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25 de Abril,  Jujuy, Argentina
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"Los sueños se pueden alcanzar"

Con sólo 15 años, la sampedreña Florencia Espín viene de coronarse recientemente campeona argentina de patín artístico. Fue en Neuquén y en pareja con su entrenador-consejero, Rodrigo Farell.En "mano a mano" con El Tribuno de Jujuy, la deportista contó de sus inicios, la fuerza de voluntad que tuvo para volver al deporte tras la muerte de su papá en un accidente y los desafíos que se vienen.
Lunes, 01 de julio de 2019 01:04
FLORENCIA ESPIN CURSA EL TERCER AÑO Y QUIERE SER VETERINARIA
EN LO ALTO. FLORENCIA ESPÍN Y RODRIGO FARELL BRILLARON EN NEQUÉN
FELIZ. LA SAMPEDREÑA Y SU MEDALLA DE ORO AL CONSAGRARSE CAMPEONA

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-¿A los cuántos años comenzaste a patinar?

-Desde los 3 mi mamá me llevaba. Fui a varios clubes. Estuve en Sociedad de Tiro y Gimnasia un tiempo. Después me cambié a Bella Luna durante un año y luego me quedé con Mario Ramírez en el Club Espat. Él me enseño mucho. Era mi profesor y posteriormente empecé a competir en diferentes torneos regionales en Salta, Tucumán y también en Jujuy. Tenía 10 u 11 años.

 

-¿Y sentías que era tu vocación?

-Sí, me apasionaba patinar. Después se armó una academia en San Pedro con la llegada de un profesor de San Salvador de Jujuy, Rodrigo Farell, quien es técnico nacional de patín artístico. Me avisan de su arribo a la ciudad y me preguntan si quería probar unas cuantas clases para ver. Hablo con mi mamá y le cuento la novedad. En realidad, nosotros ya nos conocíamos del ambiente, pero no habíamos tenido trato más allá de saludos cordiales. Mi mamá conocía a su papá Dante, que también tiene una dilatada trayectoria en el medio. Fui y me quedé definitivamente. Hablamos sobre cómo se iba a implementar todo, me gustó la idea porque además iba a ser federado. Quise avanzar y acepté.

EN LO ALTO. FLORENCIA ESPÍN Y RODRIGO FARELL BRILLARON EN NEQUÉN

 

-Pero, lamentablemente se produjo el accidente.

-El año pasado, volviendo a mi casa de una pretemporada en San Salvador, tuvimos un accidente automovilístico. Mi papá perdió la vida allí y yo sufrí lesiones, no serias, pero no sabía qué iba a ser de mí en cuanto al deporte. Estuve internada varios días. Tenía golpes, no podía caminar por el dolor de rodilla permanente y no podía mover el abdomen. Los estudios dieron que estaba todo bien, que sólo se trataba de traumatismo por el impacto.

 

-¿Y qué pasó después?

-Una vez que me recuperé, le dijo a mi mamá que quería volver y la academia ya estaba funcionando. El "Profe" le puso el nombre de mi padre, Ariel Emilio Espín, en homenaje a él y es un gesto que valoro mucho. Ya estaba con todas las pilas de nuevo y empecé a entrenar con todo. Rodrigo, un tiempo más tarde, me comunica que se venía un Torneo Nacional en Neuquén y me pide que vaya. Estuvimos un mes y medio preparándonos. También con alimentación adecuada y gimnasio para fortalecer al igual que resistencia. La idea era competir en "Pareja de alto", que es la categoría, y en "Libre" también.

 

-Me imagino la ansiedad por salir a la pista.

-Mucha. Apenas llegamos a Neuquén, practicamos las veces que pudimos, salimos a correr por la zona, observamos mucho. La competencia fue en el estadio "Ruca Che", donde estuvieron representantes de todo el país. A mí me tocó primero competir en "Libre" y entre 76 chicas terminé en el 56º lugar.

 

-¿Cómo fue la presentación con Rodrigo?

-Fue otra coreografía para pareja. También había muchos competidores, pero los jurados consideraron que nuestra rutina fue la mejor y nos coronamos campeones nacionales en "Pareja de alto". Una alegría enorme. Imaginate.

 

-¿Cuántas veces entran a la pista?

-Sólo una. Primero se hace la prueba, que son diez minutos más o menos para conocer la pista, practicar los movimientos planificados con anterioridad en la rutina que podremos en práctica para la evaluación. Así se determina si hace falta rueda o corregir algo. Y después, por altoparlantes, te avisan en cuánto tiempo entrás para competir. Debés estar preparado, sin tiempo de espera, porque inmediatamente se escucha la música que elegiste para tu rutina. Son cuatro minutos en pista.

 

-¿Cuál fue la rutina que desplega ron?

-Se trataba de una guerrera que quería salvar a un dragón, entre varios combatientes. La coreografía tuvo elevaciones, que es cuando Rodrigo me sube, con distintas figuras conmigo arriba.

FLORENCIA ESPIN CURSA EL TERCER AÑO Y QUIERE SER VETERINARIA

 

-¿No te da miedo, porque además de estar arriba, tu compañero está patinando?

-Al principio sí. Pero con el tiempo se va. Es que tengo confianza en mi compañero y además se aprende a ubicarse con el cuerpo. También es cierto que Rodrigo me explica cada detalle de los movimientos, con lo cual iba captando la idea para que salga lo mejor posible. El trabajo en equipo es clave. Coordinar con la otra persona es fundamental.

 

-¿Cuál fue tu primera sensación al subir a lo más alto del podio?

-No lo podía creer. Mi objetivo no era ganar la competencia, te soy sincera. Quería mostrarme, salir del círculo y ver dónde estaba parada después de tanto aprendizaje. El patinaje artístico me encanta y es mi pasión. Le pongo todas las ganas y era una buena oportunidad estar presente en un Nacional. Fue algo increíble terminar primeros. Lloramos de felicidad y de emoción. En total hubo más de 1.000 patinadores.

 

-Me imagino que también llamó la atención que se consagren dos jujeños, atendiendo a que no es un deporte tan popular en la provincia.

-Fuimos los únicos jujeños en competir. A cada rato nos preguntaban de dónde éramos y les sorprendía que hayamos viajado de tan lejos. Más cuando ganamos.

 

-Y el hecho de haber ganado es un ejemplo de lucha, por la muerte de tu padre, la recuperación tuya tras el accidente...

-Si tenés sueños por delante, con esfuerzo se pueden lograr. No importa que haya mil obstáculos en el camino. Es importante el apoyo de la familia en todo. El premio se lo dediqué a mi papá, que era muy fanático del patín artístico. Aparte, cada vez que salía de competir, me abrazaba con él y lloraba de emoción. Es para él y para mi mamá, que siempre me apoyaron.

FLORENCIA ESPIN CURSA EL TERCER AÑO Y QUIERE SER VETERINARIA

 

-¿Este logro puede implicar que la actividad gane más popularidad entre los chicos?

-Me encantaría que sea más conocido en San Pedro y en toda la provincia, al igual que en Salta. Ojalá sirva para incentivo de los más chicos, porque es muy lindo y en el deporte hay cosas que te ayudan mucho para seguir adelante.

 

-Por último, ¿ahora cuál es tu próximo objetivo?

-Quiero seguir perfeccionándome, capacitarme e ir a revisiones técnicas. Le decía mis familiares que ir a un Nacional para un patinador es ponerse recién los patines. Falta un montón. No es que toqué techo y ya está. Quiero seguir patinando por mucho tiempo.