Brasil está en las semifinales de la Copa América que organiza en su casa. Anoche, con sufrimiento, se impuso 4 a 3 a Paraguay, después de haber empatado 0 a 0 en tiempo reglamentario. Ahora espera por Argentina o Venezuela.
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Brasil está en las semifinales de la Copa América que organiza en su casa. Anoche, con sufrimiento, se impuso 4 a 3 a Paraguay, después de haber empatado 0 a 0 en tiempo reglamentario. Ahora espera por Argentina o Venezuela.
El primer tiempo pasó sin pena ni gloria. Si bien el dueño de casa se mostró más incisivo, no tuvo ideas claras en los últimos metros. En realidad, equivocó el camino, ya que dominó el juego, pero jamás terminó cada ataque con un tiro al arco. Tocó el balón más de la cuenta en la puerta del área, sin lastimar. Hasta los propios hinchas reprochaban esa falta de determinación.
Los "guaraníes", en tanto, defendieron con orden y criterio. Con línea de cinco en el fondo y volantes solidarios para recuperar la pelota le complicaron la existencia al rival durante los primeros 45 minutos.
El cero a cero final estuvo bien por lo visto.
En el complemento, Tité mandó a Brasil diez metros más arriba. Y de esta manera, ahogó al equipo del argentino Eduardo Berizzo en su campo. Y fue un monólogo.
Encima, Firminio entró a pura velocidad, Balbuena y el árbitro chileno Roberto Tobar no dudó en cobrar el penal. Sin embargo, el VAR determinó que la infracción fue fuera del área -muy pocos se percataron el "detalle"-, pero castigó al defensor porque el delantero local se iba al gol. Balbuena fue expulsado y el campo se terminó de inclinar definitivamente.
Fernández debió exigirse ante un disparo de Allan de fuera de 25 metros y un rato más tarde fue Everton quien eludió a tres defensores, envió centro rasante y entre Firminio y Gabriel Jesús no pudieron abrir la cuenta. Increíble.
Un rato más tarde, Fernández atajó una pelota imposible tras un cabezazo en el punto del penal de Coutinhio. En el minuto 44, William reventó el palo en otra chance clarísima y en el adicional Everton pateó alto en el área chica. No hubo tiempo para más y los penales decidieron la suerte para el dueño de casa, que se ilusiona con gritar campeón.