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No se la quieren hacer fácil al votante

Lunes, 08 de julio de 2019 10:00

A nivel nacional, y no obstante las optimistas declaraciones del conjunto de dirigentes de frentes y partidos pequeños, que tratan de destruir dialécticamente a los "grandotes del barrio" de siempre, todo está encaminado hacia un feroz enfrentamiento polarizado entre macristas y kirchneristas, detrás de los que aparecen tibiamente de a ratos y desaparecen con la misma velocidad, radicales y peronistas. La polarización que tantas veces anticipamos desde estas líneas finalmente se asienta en la comarca menospreciando los esfuerzos de los terceros en carrera. En esos territorios en sombras, la izquierda bien izquierda, la derecha bien derecha, y los tímidos intentos de algunos de sobrevivir en los desdibujados senderos del medio, hoy llenos de yuyos y baches peligrosos, van perdiendo día a día la posibilidad de hacerse fuertes. Y con ello, la posibilidad de saltar por encima del piso necesario para superar la vara de las Paso y entrar a jugar en las grandes ligas, también se torna cada minuto más lejana. Obviamente en Jujuy, también ocurre lo mismo, con las particularidades que como ocurre en toda aldea, nunca terminan de morir. Aquí, el oficialismo macrista para estas primarias, se tragó de un bocado la personalidad de la Unión Cívica Radical y sus socios, y de Primero Jujuy y sus socios. Y el peronismo sigue empeñado en vivir en un atolladero.

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A nivel nacional, y no obstante las optimistas declaraciones del conjunto de dirigentes de frentes y partidos pequeños, que tratan de destruir dialécticamente a los "grandotes del barrio" de siempre, todo está encaminado hacia un feroz enfrentamiento polarizado entre macristas y kirchneristas, detrás de los que aparecen tibiamente de a ratos y desaparecen con la misma velocidad, radicales y peronistas. La polarización que tantas veces anticipamos desde estas líneas finalmente se asienta en la comarca menospreciando los esfuerzos de los terceros en carrera. En esos territorios en sombras, la izquierda bien izquierda, la derecha bien derecha, y los tímidos intentos de algunos de sobrevivir en los desdibujados senderos del medio, hoy llenos de yuyos y baches peligrosos, van perdiendo día a día la posibilidad de hacerse fuertes. Y con ello, la posibilidad de saltar por encima del piso necesario para superar la vara de las Paso y entrar a jugar en las grandes ligas, también se torna cada minuto más lejana. Obviamente en Jujuy, también ocurre lo mismo, con las particularidades que como ocurre en toda aldea, nunca terminan de morir. Aquí, el oficialismo macrista para estas primarias, se tragó de un bocado la personalidad de la Unión Cívica Radical y sus socios, y de Primero Jujuy y sus socios. Y el peronismo sigue empeñado en vivir en un atolladero.

Los dos miembros importantes del Frente Cambia Jujuy hoy viven detrás del cristal del Frente que fue "Cambiemos" y pasó a ser "Juntos por el Cambio", un nombre que pretende mostrar síntesis y confluencias pero que cualquier publicista o diseñador reconoce como híbrido, largo y difícil de imponer. De todos modos, la publicidad oficial juega a favor y en el mismo equipo juega el terror que siembran los mensajes -tanto explícitos como subliminales- de los operadores y candidatos, que muestran al kirchnerismo como un viaje "al pasado" en un tren fantasma conducido por La Cámpora. Jorge Raúl Rizzotti, Natalia Sarapura, muy radicales y Mario Nallar de Primero Jujuy, y sus suplentes Flavia Castro, Guido Luna y Sandra Ríos, serán las caras visibles de las elecciones de Agosto, y su responsabilidad, será nada más y nada menos que el difícil trabajo de hacer creíble y de imponer el relato oficial de que ahora viene lo mejor, frente a una oposición que con sólo mostrar la realidad económica y social del país y de Jujuy, ya arranca la carrera con varios cuerpos de ventaja. El gobierno local, en general, también está en carrera, aunque muchos sectores -como siempre ocurre- todavía parecen no haberlo entendido y no acompañan la empresa con el entusiasmo y la energía que pone el mismísimo gobernador en cada discurso y cada gesto. Todo como para no hacérsela fácil a los seguidores del oficialismo. Gerardo Morales sabe que aunque se juega "una nacional" el resultado en la Provincia, le comenzará a marcar indefectiblemente el rumbo de su propia gestión de camino al 2021 y 2023. El GM apuesta igual que Mauricio Macri, a restar importancia a las Paso y aún a la primera vuelta de octubre, "donde siempre perdemos (Marcos Peña dixit) pero ganaremos en la segunda vuelta, como siempre". En Jujuy, los tiempos ya pintan diferentes, pase lo que pase en la liga nacional. Eso, claro, si el PJ, se da cuenta de ello.

