El maravilloso mundo de la Internet y la necesidad de tener la noticia al instante hacen que en muchas ocasiones, el periodismo se vea alterado en sus principios éticos o más básicos provocando la desinformación. Como integrante de la página web de El Tribuno de Jujuy me resulta inevitable destacar este obstáculo en el que caemos muchos medios digitales actualmente.
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El maravilloso mundo de la Internet y la necesidad de tener la noticia al instante hacen que en muchas ocasiones, el periodismo se vea alterado en sus principios éticos o más básicos provocando la desinformación. Como integrante de la página web de El Tribuno de Jujuy me resulta inevitable destacar este obstáculo en el que caemos muchos medios digitales actualmente.
Ante la velocidad con la que se maneja la información, su edición o simplemente su verificación pasan a segundo plano dejando como principal premisa "buscar tráfico y generar ingresos".
El compromiso asumido de analizar, narrar y exponer lo que sucede es dejado de lado para mostrar sólo una porción o todo lo que no corresponde visibilizar. Como si la información nos tomará de golpe y rápidamente saliera de nosotros escupiendo un manojo de datos.
La competencia, la banalidad y el sensacionalismo nos están superando en un mundo donde la gente necesita más que nunca conocer lo que sucede y aprender junto a nosotros el buen manejo de la información digital.
La aparición de las fake News (noticias falsas) y la rápida viralización de eventos en redes sociales nos llama a hacer un alto y recordar que el rol del periodista no busca manipular, ocultar o servir a un sector. Somos periodistas para ayudar a la comunidad, para denunciar y narrar lo que sucedió, lo que sucede y por qué sucede.
Si bien esta hermosa labor se torna difícil cuando los recursos no son suficientes es cierto que la pasión no se controla, solo se deja fluir.
El peligro de la inmediatez en la era digital solo puede ser controlado por los comunicadores que a diario son el puente con la comunidad.
Finalmente, recuerdo las palabras que el periodista polaco Ryszard Kapúscinski dijo acerca de esta profesión: "para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias". En este día, saludos para ellos, los buenos periodistas.