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Aprender música desde la infancia, pero ¿cómo?

Lunes, 29 de julio de 2019 12:02

 

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 Escribimos esta columna desde la perspectiva docente el día de hoy, pues la enseñanza musical es un tesoro para quienes tenemos la suerte de tenerla.

 Muchos de nuestros lectores han aprendido a tocar el piano, la guitarra u otro instrumento. Quizás tocan en una banda de música de la policía, de algún grupo de carnaval o de un pesebre o quizás en alguna orquesta sinfónica. También está nuestro lector que toca un instrumento sólo por gusto, como pasatiempo y para desconectarse de la vida diaria dedicándose a una de las actividades más placenteras para el alma: hacer música.

 También estarán los lectores que cantan en coros, grupos folklóricos y también los cantantes profesionales, como quien escribe esta columna y para quien la música es la forma de ganarse la vida diaria, cantando en coros profesionales de cámara así como solista en festivales internacionales, sobretodo de música barroca y de música de cámara en salas europeas.

 La música además de ser un medio de vida es también una musa inspiradora, que nos llena de vida, nos da pensamientos positivos, cambia nuestro humor, nos transporta a otro mundo y nos da felicidad.

 Los padres, tíos y abuelos no sólo nos alegramos cuando hay niños en la familia: además de mimarlos, cuidarlos, cansarnos de jugar con ellos, también nos preocupamos por su educación y su tiempo libre.

 Jugar es tan natural en la niñez pero también la niñez el tiempo donde mejor aprendemos y cuando tenemos mayor curiosidad y atención en lo que nos rodea. De pequeños aprendemos casi sin esfuerzo y si los maestros o profesores nos incentivan y ayudan, aprender se transforma en un juego divertidísimo.

 En los tiempos modernos, gracias al internet, podemos encontrar diversas formas de aprender idiomas y otras disciplinas desde nuestra casa. Entre ellas la música.

 Existen diferentes foros, páginas webs, blogs (muy actuales), aplicaciones o apps (en los teléfonos móviles modernos), así como tutoriales donde se puede aprender diferentes cosas o comparar.

 Lo más interesante es que junto con los niños los padres y demás familiares también pueden aprender y apoyarse mutuamente.

  La música es una disciplina en la enseñanza escolar y en algunos países en la preescolar.  Gracias a la música los niños pueden educar su oído y también aprender a entonar la voz correctamente. Esto redunda en beneficios en la edad adulta, sobre todo si cantamos en coros, tocamos un instrumento o decidimos ser músicos profesionales.

 Cantando en la escuela las rondas y canciones infantiles, aprendemos jugando y nos integramos con nuestros compañeros.

 Tenemos en nuestro idioma un repertorio de canciones “clásicas” que se han venido transmitiendo desde generaciones y surgen también nuevas canciones. Todo esto nos lleva a cantar juntos, hacer cánones en la hora de música y a veces hasta acompañarnos con una guitarra en alguna canción folklórica fácil.

Una plataforma en internet para aprender música y entrenar el oído, además de ofrecer ejercicios musicales es www.meludia.com, cuyos iniciadores son músicos y profesores de la Universidad de la Sorbona en París. La traducción al castellano hace que los cuatro cientos millones de hispanohablantes puedan aprovechar de esta página web para aprender o mejorar sus conocimientos musicales desde su casa.

 Un método muy conocido para aprender un instrumento es el método Suzuki, nacido en Japón y que se centra en la enseñanza con un instrumento, en especial el violín.

 El método Kodaly, iniciado por el compositor húngaro, basa su método en la voz humana. La voz es el instrumento más perfecto y personal de todos. Nadie nace con la misma voz. Es quizás el instrumento que más expresa sentimientos, pues es el único que utiliza y combina palabras. Y nadie dice una palabra de la misma forma que otra persona, cada palabra tiene una carga emocional distinta, ligada al que la dice. Es por esto que hacer música con la voz es una experiencia única.

 Amigo lector: ¿tocas o te gustaría tocar un instrumento? ¿Cuál? ¿Por qué?

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