Diego Peretti y Muriel Santa Ana, acompañados por Rafael Ferro y Julieta Vallina, protagonizaron en nuestra ciudad la obra titulada "Los vecinos de arriba", una desopilante comedia escrita por el cineasta catalán Cesc Gay -responsable, entre otras, de la película "Truman"-. La obra dirigida por Javier Daulte ofreció una visión actual y perspicaz, colmada de humor inteligente y sutilezas sobre temas relacionados con los conflictos de vivir en pareja y la infelicidad en el matrimonio.
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Diego Peretti y Muriel Santa Ana, acompañados por Rafael Ferro y Julieta Vallina, protagonizaron en nuestra ciudad la obra titulada "Los vecinos de arriba", una desopilante comedia escrita por el cineasta catalán Cesc Gay -responsable, entre otras, de la película "Truman"-. La obra dirigida por Javier Daulte ofreció una visión actual y perspicaz, colmada de humor inteligente y sutilezas sobre temas relacionados con los conflictos de vivir en pareja y la infelicidad en el matrimonio.
Con diálogos exagerados pero excelentemente bien interpretados por los actores,la propuesta teatral durante la cual se suceden los chistes y las situaciones graciosas una detrás de la otra, se desarrolla durante una visita que los mentados vecinos le hacen a una pareja que vive en el departamento de abajo. Y lo que parecía ser un simple encuentro de cortesía, deriva en una reunión durante la cual los personajes que tienen enfoques diametralmente opuestos sobre la vida y el sexo, se enrostran una serie de planteos que los llevan a reflexionar hasta el punto que los anfitriones se enfrentan con la realidad cruel y se preguntan si vale la pena seguir juntos.
Cada detalle de la puesta en escena estuvo cuidado al extremo, para mantener al espectador siempre atento y al borde de la butaca con la risa (algunas nerviosas) a tope. Las actuaciones fueron excelentes, en una propuesta donde no hay lugar para el error porque el ida y vuelta verbal debe ser exacto para que funcione. Y el cuarteto actoral consiguió que la trama se comprenda perfectamente, encarando a sus criaturas con gran naturalidad, con credibilidad, tanto en los momentos de comedia como en los dramáticos (que los hubo) donde sin duda muchas parejas presentes se sintieron tocadas por los cachetazos de realidad que proponía el texto lleno de ironía.
Santa Ana, quien reemplazó este año a Florencia Peña protagonista original de la obra que se estrenó en Buenos Aires en 2017, dúctil e histriónica transitó los cambiantes estados de ánimo de su personaje con gran desenvoltura. Peretti, de probado profesionalismo encarnó su rol maravillosamente comprendiendo su papel y evolucionado en su ejecución en cada escena. Los personajes de Ferro y Vallina con sus ideas "open mind" generaron una atmósfera de hilaridad incómoda y son los que pusieron picante a esta tremenda comedia, muy ingeniosa y que culmina con un final abierto... para pensar.