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Multitudinario desfile del orgullo Lgbt en San Pablo

Tres millones de personas desfilaron por la principal avenida de la ciudad para exigir respeto por la diversidad. Días atrás la Corte Suprema de Justicia que tipificó a la homofobia como un delito penal equiparable al racismo.

Lunes, 24 de junio de 2019 01:03

Tres millones de personas participaron ayer en San Pablo del primer desfile del Orgullo Lgbt de la gestión del presidente Jair Bolsonaro, a sólo diez días del fallo de la Corte Suprema de Justicia que tipificó a la homofobia como un delito penal equiparable al racismo.

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Tres millones de personas participaron ayer en San Pablo del primer desfile del Orgullo Lgbt de la gestión del presidente Jair Bolsonaro, a sólo diez días del fallo de la Corte Suprema de Justicia que tipificó a la homofobia como un delito penal equiparable al racismo.

La masividad de la marcha es una reacción destacada en un país que hace menos de un año votó a un presidente como Bolsonaro, que ha dicho aún durante la campaña que "sería incapaz de amar a un hijo homosexual" y de ser así que preferiría que "muera en un accidente a que aparezca con un hombre con bigote por ahí".

A lo largo de la semana, la presidenta de la Asociación del Orgullo Lgbt, Cláudia Regina García, predijo que la gente saldría a las calles y los gobernantes entenderían que "nadie va a volver a casa, al armario o a las ’senzalas’", como se denominaban a los antiguos alojamientos de esclavos en Brasil.

"Cada uno sabe de su vida. El presidente debería cuidar de la política y de los problemas de Brasil en lugar de meterse con la opciones individuales de cada uno", señaló la jubilada Ana S., una "heterosexual de por vida", que cree que "la diversidad debe ser celebrada" y todas las preferencias "deben ser respetadas".

En este clima, millones de personas confirmaron el pronóstico de García llenaron la Avenida Paulista, en el corazón de la capital económica de Brasil, donde grupos conformados por las más diversas edades y estilos desfilaron y bailaron, dedicándole besos y gritos al mandatario brasileño.

La prensa local describió al masivo acto de reinvidicación como "una gran fiesta" de más de seis horas reunida bajo consignas en defensa de "nuestras conquistas, nuestro orgullo de ser Lgbt".

Los manifestantes también portaban pancartas con leyendas como "Nuestra arma es el amor", "Transformamos vergüenza en orgullo" y "Él no, fuera Bolsonaro".

El alcalde de San Pablo, Bruno Covas, del Partido Brasileño de la Democracia Social, participó de la marcha y destacó ante la prensa que "lo más importante" del evento es "mostrar a Brasil y al mundo" que la ciudad "quiere ser una referencia en los Derechos Humanos".

Covas, sin mencionar a Bolsonaro, dijo que es "muy triste" ver "casos como la dimisión" de un director de banco porque "contrató a actores y actrices Lgbt para un comercial", en referencia al veto presidencial a una propaganda del estatal Banco do Brasil, que culminó con el despido del director de comunicación de la institución.

El pasado 13 de junio la Corte Suprema de Brasil dictaminó que la homofobia es equivalente al racismo y por tanto debe tratarse en los tribunales como un delito penal similar, a la vez que declaró "omiso" al Parlamento, que jamás ha legislado sobre el asunto.

En la actualidad, en 14 estados brasileños ya existe algún tipo de sanción civil en caso de crímenes ligados a la cuestión de género, como multas o pérdida de licencia comercial.

 

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