PURMAMARCA (Corresponsal) La República de Santa Anita en la bella localidad de Tumbaya abrió sus puertas esta mañana para recibir a una gran cantidad de vecinos y turistas que quedaron admirados con la variedad de productos en miniatura que se expusieron en los más de 30 stands que hubo este año.
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PURMAMARCA (Corresponsal) La República de Santa Anita en la bella localidad de Tumbaya abrió sus puertas esta mañana para recibir a una gran cantidad de vecinos y turistas que quedaron admirados con la variedad de productos en miniatura que se expusieron en los más de 30 stands que hubo este año.
La actividad en homenaje a Santa Anita, abuela de Jesús, fue organizada por la Comisión Municipal de Tumbaya y participaron productores de Tumbaya, Tumbaya Grande, Punta Corral, Hornohuaico, Volcán, Bárcena, Purmamarca, Maimará, Cianzo, Humahuaca, San Salvador de Jujuy, entre otras localidades.
Esta fue la 16° edición en la que Tumbaya se convierte en la República de Santa Anita. Antes de entrar los participantes tuvieron que pasar por el banco para poder canjear el dinero y de esta manera poder adquirir el documento para poder circular libremente, de lo contrario, más de 15 pequeños policías estaban atentos para llevar a los indocumentados hacia la mini cárcel como forma de castigo.
Una vez que los participantes realizaron estos pasos podían recorrer la República libremente y ver la exposición de una gran variedad de productos artesanales en miniatura, desde artesanías como ollitas de cerámica, capillitas, imágenes de Santa Anita, ropitas tejidas, llaveritos, adornos, y comidas dulces y saladas.
Claro que los visitantes no dudaron en comprar estas artesanías, como así también no perdieron la oportunidad de degustar los sabores tumbayeños en maicenitas, bollitos, tortitas, empanadillas, tartas, tamalitos, humitas, empanaditas, asado, y feria de verduras.
El clima acompañó con un sol radiante, aunque las brisas de frío se hicieron sentir por la tarde. Mientras los conjuntos folclóricos hacían su paso por el escenario como Ángel Suárez y sus pequeños, Alexander Cruz, Yayo Burgos, los niños aprovechaban para jugar al sapo, al tarro y a la taba.