La problemática del amarillamiento del tabaco fue analizada por un grupo de expertos que coincidieron al sostener que para asegurarse los mercados, el desafío del sector tabacalero pasa por aumentar la producción y calidad. Rainer Kunz, de Proyajo; Carlos Burgos, de Alliance One Tobacco Argentina SA; Carlos Amador, de Finca La Posta, y Germán Jorge, asesor de la Secretaría de Desarrollo Productivo de la Provincia, integraron la mesa que debatió recientemente sobre la temática.
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La problemática del amarillamiento del tabaco fue analizada por un grupo de expertos que coincidieron al sostener que para asegurarse los mercados, el desafío del sector tabacalero pasa por aumentar la producción y calidad. Rainer Kunz, de Proyajo; Carlos Burgos, de Alliance One Tobacco Argentina SA; Carlos Amador, de Finca La Posta, y Germán Jorge, asesor de la Secretaría de Desarrollo Productivo de la Provincia, integraron la mesa que debatió recientemente sobre la temática.
Kunz destacó que en el cultivo de tabaco el gran desafío es aumentar la producción y la calidad para tener mercados asegurados.
Es así que la producción en campo es relevante, subrayó al destacar que ante una dificultad o problemática se debe hacer un diagnóstico certero para que las prácticas propuestas sean efectivas.
Asimismo, en el tema de amarillamiento la problemática se da en el suelo siendo el cultivo de tabaco sensible a la falta de oxígeno, o al encharcamiento por lo cual un suelo con buena estructura y buen contenido de materia orgánica van a morigerar el daño por exceso de agua en el perfil cultural, explicó.
"El amarillamiento como su nombre lo indica es una luz amarilla que nos está indicando que se deben realizar prácticas de manejo de suelos y riego de manera sostenible.
Es conocido por todos que el exceso de agregado de fertilizantes químicos no provee de una buena estructura ni mejora las propiedades biológicas de los suelos. Ese mejoramiento de las propiedades biológicas, físicas y químicas se hace con el agregado de fertilizantes orgánicos", agregó.
El profesional mencionó a Jorge S. Molina que es considerado el padre de la conservación del suelo y de la siembra directa.
Si bien en tabaco no se ha avanzado en la siembra directa o plantío directo se conoce que prácticas como las rotaciones y el agregado de humus son muy beneficiosas para mejorar la productividad de los suelos y del cultivo de tabaco, apuntó.
Más adelante puso de relieve que la Guía de Buenas Prácticas Agrícolas de Tabaco (Coresta - Cooperation Centre for Scientific Research Relative to Tobacco) indica que los suelos y el agua deben ser manejados cuidadosamente teniendo en cuenta sus característica físicas, químicas y biológicas.
Cada situación específica requiere adaptar las prácticas de manejo de suelo y agua y las técnicas conservacionistas de manera adecuada.
Por lo tanto, el manejo de suelo y agua es clave para una producción de tabaco eficiente y ambientalmente sostenible.
El suelo debe ser considerado como un recurso dinámico, vivo y frágil. La elección de los sitios a cultivar dependerá del tipo de suelo, profundidad y fertilidad, pendiente, historia de cultivo, drenaje, por nombrar las principales. Los cultivos de cobertura son muy importantes para proteger y mejorar el suelo si el suelo permanece cubierto el mayor tiempo posible, se previene pérdidas por erosión o el efecto perjudicial de temperaturas extremas.
Refirió que sistemas de mulching o de labranza mínima deben ser implementados donde sea posible.
El estado nutricional del suelo, su fertilidad debe ser mantenida por medio de rotaciones, manejo de fertilizantes, manejo de cultivos de cobertura, aplicación de fertilizantes químicos combinados con abonos orgánicos cuyo origen y composición sean conocidos, particularmente en lo referente a metales pesados y contaminantes.
Si lo suelos tabacaleros permanecen saturados de agua por algún tiempo, las raíces se asfixian y rápidamente mueren, en consecuencia, las hojas se marchitan y las plantas mueren.
Dado que el tabaco es muy susceptible a "asfixiarse" requiere de un cuidado especial que asegure un eficiente y rápido drenaje, tanto en almácigos como en la plantación definitiva.
Frecuentemente se logran evitar serios daños por asfixia radicular, plantando solamente en suelos de buen drenaje y por actuar de inmediato, abriendo drenajes superficiales que rápidamente evacuen los excesos de agua, explicó Kunz.
En síntesis -afirmó- las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo actúan esencialmente sobre la provisión adecuada de agua, nutrientes y aire. Las plantas se desarrollan mejor, y el rendimiento es más elevado, cuanto más abundantes sea el agua y cuanto más aireado esté el suelo.
Por su lado, Carlos Amador habló de los resultados del relevamiento a campo con el grado de prevalencia y de intensidad, siendo Rhizocthonia, Oomycetes y Minador los agentes patógenos con grado 3 o mucho daño.
Luego mencionó que la última campaña tuvo un exceso de precipitaciones, por lo cual el problema del amarillamiento se acentuó.
Germán Jorge abordó el rol de la mesa técnica de amarillamiento y la participación de los actores involucrados; mientras que Carlos Burgos de Alliance reforzó los puntos más importantes a tener en cuenta.
Como discusiones finales se plantearon continuar con un trabajo interinstitucional y la propuesta es la experimentación adaptativa en la Escuela Agrotécnica 7 "Ricardo Hueda" de tal modo de que la participación sea de todos los actores del sector tabacalero de Jujuy.