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28 de Marzo,  Jujuy, Argentina
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"Como Iglesia, muchas veces seguimos teniendo estructuras muy rígidas"

El psicólogo, magister en Sagradas Escrituras y director del Departamento Nacional de Animación y Pastoral Bíblica de la Conferencia Episcopal Argentina visitó Jujuy.Destacó que "la gente lo que más pide, es sentir a un Dios cercano, que nos ama como somos, con nuestras realidades complejas con nuestras nuevas situaciones de familia y de instituciones".
Lunes, 29 de julio de 2019 01:04

La visita a Jujuy del santafesino, psicólogo, magister en Sagradas Escrituras y director del Departamento Nacional de Animación y Pastoral Bíblica de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Gerardo García Helder, tuvo diversos motivos. Por un lado la ordenación del padre Diego que tuvo lugar el 20 del corriente en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús y María de Alto Comedero y el dictado de algunas conferencias en nuestra ciudad y Palpalá. Cabe apuntar que después de la ordenación fue a Salta a predicar ejercicios espirituales a los padres lateranenses de todo el país y de regreso a esta provincia estuvo en Alto Comedero, en Palpalá y en la iglesia Catedral disertando.

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La visita a Jujuy del santafesino, psicólogo, magister en Sagradas Escrituras y director del Departamento Nacional de Animación y Pastoral Bíblica de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Gerardo García Helder, tuvo diversos motivos. Por un lado la ordenación del padre Diego que tuvo lugar el 20 del corriente en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús y María de Alto Comedero y el dictado de algunas conferencias en nuestra ciudad y Palpalá. Cabe apuntar que después de la ordenación fue a Salta a predicar ejercicios espirituales a los padres lateranenses de todo el país y de regreso a esta provincia estuvo en Alto Comedero, en Palpalá y en la iglesia Catedral disertando.

García Helder, es laico magister en Sagradas Escrituras, es decir que tiene una preparación específica en Biblia y además es servidor de la iglesia católica como director del Departamento Nacional de Animación y Pastoral Bíblica de la CEA.

¿La Animación y Pastoral Bíblica es el marco de su visita a diversas comunidades de las distintas provincias del país?

Sí, para observar cómo tantos hermanos y hermanas van armando sus grupos bíblicos, hacen encuentros, reflexiones y van repensando nuestra religión católica, dejándose iluminar por esta Palabra de Dios, porque no siempre las cosas fueron del mismo modo ni tiene que ser así, sino que tenemos que ir adaptándonos a los tiempos que nos tocan vivir, a las nuevas costumbres, a las nuevas modalidades, para anunciar a todas las personas la buena noticia de un Dios que nos ama.

¿Es difícil que la gente tome la Biblia para leerla y meditarla hoy en día?

Sí, es difícil por muchos motivos. Primero porque vivimos en una cultura muy inmediatista, con el celular, con internet, con el zapping en televisión, pasamos enseguida de un lado a otro y nos cuesta la concentración. Y para entender lo que nos dice un libro de la Biblia, uno tiene que dedicar espacio, tiempo para eso. Entonces claro, es difícil y a veces nosotros también tenemos prejuicios acerca de la Biblia. Por ejemplo hace poco estuve en Paraguay y me decían que iba a ir poca gente porque no quieren leer la Biblia. Y les pregunté por qué no querían leerla y me dijeron que porque ellos son pecadores; y les digo, pero si la Biblia está llena de pecadores, el problema es encontrar un justo en la Biblia, no pecadores. Entonces, a veces son los prejuicios los que nos apartan, pero yo aliento a todas las personas a que se animen a leer la Biblia, sobre todo los Evangelios.

Antes se recomendaba leer la Biblia con el acompañamiento de alguien ¿sigue siendo así?

Sí, ciertamente, yo creo que es bueno leer la Biblia con el acompañamiento de una comunidad. Entonces, si uno lee la Biblia en grupo, siempre hay otro hermano o hermana que tiene un poquito más de formación, y que por ahí cuando yo tengo una interpretación que es muy superficial o por ahí se aleja del texto, me puede decir "no, pero fíjate que el texto no dice esto"; o "tené en cuenta que en aquella época existían estas costumbres". Por ejemplo, cuando en la Biblia se habla de la casa de David, no se está refiriendo a un edificio, sino que la casa en aquel tiempo significa la familia, es la familia de David; no bendice el palacio de David, pero bueno, esto uno lo sabe cuando uno ha estudiado un poquito. Entonces allí nos vamos ayudando todos. Y muchas veces me preguntan cómo sabemos si interpretamos bien o no. Yo digo que lo importante es saber si uno interpreta mal. Cuando leo la Biblia y estoy pensando en otra persona, o cuando la leo y la Biblia no me produce optimismo, salvación, liberación, ahí hay una mala interpretación. Pero es un trabajo; yo mismo que llevo años con esto, tal vez no siempre interpreto del mejor modo, por eso sigo estudiando y por eso también visito las comunidades, tratando de estar con un oído en la Biblia y otro oído en el pueblo, porque si nosotros no somos fieles al pueblo que nos toca compartir, tampoco somos fieles a la Biblia.

