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19 de Abril,  Jujuy, Argentina
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De San Cayetano a cocinar por diferentes países del mundo

El jujeño Sergio Vilca es gastrónomo, se especializó en comida asiática y hoy despliega su talento en Barcelona.
Sabado, 08 de junio de 2019 18:22
EN HOTEL "LOS TABIJOS" EL JUJEÑO VILCA JUNTO A SUS COLEGAS CUANDO BRINDABA SERVICIO EN EL PAÍS DE BOLIVIA

Quién no escuchó alguna vez acerca del pibe del barrio humilde que con esfuerzo llegó a cumplir su objetivo, de allí también viene esa típica pregunta que a muchos nos hicieron desde niños ¿Qué querés ser cuando seas grande? Y la repuesta se ve reflejada en Sergio Alberto Vilca de 34 años, un jujeño de pura cepa que desde niño descubrió su pasión por la gastronomía, se perfeccionó en comida asiática como el sushi, viajó por diferentes países del mundo y actualmente reside y trabaja en Vic, capital de la comarca de Osona, situada en la provincia de Barcelona, España.

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Quién no escuchó alguna vez acerca del pibe del barrio humilde que con esfuerzo llegó a cumplir su objetivo, de allí también viene esa típica pregunta que a muchos nos hicieron desde niños ¿Qué querés ser cuando seas grande? Y la repuesta se ve reflejada en Sergio Alberto Vilca de 34 años, un jujeño de pura cepa que desde niño descubrió su pasión por la gastronomía, se perfeccionó en comida asiática como el sushi, viajó por diferentes países del mundo y actualmente reside y trabaja en Vic, capital de la comarca de Osona, situada en la provincia de Barcelona, España.

 

Sushi, especialidad del jujeño. Es uno de los platos más reconocidos de la gastronomía japonesa y más popular internacionalmente.

Al recordar uno de los momentos de su infancia, Sergio contó que desde chico solía cocinar con su madre y sentía esa pasión por la gastronomía, "un día me llamó la atención ver a un hombre en la televisión al preparar un poco de arroz, darlo vuelta y armar un rollito, fue algo sorprendente y me dije ‘tengo que hacer eso’", relató.

EN VALENCIA, CLUB DE FÚTBOL SERGIO LUCIENDO LA "CASACA" DE GIMNASIA Y ESGRIMA DE JUJUY

 

Se crió en el barrio capitalino San Cayetano, es el menor de cinco hermanos, al finalizar la secundaria, en el año 2002 estudió en la Escuela Integral Gastronómica Celia, de la ciudad de Córdoba. En ese período, el país atravesaba una de las crisis económicas que afectó severamente el bolsillo de los argentinos, por lo que los padres de Sergio no pudieron seguir solventando su carrera.

Y así, sin dejarse caer optó por hacer un curso de barman, oficio que un tiempo después le abrió diferentes puertas de trabajo en su tierra natal. Como todo joven, disfrutó su etapa y no se privó de nada, salidas, bailes y encuentros con amigos en la cancha de Gimnasia y Esgrima de Jujuy fueron parte de su distracción, hasta que a los 26 años decidió "de lleno", estudiar en el Instituto Superior Escuela Gastronómica "Quinoa".

Ya en el año 2013, al cursar el segundo año de carrera, el jujeño pasó por la más aberrante de las circunstancias que puede resquebrajar a una persona, la pérdida de una madre. Y es que como dicen, el dolor puede traer un cambio de vida y, Sergio pudo salir adelante con el apoyo y contención de su familia.

Firme en sus convicciones y con el fin de lograr sus metas, continuó estudiando. Al recibirse, tuvo gratas oportunidades laborales, trabajó con un compañero de la provincia de Salta, con quien "pegó" buena onda. "Desde un principio tuve la idea de viajar y sabía que la gastronomía me podía dar esa posibilidad, siempre me llamó la atención el mundo japonés y su cultura", dijo.

