Un hecho de violencia familiar en contra de un niño de 9 años fue denunciado por una maestra de la zona rural de la provincia de Jujuy.
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Un hecho de violencia familiar en contra de un niño de 9 años fue denunciado por una maestra de la zona rural de la provincia de Jujuy.
Trascendió que la tutora habría amenazado a la directora a quien le dijo "que no debía preguntarle al niño dónde dormía"
Fuentes judiciales cercanas al hecho afirmaron que la denuncia se habría radicado el pasado lunes, luego de que directora del establecimiento comprobara el maltrato que sufre un alumno de la escuela a su cargo.
Entre las maltratos que recibió el niño en su domicilio por parte de sus progenitores, sería el de tener que hacerse cargo de las tareas del hogar una vez que llega de estar en clases.
El alumno habría concurrido con las manos y los pies lastimados en reiteradas oportunidades, que le llamo la atención a la maestra de grado que le comunicó la novedad a la directora.
En la declaración habría quedado establecido que en un principio la víctima no habría querido decir las razones por las cuales tenía sus manos lastimadas.
Fue en una oportunidad que un compañero habría avisado que además tenía lastimados sus pies, por lo cual el personal comenzó a dialogar con el niño, ganándose de a poco el cariño y la confianza del mismo.
Relato estremecedor
En la denuncia formulada por la directora queda establecido que el niño sufría un permanente maltrato por parte de sus padres, aunque no quedó debidamente establecido si la pareja de la mujer es el padre biológico o cuáles serían las razones que motivaban que, entre otras cosas, deba lavar toda la ropa del grupo familiar y realizar una serie de tareas que normalmente están reservadas para los adultos.
Una versión recogida por El Tribuno de Jujuy da cuenta que al llegar de regreso a la casa lo habrían obligado a no utilizar calzado para que el mismo le dure y esa podría ser una de las razones por las cuales el menor tenía lastimados sus pies.
También habría declarado que dormía arriba de un cuero que le tiraban en la habitación, sin que se especifique si era el único que dormía en el piso.
La directora dejó asentado que en una oportunidad, la tutora las habría amenazado diciendo que "no eran nadie para preguntarle al niño cómo o dónde dormía" y si seguían así no lo mandaría más a la escuela.