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Lo dio todo por sus hijos y sueña con el reencuentro

Se trata de la jujeña Rosana Huanco quien vive en Estados Unidos. Su historia tocará el corazón de muchas madres.
Domingo, 21 de julio de 2019 01:02

Una madre es capaz de darlo todo por sus hijos. Esta es una frase que se puede escuchar en una conversación familiar, en una canción y hasta incluso leerla en nuestro diario. Y es que, pocos conocen el verdadero significado, pero la vida nos pone varios ejemplos como el de Rosana Huanco (52 años). Una jujeña que la vida la llevó a tomar una decisión difícil por sus hijos pero no menos dolorosa para ella.

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Una madre es capaz de darlo todo por sus hijos. Esta es una frase que se puede escuchar en una conversación familiar, en una canción y hasta incluso leerla en nuestro diario. Y es que, pocos conocen el verdadero significado, pero la vida nos pone varios ejemplos como el de Rosana Huanco (52 años). Una jujeña que la vida la llevó a tomar una decisión difícil por sus hijos pero no menos dolorosa para ella.

Siendo jovencita y madre soltera, emprendió un viaje al país del primer mundo con el único y gran deseo de reunir a su familia y darle una mejor vida.

Desde hace 19 años, esta guerrera mujer vive en Orlando, ciudad de Florida (Estados Unidos). Es enfermera y constantemente visita y se comunica con sus dos tesoros, quienes aseguran, le tienen una total admiración por haberles dado una excelente educación y cuidado.

Dejar la tierra de uno se hace siempre -o casi siempre- por el deseo de buscar una mejor vida. Rosana debe haber pensado en todo eso. Nació en San Salvador de Jujuy, vivió en barrio San Martín y a los 19 años fue madre de Natalia y a los 23 de Mauricio, los crió siempre bajo la incondicional ayuda de su madre Carmen Rosa Huanco.

En ese entonces, allá por el año 2000, nuestro país atravesaba una grave crisis económica, situación que la impulsó a renunciar a su trabajo, vender algunas pertenencias y migrar a EE UU con la idea de tener un buen trabajo y en un lapso de unos meses, sus hijos a su lado.

Pero esta historia tuvo un desenlace jamás esperado. Un amigo le comentó la idea de que emigre a los EE UU, debido a que la situación económica era favorable y podría contar con algún trabajo.

Inocentemente y segura, se embarcaba en un viaje que creyó, le aseguraba un buen futuro. El momento de partir es el episodio que hasta el día de hoy no olvida.

LA DISTANCIA NUNCA LAS SEPARÓ / CARMEN HUANCO, ABUELA DE NATALIA Y MAURICIO, JUNTO A SU HIJA ROSANA.

Fue una dolorosa noche, treinta minutos antes de dejar su hogar, sus hijos ya dormían, al despertarse y entre llantos le dicen "mamá no nos dejes porque mi papá se fue y no queremos que tú también lo hagas", duras palabras que hoy recuerda. "Es una imagen que no la eliminaré jamás", cuenta entre lágrimas.

La tristeza la acompañaba

Llegar a los Estados Unidos fue una dura batalla para ella, aquel amigo que la guiaría nunca la fue a esperar al aeropuerto de Miami. Con total desconocimiento de idioma y cultura, utilizó el último recurso, llegar hasta la dirección en donde supuestamente la esperaban.

"Todo fue planeado con la idea que yo tenía de alguien que me guiaría. Esa tremenda decisión la había tomado para el bien de mis hijos", relató.

Así inició su estadía en EE UU. Empezando a trabajar donde residía, en oficinas, edificios enormes. Fue así que la vida le empezó a abrir varias puertas. Trabajó en un restaurante cubano, lavando platos y luego haciendo otras funciones.

CON SUEÑOS INVENSIBLES / ROSANA JUNTO A SU ESPOSO ISRAEL EN UNOS DE LOS LUGARES DE ORLANDO, ESTADOS UNIDOS

Con un poco más de experiencia, brindó servicio en la famosa cadena "Burguer King". Su día iniciaba temprano a las 4 y tomaba rumbo "a pie" hasta el local, cumplía su horario y luego se dirigía a su otro trabajo. Mientras que en el tiempo libre tomaba clases de inglés.

De esa manera, durante 19 años, nunca se desentendió de sus hijos y con frecuencia, a través de encomiendas le enviaba dinero a su madre para cubrir todas las necesidades de su familia.

Una madre que no se rindió

No pasaron más de cinco meses que Rosana, junto a su madre, en reiteradas ocasiones buscó la forma legal para hacer que sus hijos se encuentren con ella.

Pero esta situación se complicó debido a que EE UU se vio duramente golpeado por el atentado de las Torres Gemelas que marcó un gran dolor al país y a Rosana, en 2001. Esto llevó a que pase un largo tiempo para el reencuentro.

Devastada, siguió luchando, "no quería sentir que no había podido hacer nada, mi madre me apoyaba en todo momento, la economía en Argentina estaba muy dura", recuerda que le decía su madre.

MAURICIO Y NATALIA HIJOS DE ROSANA HUANCO, SOSTIENEN QUE SU MADRE "ES UNA GRAN LUCHADORA Y UN REGALO DE DIOS".

Así pasaron cerca de ocho años hasta que por primera vez Rosana regresó a Argentina. Sus hijos tenían 16 y 19 años. "Pasé la mejor navidad con ellos. Pero luego tuve que regresar", indicando que las despedidas siempre fueron dolorosas.

Y es que a su regreso, todo fue amor, nunca recibió cuestionamientos. "Mis hijos siempre fueron pura alegría, las mejores personas", cuenta emocionada.

Dios fue el gran protagonista

Tras varias etapas de tristezas y cuestionamientos a Dios por llevar una dura vida, un día conoce a una persona que la ayuda a encontrar tranquilidad y paz a través de la fe de Dios. Desde ese instante, su vida empezó a cambiar increíblemente.

"Dios trabajó con mi hijo, a los 14 años empezó a ir a la Iglesia, ayudaba a la gente y le daba comida a indigentes", agregando que a su vez bendijo a su hija con fortaleza de cumplir un doble rol, ser como una madre para su hermano.

"Hoy puedo disfrutar de la magia espiritual y la fortaleza que Dios puso en nosotros tres", dijo alegre.

Con el tiempo conoció a su gran amor, Israel Fernández y llevan casados diez años. Él la contuvo en todo momento y la apoyó con sus hijos. Juntos estaban nuevamente en el proceso de trámites para que algún día sus hijos puedan ingresar legalmente al país.

Sin dejarse caer, empezó a viajar más seguido a la Argentina. Paralelamente, su hija Natalia estaba estudiando una carrera terciaria y Mauricio se graduaba como profesor de Educación Física. Así, contó que uno de los momentos más maravillosos que vivió en Jujuy fue tener en sus brazos a su nieta, Alma, a quien ama con todo su corazón.

Ya siendo "casi" una ciudadana norteamericana y adaptaba a otro cultura, decidió perfeccionarse "de lleno" en el idioma inglés y tras unos años se recibió de enfermera y hoy se especializa en el cuidado de adultos mayores.

El día más esperado

Fueron muchas las navidades que añoró estar junto a sus hijos. Como también desea que algún día puedan ingresar al país como residentes legales. El mejor final de esta historia se trata de un gran logro. Natalia y Mauricio ya cuentan con una visa para viajar a Estados Unidos y pronto compartirán con su madre una navidad. Claro es el mensaje que nos deja Rosana que como muchas madres, demuestran que son capaces de luchar por amor y no tienen miedo a caer porque saben sacudirse el polvo sin perder la fe.