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"El templo no es el mejor lugar, debería tener camas y baños"

Monseñor Fernández dijo que instituciones de iglesia como Cáritas y "Manos Abiertas" trabajan en esta emergencia.
Domingo, 07 de julio de 2019 01:03

Una campaña que circula en Facebook pide a la Iglesia católica que abra las puertas de los templos para que la gente en situación de calle pueda refugiarse. En el caso de Jujuy el obispo de la Diócesis Daniel Fernández explicó por qué esto no se hace y cuáles son las acciones de ayuda que se toman al respecto.

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Una campaña que circula en Facebook pide a la Iglesia católica que abra las puertas de los templos para que la gente en situación de calle pueda refugiarse. En el caso de Jujuy el obispo de la Diócesis Daniel Fernández explicó por qué esto no se hace y cuáles son las acciones de ayuda que se toman al respecto.

En ese sentido detalló que "cuando hablamos de los templos como lugar físico, estamos pensando como algo que no está preparado para recibir a gente durante largo tiempo. No hay las suficientes comodidades, no hay sanitarios, y lo ideal, sería otro lugar más acondicionado de lo que tiene la iglesia que no sea el templo, sino algún salón, comedor u otro espacio. Y eso sí es viable en la medida de las posibilidades".

En cuanto a si existen lugares de acogida, monseñor Fernández señaló que propios del Obispado no tienen, pero hay instituciones de Iglesia, como por ejemplo la gente de "Manos Abiertas" con quien el viernes estuvo reunido. Asimismo, adelantó que mañana volverán a tener una reunión con todos los que están trabajando en esta emergencia, además de asociaciones y muchos voluntarios, para coordinar lo que se está haciendo.

Dijo que "gracias a Dios lo que vi ayer es que se está cubriendo la asistencia, también desde el Estado se ha puesto el Ejército a disposición, así que ahí nos sumaremos para ver lo que podemos hacer. También desde Cáritas y lo que se puede hacer desde las comunidades, pero ciertamente es una tarea que tenemos que hacerla todos juntos aportando cada uno lo que puede, lo que tiene, y puede movilizar como fuerza solidaria de la gente".

Volviendo al supuesto de dejar las iglesias abiertas el obispo indicó que "yo dejo la iglesia abierta, pero no es el mejor lugar para que duerma gente, a lo mejor hay un lugar propicio al lado, que esté acondicionado, donde se pueden poner camas, con sanitarios. Eso es lo que queremos decir. Pero por lo pronto, lo que sabemos es que en Manos Abiertas hasta el viernes había lugar con diez camas disponibles, así que no estamos ante una cosa desbordante, como un terremoto donde uno deja que entren donde sea y como sea".

"Es decir, si yo dejo abierta la iglesia todo el día y toda la noche y entra el que quiere, también entran los ladrones; y sabemos que esta gente en situación de calle a veces no quiere ir porque tiene miedo que el otro que va a estar durmiendo al lado le robe. Además, el problema como vimos con nuestros voluntarios de Manos Abiertas, muchos, a pesar de que se les ofrece un lugar, no quieren ir. A esto, el Gobierno nacional mismo lo está diciendo, que no podemos llevarlos a la fuerza, así que también es un poco la voluntad de la gente de querer o no ir. Entonces al que quiera se le puede brindar lo necesario para que esté bien, pero hoy no hay necesidad porque no se trata de una catástrofe para hacerlo donde sea y como sea. Si hubiera necesidad, acondicionaríamos otro lugar que no sea el templo, porque reitero, debería ser más cómodo, donde se pongan camas, baños donde se puedan lavar, donde se puedan bañar. Esa es la diferencia que hay que hacer, el templo no es el mejor lugar y hay otras dependencias que pueden ser útiles, y en la medida que hagan falta estarán a disposición". Subrayó que "estamos integrados con instituciones de iglesia como Manos Abiertas y con Cáritas que están sumándose a todo este esfuerzo del voluntariado de tantos otros, donde estamos en permanente contacto para obrar en conjunto, para saber los recursos que tiene cada uno y poner todo eso en común y hacer la atención más eficaz".

Papás que asistan a la catequesis

GRUPO DE CATEQUISTAS / DE LA PARROQUIA SAN PEDRO Y SAN PABLO.

Con la participación de entre mil doscientos a mil quinientos catequistas de todas las parroquias jujeñas se realizó ayer la 18º Asamblea Diocesana de Catequesis que se realiza anualmente. Tuvo lugar en el polideportivo del Colegio Santa Teresita y tomó parte el obispo Daniel Fernández.
Se trataron temas relacionados con la catequesis, sobre todo cómo hacer activo y atrayente el anuncio del Evangelio que llevan adelante en la propuesta catequística.
En cuanto al tiempo de formación que se le dedica a la catequesis de comunión y confirmación, donde tanto el niño como los catequistas y los padres deben tener una participación muy activa, el obispo de la Diócesis jujeña aseguró que “lo que cuesta vale. Esta es la idea. No es simplemente hacer un barniz y que tome la comunión si no es realmente un compromiso. Cuánta gente vimos el año pasado que decían "yo no quiero pertenecer más a la Iglesia porque me bautizaron y nunca me enseñaron nada ni se preocuparon de mí’. Entonces se trata de que los papás, así como invierten su tiempo también en acompañarlos con los deberes de la escuela, o que los llevan a gimnasia, a música u otras actividades lo hagan con el catecismo. Esto se supone que es lo más importante, es la educación en los valores, en la fe y lo que va a ser en la persona un buen cristiano. Que lleve el tiempo de maduración necesario para que no sea que tomé la comunión y chau. Fíjense ¿cuántos hay que tomaron la comunión y se confirmaron y no se acuerdan más? ¿Y eso quiere decir que se hicieron bien las cosas?, no; ¿y eso quiere decir que la tenemos que hacer en menos tiempo, porque eso va a mejorar la cosa?, creo que es una ecuación que no cierra”, concluyó.
Hubo reflexión, oración y confraternidad entre los catequistas.