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Consumo de drogas: "Hay un estigma social que los hunde aún más"

Miércoles, 26 de junio de 2019 01:01

Para que las personas logren recuperarse y vencer esa adicción es muy importante que la sociedad tome conciencia, "es un proceso que necesita de todos. Acá hay un equipo profesional que los va a acompañar, pero es necesario el apoyo de la familia y de la sociedad. La campaña de mañana (por hoy) tiene el lema de la no criminalización de los usuarios de sustancias, eso es muy importante", comentó al respecto Silvina Kindgard del Diat de Forestal.

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Para que las personas logren recuperarse y vencer esa adicción es muy importante que la sociedad tome conciencia, "es un proceso que necesita de todos. Acá hay un equipo profesional que los va a acompañar, pero es necesario el apoyo de la familia y de la sociedad. La campaña de mañana (por hoy) tiene el lema de la no criminalización de los usuarios de sustancias, eso es muy importante", comentó al respecto Silvina Kindgard del Diat de Forestal.

 

El 26 de junio de cada año se celebra el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas.

En ese sentido mencionó a la Ley de Salud Mental que dice que los consumos problemáticos deben ser tratados como parte integrante de los problemas de salud mental, "pero sigue vigente otra ley que los penaliza. Eso es un retroceso en el tratamiento, porque la criminalización de una persona que atraviesa por una situación de consumo contribuye al estigma de esa persona. Sin el apoyo de la gente es difícil porque hay un estigma social que los hunde aún más", dijo.

Al respecto, señaló que es una problemática que "preocupa a todos y que está vigente en la sociedad por eso la comunidad entera debe involucrarse. Ellos salen con la ayuda de todos. Decimos que ellos atraviesan una situación de consumo porque estamos convencidos que pueden salir de eso y tener proyectos de vida, pero si la sociedad no brinda ese apoyo solidario se hace más complejo. El sistema de salud, la educación, la parte laboral y toda la sociedad se debe comprometer".

Existen muchos factores que confluyen para que una persona tenga este tipo de problema, "nos enfocamos en ese sufrimiento que tiene y qué lo lleva a eso. La exclusión que sufren hace más difícil acceder al sistema de salud o al educativo. Estigmatizar y criminalizarlos, señalándolos, expulsándolos de la escuela o del trabajo lo que hacemos es hundirlos más", añadió.

“CAMPEONES”/ JÓVENES DEL DIAT DE ALTO COMEDERO SONRIENDO DURANTE UN EVENTO DEPORTIVO.

En el Diat que se encuentra en Forestal se realizan diversos talleres para contener a los pacientes por medio del deporte, el arte, la tapicería, carpintería, chapa y pintura, artesanía y circo, entre otros.

Sobre eso, Kindgard afirmó que tienen mucho contacto con la guardia de Salud Mental que también se encuentra en la ciudad siderúrgica. Además, cuentan con un transporte gratuito que todas las mañanas, desde las 8, recorre barrios capitalinos y palpaleños para llevar a los pacientes y luego los busca para que regresen a sus hogares.

Desde hace poco que cuentan con esa movilidad por ello están proyectando acercarse más a barrios de Palpalá para detectar más casos y ayudarlos.

Eventos para hoy

Por cuarto año consecutivo el Diat de Alto Comedero realizará un maratón y una presentación en vivo de bandas para concientizar sobre esta problemática. El evento será hoy desde las 8.30 hasta las 13.30.

En el maratón participarán unos 800 adolescentes que asisten a escuelas del barrio.

Será en la sede de la institución que está ubicada sobre la avenida Forestal esquina avenida Carlos Snopek.

También habrá talleres sobre perspectiva de género y salud sexual y reproductiva.

En Palpalá

El Diat de Forestal realizará su evento en el Paseo de las Flores que está ubicado sobre avenida Martijena de la ciudad siderúrgica desde las 14 hasta las 18.

Habrá bandas en vivo que tocarán de forma voluntaria y repartirán chocolate. El festival se realizará mediante una tarea en conjunto con el hospital "Wenceslao Gallardo", las salas de primeros auxilios de la localidad, escuelas y el municipio.

 

El lema es "Salud para la justicia, justicia para la salud" y busca concientizar sobre la no criminalización del que consume.

Relato de superación

Yesica y Manuel son dos jóvenes que lograron vencer a una adicción y a todos los problemas que conlleva eso. No sólo la superaron, sino que hoy en día son voluntarios y brindan charlas a aquellas personas que atraviesan momentos similares a los que pasaron ellos.

Manuel Colque a los 14 años empezó a drogarse junto a sus amigos del barrio, situación que lo llevó a tener un roce con la delincuencia y las peleas callejeras. A los 19 años conoció un lugar que le cambió la vida. “Una noche fuimos a ver a Gimnasia con mis amigos, el hecho de ir a la cancha era siempre para volver drogado y borracho, esa noche además de estar en ese estado me había agarrado a pelear. Al salir del estadio me dirigí a un lugar en donde estaban todos mis amigos para seguir tomando y me encontré con uno de ellos que estaba contándole a los demás sobre un hogar pero nadie lo escuchaba. Yo sí lo escuché, fue ahí cuando sentí que era el momento de intentar cambiar”, manifestó. 

A partir de esa noche empezó a visitar el Hogar “Pequeña Belén” y a dejar esos malos hábitos, “acá encontré a una familia, me dieron la contención que yo tanto necesitaba. Yo tenía problemas familiares y eso hizo que me meta en la droga, acá encontré todo lo que anhelaba para estar bien”, relató Colque.

Manuel, que hoy tiene 31 años, colabora en “Pequeña Belén” dando charlas a los jóvenes que llegan con problemas similares al que tuvo él, “cuando me recuperé, traje a muchos chicos que se drogaban como yo, y hoy en día ya no lo hacen más”. 

Yesica Guzmán, por problemas familiares, desde los 15 años empezó a escaparse de su casa y conoció las drogas y el alcohol. Contó que “consumía lo que venía, todo tipo de estupefaciente y me hice adicta a la pasta base. Por andar así, sin darme cuenta de nada, quedé embarazada. Dejé todo por un tiempo cuando nació mi hijo, pero a los dos años volví a caer en eso. Me juntaba con gente que robaba, y yo también lo hacía, pero no me daba cuenta del mal que cometía”. 

A pesar de tener un niño de dos años, Yesica se encontraba inmersa nuevamente en las adicciones, “la que me ayudó a salir fue mi hermana porque me trajo al hogar. Acá me encontré con mucho afecto, sentí que me querían, que tenía una familia que me cuidaba. Desde que estoy acá no tengo ni el mínimo deseo de drogarme”, dijo.