Un exempleado de un café -resto ubicado frente a plaza Belgrano fue detenido en la madrugada del sábado tras comprobarse que, durante los últimos 9 meses, sustraía dinero de la caja.
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Un exempleado de un café -resto ubicado frente a plaza Belgrano fue detenido en la madrugada del sábado tras comprobarse que, durante los últimos 9 meses, sustraía dinero de la caja.
Como modus operandi, el sujeto elegía ingresar horas después del cierre del local con una copia de las llaves del local, para sustraer la recaudación diaria del comercio. En su último intento fue sorprendido “infraganti” por el dueño del local, quien logró atraparlo con la ayuda de un amigo.
En su desesperación intentó escapar amenazando a sus captores con un cuchillo que se encontraba en una de las mesas del lugar, pero fue reducido hasta que llegaron efectivos de la Brigada de Investigaciones. Antes de ser esposado confesó ser el autor del hecho y dijo que “que devolvería todo el dinero”.
Se estima que en total se habría llevado alrededor de 60 mil pesos en efectivo, vajillas, una notebook (valuada en 40.000 pesos), mercaderías y hasta el teléfono celular del negocio. Aparentemente no actuaba solo y tendría como cómplice a un vendedor ambulante de la zona.
En diálogo con El Tribuno, uno de los propietarios, quien razones seguridad decidió no dar su nombre, relató lo sucedido destacando que sufrió una gran angustia al enterarse de que “un trabajador a quien le tenía afecto y confianza” era responsable de los robos.
“En noviembre del año pasado sufrí el robo de una computadora portátil, de tan solo tres semanas de uso, que desapareció paradójicamente justo en horario y lugar de trabajo de esta persona”, comentó el damnificado, quien decidió en ese momento creer la justificación del empleado, que le manifestó “no haber visto nada”.
Desde momento y a la fecha, empezó a notar que los balances realizado del dinero que ingresaba no se coincidía con su registro, lo que lo hizo sospechar de un “robo hormiga”. “Siempre faltaba dinero, pero montos menores, de 800 pesos por ejemplo”, añadió, lo que terminó en más una denuncia en la policía.
En los últimos meses pudo notar, al menos en tres oportunidades, faltante de dinero de sumas elevadas, situación que lo obligó a quedarse durante la última semana más horas en el local y de guardia fuera de él para saber quién era el autor de los reiterados robos.
“Era una persona que lo largo de 1 año y 2 meses (desde octubre de 2017 a enero de este año) se había ganado nuestro afecto y la confianza en el trabajo, eso es lo que más duele, en los demás soy persona que intenta practicar el concepto de ´resiliencia´. Todo lo que perdimos, junto a mi socia, lo vamos a recuperar con el tiempo porque somos personas emprendedoras y con muchas fuerzas para seguir”, concluyó.