MARTÍN HORACIO, Abogado, especialista en Relaciones Internacionales
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MARTÍN HORACIO, Abogado, especialista en Relaciones Internacionales
“La responsabilidad es esencial en el ser humano, :ya que no es por cuestiones divinas lo que nos sucede, es por nuestras decisiones”.Nietzsche-
Responsabilidad: Es la capacidad existente en todo sujeto para reconocer y aceptar las consecuencias de un hecho realizado libremente. Proviene del latín medieval responsabilis “que requiere respuesta”, y éste deriva del latín responsare “responder”. El concepto es claro y funciona en todos los países salvo (y siempre hay una excepción) en Argentina. Aquí lo que no funciona es el hecho cotidiano de que los que están arriba (poderes públicos, directores de empresas privadas, banqueros, financieros, y la lista es larga) respondan por sus actos, sus dichos o sus omisiones. Es cierto, lentamente se está cambiando eso, pero es lento e incompleto.
El congreso nacional o los provinciales y los concejos deliberantes son autónomos y autárquicos, pero jamás de los jamases han querido regular un sistema de inasistencias a las sesiones de sus cámaras, y su correspondiente sanción, en cualquier otro ámbito laboral, si no vas a trabajar o tu productividad es muy baja, ¿adiviná que te pasa?
Vemos políticos que han mostrado por años un rostro y una posición, forjada a través de declaraciones públicas y dichos grandilocuentes que, por conveniencia, borran con el codo lo escrito con la mano. No hay sanciones ni penas, o estas llegan tan tarde que no representan a la Justicia, ellos están por encima de la ley.
Lo importante de la responsabilidad es su ejercicio. Pero desde arriba hacia abajo, el dar el ejemplo. En la Grecia antigua, las polis tenían como norma que al político que incumpliera sus promesas públicas o violara los deberes de funcionario se le cortaba la lengua.
Para ser responsable se deben tener valores. Una persona responsable es justa, es ética, genera confianza, es solidaria, no quebranta las leyes, valora el trabajo en equipo, respeta al otro aceptando su responsabilidad. Esto si lo trasladamos a la familia y la comunidad enriquecería enormemente nuestro país.
Que pasa aquí. Ha ocurrido lo contrario, el responsable es el estúpido que cumple, el ciudadano normal, el que le cuesta encontrar en las personas públicas que ve y escucha en los medios, signo alguno de responsabilidad (salvo honrosas excepciones) y por ende lentamente él también se hace irresponsable, se cansa de ser el burro (existe un famoso dicho “Haz lo que yo digo mas no lo que hago”, lamentablemente el ser humano aprende y ejercita el ejemplo y no los dichos).
Ahora bien, si entendemos que un estado (Argentina, por ejemplo) es fruto de un acuerdo entre sus habitantes para conformar esa comunidad. Si nadie es responsable, o mejor dicho si existe una masa critica de irresponsables, ese acuerdo cae y ese país se desintegra. En octubre se elige nuestro próximo presidente, y nuestros representantes al congreso, al votar, tengamos en cuenta que partidos y candidatos han sido responsables y cuales irresponsables.