio, o una mujer por violencia de género o un niño por desnutrición, por ejemplo, y para que eso no ocurra más no queda otra que unirnos y ser solidarios con el otro.
Que cada uno piense como quiera, pero que todos tiremos para el mismo lado y nos cobijemos para salir adelante ¿es un sueño utópico?