¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

16°
20 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Aprueban reconocimiento para los excombatientes

Se colocará una placa en cada casa en la que vivió o vive un excombatiente del conflicto bélico de las Islas Malvinas.
Jueves, 20 de junio de 2019 01:00

El Concejo Deliberante aprobó el proyecto del interbloque "Por Palpalá" mediante el cual se colocará en cada vivienda en la que vivió o vive un excombatiente del conflicto bélico de las Islas Malvinas, una placa de reconocimiento por haber participado en la guerra de 1982 por la recuperación del archipiélago austral, que tengan domicilio en el departamento Palpalá. La entrega de las placas a 20 veteranos se hará en octubre.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

El Concejo Deliberante aprobó el proyecto del interbloque "Por Palpalá" mediante el cual se colocará en cada vivienda en la que vivió o vive un excombatiente del conflicto bélico de las Islas Malvinas, una placa de reconocimiento por haber participado en la guerra de 1982 por la recuperación del archipiélago austral, que tengan domicilio en el departamento Palpalá. La entrega de las placas a 20 veteranos se hará en octubre.

 

La entrega de las placas a 20 veteranos de Palpalá se hará en octubre, según lo informado por el Concejo Deliberante.

 

El tratamiento de la propuesta del interbloque fue aprobado en la sesión ordinaria de ayer por la totalidad de los ediles, es una iniciativa del concejal Fabián Rodríguez y del concejal e intendente electo Rubén Eduardo Rivarola.

En relación a la placa deberá contener la leyenda: "Aquí vive el Ciudadano Ilustre Palpaleño (nombre y apellido del ciudadano distinguido), excombatiente del conflicto bélico de las Islas Malvinas", o "Aquí vivió un Héroe Palpaleño (nombre y apellido del distinguido), caído en combate por la Soberanía de las Islas Malvinas en el conflicto bélico de 1982".

A partir de la promulgación de la ordenanza, cuando se produzca el deceso de algún excombatiente de Malvinas residente en la jurisdicción de Palpalá, su velatorio se llevará a cabo en el recinto de sesiones del cuerpo deliberativo, como corresponde a un Ilustre Ciudadano Palpaleño, con los honores de Héroe de la Patria, previo consentimiento de sus familiares directos, quienes podrán optar por un velatorio privado o uno oficial con las honras del caso.

En caso de que los familiares del extinto opten por un velatorio privado, el órgano de aplicación dispondrá el envío de una palma o corona en nombre del municipio y de la población de Palpalá.

El proyecto aprobado indica que se ordenará que en las dependencias oficiales del municipio se ice bandera a media asta; contempla la entrega de placa para la lápida en nombre del municipio y el Pueblo de Palpalá, cuyo texto contendrá esta frase o similar: "Aquí descansan los restos de un Héroe de Malvinas... En nombre del municipio y del Pueblo de la Municipalidad de Palpalá".

POR UNANIMIDAD / LOS EDILES APROBARON LA INICIATIVA DE RUBÉN EDUARDO RIVAROLA Y FABIÁN RODRÍGUEZ.

En caso de que los familiares del extinto opten por un velatorio oficial, el órgano de aplicación dispondrá un servicio fúnebre especial; corona en nombre del intendente y del presidente del Concejo Deliberante.

El proyecto de ordenanza responde a la convicción de que corresponde a la dignidad de un pueblo recordar a quienes han ofrendado su vida o han padecido penurias o dolores en un cometido en el que estaba comprometido el sentimiento patriótico. Una comunidad debe rendir tributo a los que nunca regresaron del infierno de la guerra y testimoniar su reconocimiento a quienes pudieron retornar.

Es cierto que un vasto sector de la sociedad, en lo profundo de su espíritu y más allá de la aparente indiferencia que sugiere la rutina de los días, mantiene vivo el sentimiento de afecto y gratitud hacia los ciudadanos que, con heroísmo y voluntad de sacrificio, supieron cumplir el juramento de "defender nuestra bandera hasta perder la vida", sin pedir nada a cambio. Pero ese emocionado recuerdo debe traducirse en manifestaciones o en hechos concretos.

Si las expresiones de agradecimiento no se renuevan periódicamente, van perdiendo vigencia y la memoria tiende a desvanecerse. Se trata, entonces, de honrar a esos palpaleños, cuyos nombres no todos recordamos, pero cuyo gesto merece un lugar en la conciencia de la comunidad toda.

Por supuesto, nadie debe confundir esa noble actitud de homenaje y recogimiento con la justificación de errores o el encomio de desatinos: no es la guerra la que se ensalza, sino a quienes protagonizaron la contienda, porque así se lo demandó en su momento la sociedad.

En esa guerra la suerte de las armas no estuvo de nuestro lado y esto, naturalmente, ha dado motivo a justificados reproches deprimentes para nuestro decoro ciudadano. Muchas veces se han formulado, y con razón, severas críticas y duras acusaciones por la forma deficiente en que fue conducido el conflicto del Atlántico Sur por parte de los altos mandos de nuestro país. Pero eso de ningún modo y en ninguna circunstancia puede empañar el homenaje a los héroes.

Acercarlos a la comunidad

La derrota, aunque duela, no puede ensombrecer el galardón moral de quienes fueron fieles a su dignidad de soldados. Sería inaceptable que una sociedad negase su reconocimiento a quienes supieron enfrentar dignamente los riesgos que se les ordenó afrontar. La adversidad al cabo del sacrificio, la decepción como desenlace del peligro, deben ser vistos como prenda de unión, como el lazo que vincula a los que aquí estamos con los que ya no están o están de otra manera. Igual que hace treinta y siete años, no hay nada para festejar, pero el recuerdo es inmune a toda contaminación y no muere: renace en la transparencia y la emoción del justo homenaje a los veteranos de guerra y, por supuesto, a los caídos.
El homenaje que propone el proyecto finalmente aprobado tiene como objetivo acercarlos a la comunidad, poniéndolos en el lugar que se merecen para que quienes así lo deseen puedan saber dónde viven o dónde vivieron, y así reconocerlos, identificarlos y honrarlos. Para lograr esto, se aprobó que el municipio coloque en cada vivienda una placa de reconocimiento.