¿Y qué es lo que más pide la gente?

La gente lo que más pide, son caricias, son abrazos, sentir a un Dios cercano, que nos ama como somos, con nuestras realidades complejas, con nuestras nuevas situaciones de familia, de instituciones, saber que Dios nos quiere así como somos y que nos tiene paciencia. Eso creo que es en el fondo lo que más busca la gente en nuestros mensajes. Si bien es cierto que también hay gente muy rígida, muy conservadora, que no se siente a gusto con una nueva forma de entender a Dios. Bueno, también eso hay que respetarlo. En una familia hay de todos, hay gente que le gusta el chocolate y hay otros que no lo pueden ni ver, hay de todo, se lo pierden, problema de ellos no mío, yo como chocolate.

¿Es mucha más la gente que pierde ese gusto por Dios, por la Biblia, por la religión católica?

Yo creo que sí porque nosotros como Iglesia, muchas veces seguimos teniendo estructuras muy rígidas y eso significa que no hemos estudiado historia de la Iglesia, porque la Iglesia a lo largo de la historia se ha ido flexibilizando, para poder anunciar la buena noticia de Jesús en las distintas circunstancias. Cuando la mayoría de la sociedad se organizaba en torno a las guerras, la Iglesia tuvo sus cruzadas. O sea, la Iglesia hablaba en el mismo lenguaje que se hablaba en ese momento. Lo único que eran guerras que tenían un sentido religioso y no un simple sentido comercial o de apropiación de tierras. Entonces, la Iglesia en ese momento se amoldó en esa cultura.

¿Ahora dónde está esa rigidez?

Y ahora esa rigidez se ve por ejemplo cuando se sigue hablando de la familia en singular. Yo creo que no hay que hablar más de la familia sino hay que hablar de las familias. Hay distintas realidades de familias. Cada uno construye su familia con los elementos que encuentra. Yo soy de la idea que la mayoría de la gente organiza sus vidas del mejor modo que puede, no como quiere sino como puede. Vamos construyendo nuestras historias como podemos. Entonces nosotros, los que formamos parte de la tradición de la Iglesia, tenemos que anunciar buenas noticias en esas realidades concretas. Si queremos meter a todo el mundo en la misma caja, si queremos meter a todo el mundo con la misma medida, estamos fracasando, tenemos que ser muy flexibles. Eso exige más esfuerzo claro, por supuesto, siempre es más fácil poner un piso con baldosas todas iguales, que armar un piso con mosaiquitos de distintos colores y distintos tamaños, pero después, cuando la cosa queda hecha, el piso con mosaiquitos distintos es mucho más bonito. Hay que trabajar, sigamos adelante.

¿Y cómo ve a la Iglesia con esa rigidez, está tratando de flexibilizarse?

Sí, creo que sí, que hay muchos grupos, movimientos y personas individuales que están tratando de hacer eso. Y también me encuentro con el testimonio de muchos obispos y sacerdotes que me dicen, "no sé cómo hacer, porque la gente me exige a que sigamos con los antiguos formatos". Entonces bueno, tal vez, esto que nos está pasando de que hay mucha gente que abandona las prácticas religiosas y demás, a la larga sea también una buena noticia. O sea, que Dios está permitiendo esto para que nos reformemos. Que empecemos en muchos lugares, no voy a decir de cero, porque nosotros somos parte de una tradición, pero sin estar tan atados a prácticas que no tienen que ver con la tradición, sino que tienen que ver con costumbres de una época, nada más. La tradición es mucho más vieja. Supongamos; hay gente que se resiste a comulgar en la mano, quiero comulgar en la boca, yo los respeto, e incluso veo que hay mucha gente que quiere comulgar de rodillas, yo los respeto; pero si tengo oportunidad de hablar con ellos siempre les digo esto yo soy más anticuado que vos, que comulgo en la mano como se hacía al principio. La comunión en la boca y de rodillas es muy posterior. Así que los que hacen eso pensando que están más cerca del origen, se equivocan. Los conservadores se alejan de la tradición muchas veces. La misa que nosotros celebramos hoy día, tiene mucho más que ver con la misa por ejemplo que celebraba San Agustín que no la misa que vieron nuestras abuelas, y hay gente que quieren volver a esas misas tridentinas, porque piensan que esa es la verdadera misa; bueno, se ve que no conocen mucho de la historia de la Iglesia.

¿Algo para agregar?

Gracias por lo que hacen desde El Tribuno de Jujuy, espero que también transmitan buenas noticias a tantas personas que pasan dificultades. Nosotros en la Argentina ya estamos acostumbrados a que cada tanto se nos venga todo abajo y tengamos que volver a levantar. Entonces, no tengamos miedo y confiemos en ese Jesús que tantas veces dijo: "Levántate y anda", Argentina, levántate y anda, y gracias a ustedes por lo que hacen también para que mucha gente se levante y ande.