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Para votar, la tecnología no

Miércoles, 05 de junio de 2019 01:03

Estamos a días de las elecciones, parte central de la campaña electoral para cargos provinciales, municipales y comunales está llegando a su fin en las próximas horas, y será coronada el domingo con las elecciones. Aunque todavía nos queda llegar a las “Paso”, las elecciones generales en octubre, y un eventual balotaje presidencial en noviembre.

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Estamos a días de las elecciones, parte central de la campaña electoral para cargos provinciales, municipales y comunales está llegando a su fin en las próximas horas, y será coronada el domingo con las elecciones. Aunque todavía nos queda llegar a las “Paso”, las elecciones generales en octubre, y un eventual balotaje presidencial en noviembre.

Es decir que, durante el 2019 los jujeños debemos emitir nuestro voto al menos tres veces, aunque, en base a los números que se vienen mostrando a nivel nacional, es muy probable que se produzca, nuevamente, un balotaje presidencial.

En medio de cada elección sobrevuela la idea de mejorar la forma de emitir sufragio, analizando el uso de la boleta única de papel, tal como se hace en Santa Fe, o con el polémico voto electrónico, sistema utilizado en la provincia de Salta y en Ciudad Autónoma de Buenos Aires como los principales distritos.

Durante el primer año de gestión de Mauricio Macri, intentó replicar lo hecho durante su gestión como jefe de gobierno porteño, para incorporar el voto electrónico al sistema electoral argentino. De hecho, fue tratado por el Congreso de la Nación, dónde la comunidad vinculada a la seguridad informática estalló en contra de la iniciativa por las graves vulnerabilidades que tiene el sistema.

Cuando el parlamento nacional se dispuso a debatir los alcances de la Reforma Electoral, y con ella el desembarco del voto electrónico, especialistas y entusiastas informáticos participaron de las presentaciones realizadas en el Congreso de la Nación, y esas debilidades, abrían la posibilidad de la intervención del voto de parte de un tercero. Es decir, que la voluntad y la decisión privada del votante podría ser modificada, y hasta expuesta.

La modificación del sistema electoral argentino es una deuda que todavía tiene la política con la sociedad. Es que el votante de Jujuy, como de distintos lugares la Argentina, al ingresar al cuarto oscuro se encuentran con un sinfín de boletas, de colores y candidatos que pueden “marear”. Por eso, es necesario encontrar una forma, un sistema o un método que garantice el derecho y la participación de la ciudadanía de manera más simple, como así también la seguridad y el secreto del voto, algo que hasta el momento la tecnología no puede hacer.

En ese sentido hay que destacar las diversas denuncias en contra del voto electrónico que existen a nivel internacional, y los numerosos antecedentes de países que decidieron dar marcha atrás en su implementación por los riesgos que trae aparejado su utilización.

Por ejemplo, actualmente, en Estados Unidos, cerca del 30% de los condados votan a través de una interfaz tecnológica, y durante las últimas elecciones presidenciales se registraron denuncias de todo tipo. De hecho, una investigación de la CIA comprobó que se intervinieron y modificaron miles de votos. 

En el mundo, solo en Brasil el voto electrónico está implementado en todo el territorio. Es que si bien, existen casos de su uso en Alemania, Holanda, Bélgica, Francia, Dinamarca, Suecia, Italia, Canadá, México, y Estados Unidos, y muchos más, salvo algunas excepciones, en la mayoría se lo desestimó por sus inconsistencias en materia seguridad y resguardo de la privacidad y decisión de los electores. Debiendo regresar a la boleta única de papel o al voto sábana, utilizado actualmente en la mayoría de los distritos de la Argentina.

En diálogo con El Tribuno de Jujuy, Javier Smaldone, uno de los especialistas que encabeza la cruzada a nivel nacional contra el voto electrónico, parafraseando a Ortega y Gasset reflexionó alguna vez, “la salud de las democracias, cualesquiera que sean su tipo y su grado, depende de un mísero detalle técnico: el sistema electoral, todo lo demás es secundario".