"En Bolivia, Dubai y Rusia"

No fue hasta los 30 años que a través de un mensaje por internet le propusieron a Sergio ir a trabajar a Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), en el hotel "Los Tajibos", donde estuvo durante dos años y ocho meses brindando servicio en el restaurante denominado "Jardín de Asia". Allí se ofrecían platos exclusivos de comida asiática. "Empecé a hacer sushi, aprendí a trabajar con distintos pescados que sacaban del lago Titicaca", comentó.

Así fue que su talento y responsabilidad a la hora de trabajar fueron captados por una pareja que le propuso ir a trabajar a Japón, donde tuvo la posibilidad de aprender y poner en práctica la técnica Teppanyaki; una elaboración de la gastronomía japonesa que se realiza en una plancha de acero, el escenario en donde los chefs preparan este platillo y dan un show a los comensales al compartir su maestría.

PLATO ASIÁTICO - LAS ESFERAS DEL DRAGÓN, PREPARADO POR EL GASTRÓNOMO SERGIO VILCA

Pero eso no fue todo, antes de vivir esa magnífica experiencia en el país asiático, Sergio se preparaba para viajar al mundial de Rusia, junto a sus amigos de Argentina. Los primeros días de julio arribó a Japón junto a su colega Gonzalo Mamaní. Al comienzo estuvo en Nagoya, (la cuarta ciudad más grande de Japón) luego en Tokio y Suzuka, donde desplegó su potencial talento en la comida.

"Japón fue todo un reto"

La primera impresión que tuvo Sergio al pisar el país insular del este de Asia, lo relacionó con aquella serie de dibujo Los Supersónicos, como estar en otra galaxia. "Fue algo impresionante notar el avance del país, al igual que Rusia, la gente es muy educada y amable", agregando que "de ser un chico del barrio, ‘medio rústico’, para algunas cosas, el modo de vida de ese país y la importancia que sostienen del respeto, me ‘cambió la cabeza’", resaltaba.

Barcelona, donde hoy reside

El viaje no terminó ahí. Luego de tres meses de estar viviendo en Japón, este humilde jujeño decide probar suerte en Barcelona. Tras dirigirse a una entrevista laboral en Vic la comarca de Osona, contó que luego de haber tenido contacto con otras propuestas, presentía que ese lugar era donde desempeñaría su servicio. "Al llegar a España visité a un amigo que se encontraba en Cervera, perteneciente a la provincia de Lérida, estuve dos semanas allí y luego me fui para Barcelona a alquilar un monoambiente", mencionó.

Como todo jujeño, nunca perdió el interés y contacto con lo que pasaba en su país y su familia. Y cuando inicia su día, desayuna, mira los canales de televisión de Argentina, a veces sale a desayunar fuera de casa y a las 11 retoma su trabajo hasta las 15 para volver a las 19 y salir a descansar a las 23.

SELFIE - SERGIO SORPRENDE CON SU TALENTO DE GASTRONOMÍA EN CADA PAÍS QUE VISITA

Jujuy, su pueblo y cultura

Si hay algo que tiene bien en claro este humilde jujeño es que su objetivo es vivir en el extranjero por lo menos diez años, enriquecerse de experiencias, juntar plata y algún día regresar a su querido Jujuy. "Quisiera llegar con una idea y juntar los intercambios culturales que voy aprendiendo de diferentes países como Japón, que por cierto hay muchas cosas que tenemos en común con nuestros ancestros y cultura", nos contaba Sergio.

 

Y es que tal es su arraigo por su provincia que el hincha de Gimnasia, en cada lugar que ha visitado obsequió la "casaca" u objetos de su equipo con aquellas personas que compartieron al menos una charla y buenos momentos. Contó que hay días en que extraña comer un pastel con queso, api, una humita, compartir con amigos, ver al "Lobo" y comer un picante de "doña Carmen" del barrio en donde se crió.

Se propuso y lo logró

Claro es el mensaje que busca compartir Sergio a las nuevas generaciones, que se animen a conocer el mundo y luchen de manera constante por sus objetivos. "No me creo el mejor ejemplo pero me críe en un barrio humilde, me puse los pantalones y dije ‘lo voy a hacer’ y se me fueron abriendo muchos caminos" y acotó "cuando empecé a viajar nunca lo hice con la idea de no volver más a mi tierra, no concibo morir en otro lugar que no sea mi querido Jujuy".