El peronismo de Jujuy, y el nacional también, parecen dispuestos a no hacerle nada fácil a sus afiliados y simpatizantes. Hace pocas semanas sorprendió a propios y extraños con una elección brillante que renovó entusiasmos y felicitaciones. Y sobre todo, puso a los justicialistas más zafados en la loca carrera para la gobernación en el 2023, y a los más serenos, listos para continuar en la tarea de la reconstrucción del partido y el Movimiento en la Provincia. Tarea nada fácil, pero con las herramientas disponibles y el ánimo popular dispuesto. Ocurrió entonces que brotó la decisión de seis sectores del PJ, de concurrir a las Paso aprovechando el envión de las elecciones de Junio y mirando la situación nacional donde en el horizonte aparece el optimismo rumbo a la recuperación del gobierno. El Presidente del PJ, Rubén Rivarola, resolvió sobrevolar a todos, y usar las Paso como lo que son y para lo que son: internas abiertas. Después sucedió la archiconocida cuestión de la boleta larga que según la candidata Carolina Moisés era para su usufructo exclusivo. Sobrevino la desazón, el cruce entre los defensores de los principios de la buena fe y los partidarios de la pijotería como alta virtud política. El caso es que hasta el viernes, día de las presentaciones formales de las boletas, los seis candidatos peronistas, presentaron su boleta corta. Acto seguido, la lista que encabezan Julio Ferreyra y Florencia Romero, presentó un amparo ante la Justicia Electoral Nacional, solicitando el "pie de igualdad" para que frente a las seis voluntades expresadas, todas pudieran llevar la boleta larga, con F&F junto a las provinciales. De todos modos, aún hay tiempo para que el PJ de Buenos Aires envíe la autorización que Carolina ya anunció como segura para su patrimonio electoral. Las opiniones en Jujuy están repartidas. El moisesismo descuenta que La Cámpora terminará incluyéndolos con exclusividad. El resto del PJ jujeño sospecha lo mismo, considerando la fuerte movida que la agrupación que lideran Máximo Kirchner y la propia Cristina Elisabet Fernández, han dejado en evidencia en las listas de todo el país. "Teniendo el ejemplo más intenso fue haber preferido al intendente de Resistencia, el ultra K Jorge Milton Capitanich, por sobre el propio gobernador chaqueño el peronista Domingo Peppo, cómo no va a ocurrir lo mismo en Jujuy", señalaban ayer. Pero agregaban con una fuerte dosis de realidad y de mala intención: "están demorando porque analizan la imagen negativa de su candidata favorita". La realidad demuestra que eso, para el kirchnerismo, no es motivo de consideración o análisis. Así, que como están las cosas, es posible que finalmente haya una sola boleta larga y en el camino, quedarían los que no se bajen. El exvicegobernador Guillermo Jenefes, ya anunció no estar dispuesto a competir en desigualdad de condiciones. Alberto Matuk, un moderado y dialoguista, Adrián Mendieta también kirchnerista confeso e integrante de la Liga nacional de intendentes que lidera Verónica Magario, Guillermo Sapag alineado con los K y don Julio Ferreyra, el menos K de todos, pero el que junta más votos en Jujuy, siguen en carrera hasta hoy. Y aún con sus diferencias, todos manifestaron su apoyo a la fórmula nacional que armó Cristina, porque quien más quien menos en el PJ, el objetivo de todos es desalojar al PRO de la Casa Rosada. El caso es que nada de lo que pasa en el peronismo de Jujuy, se presenta para hacerle fácil la decisión y el acompañamiento a los miles de afiliados y simpatizantes peronistas jujeños, que a pesar de los vientos en contra, siguen convencidos de que "Jujuy es peronista".Y siempre esperanzados en un trabajo antigrieta, aparecen también en Jujuy los lavagnistas. Exmassistas, devenidos en tropa del Consenso Federal de Lavagna y Urtubey, Alejandro Snopek y Ana Alarcón, trabajan esperando que ese trabajo rinda sus frutos, y sumado al desconcierto y al sectarismo indisimulable que imponen los jerarcas krichneristas desde Buenos Aires y arrastra a los peronistas locales, más las dificultades de origen que en el proyecto macrista no pueden disipar todavía los brotes verdes y una macroeconomía que comienza a mostrarse saludable, se componga un combo que admita un tercero en la carrera. Aparece difícil. Pero nada hace suponer que lo difícil no se vuelva realidad en este escenario donde la única certeza es la incertidumbre. Un intríngulis para el votante.