El arte de la improvisación está surgiendo en los escenarios jujeños, y el público está accediendo. El sábado hizo una presentación más el grupo Improjuy, de reciente formación, en el Centro Cultural "Héctor Tizón".
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El arte de la improvisación está surgiendo en los escenarios jujeños, y el público está accediendo. El sábado hizo una presentación más el grupo Improjuy, de reciente formación, en el Centro Cultural "Héctor Tizón".
Integrado por Gabriela Espinoza, Gabriel Siles, Ciro Montaño y Leonardo Ozcariz el grupo desplegó una serie de propuestas que organizaron el encuentro.
Cuando el público entró a la sala recibió un papel donde debía escribir el título de una posible obra, y luego se ubicó para disfrutar del show.
La idea es que surjan pequeñas obras en el escenario a partir de disparadores inesperados, y en base al entrenamiento de los artistas que ejercitan como ellos le llaman "el arte de siempre decir que sí", es decir aceptar la impronta del público y las ocurrencias de los propios compañeros, y crear en vivo.
Abrieron con un cuadro gauchesco en el que la intervención del público tenía que ver con completar frases que los actores dejaban inconclusas.
Ya en la segunda parte, la propuesta se llama "el director", y tenía que ver con que no de ellos, que asumía ese rol, y a partir de uno de los títulos sacados al azar de los sugeridos por el público en sus respectivos papelitos, manejaba la escena improvisada de sus compañeros con directivas como "doblaje", "otro idioma", "cámara lenta", etc.
Los actores demostraron ser dúctiles a la propuesta que hizo Siles, quien llegó desde Córdoba hace un tiempo para radicarse en Jujuy, y decidió armar una compañía de "impro" porque aquí no había.
Ésta, viene a sumarse, al puñado de propuestas escénicas que todavía hacen falta en Jujuy, y que tiene que ver con el entretenimiento en manos de artistas locales. En este listado debiera agregarse por ejemplo también el "stand up", que tuvo un intento hace algunos años.
Otras formas de acceder a las sugerencias del público fueron "Souflé musical" y "El último que apague la luz", que en tono de juego logran el enganche del público, y la diversión de los propios protagonistas del grupo Improjuy.