¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

16°
18 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Cuarta asamblea prelaticia

En una entrevista con el obispo Pedro Olmedo hablamos de la actualidad de la iglesia y su futuro en la Prelatura.

Martes, 09 de julio de 2019 01:02

Pedro Olmedo, obispo de la Prelatura de Humahuaca, se sienta tras el pesado escritorio de madera y empezamos a conversar, lejos de cualquier acartonamiento. Nos empieza por contar que "vamos a realizar la cuarta Asamblea Prelaticia, que es un Sínodo, pero nosotros lo llamamos así porque es una palabrita más humilde. Eso lo convoca el obispo a toda la iglesia, a toda la Prelatura".

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Pedro Olmedo, obispo de la Prelatura de Humahuaca, se sienta tras el pesado escritorio de madera y empezamos a conversar, lejos de cualquier acartonamiento. Nos empieza por contar que "vamos a realizar la cuarta Asamblea Prelaticia, que es un Sínodo, pero nosotros lo llamamos así porque es una palabrita más humilde. Eso lo convoca el obispo a toda la iglesia, a toda la Prelatura".

Recordó que "el último fue en el 96, pero para acá ha cambiado mucho el escenario, entonces ya estábamos viendo que teníamos que reunirnos. Se ha convocado hace un año, desde cuando se viene trabajando en las comunidades. Ha participado mucho la gente, los zonales de las parroquias, los jóvenes, los chicos, y ha tenido tres etapas".

Dijo que "primero hemos tenido una reunión en Yavi, donde invitamos a gente que vivió la Prelatura desde el principio para hacer una memoria histórica pero no para tener una añoranza, sino para reavivar un poquito a generaciones que ya son nuevas. Trajimos también alguna gente que nos dieron un pantallazo de la realidad social, económica, para enfocarnos".

Después de ello contó que "se realizó un trabajo por todas las comunidades, los animadores de todas las parroquias, los catequistas, los jóvenes, los niños, los promotores, las organizaciones de Promoción Humana, Pastoral Social, Desocupados, y desde ahí se hizo un estudio de la realidad, y hubo una segunda etapa que la empezamos en marzo, donde se volcó el diagnóstico surgido de ese trabajito".

Entonces "surgió el momento de hacer propuestas, tirar ideas de cómo responder a esas realidades, cuales son las preferencias, que es lo que vamos a hacer el fin de semana que viene, 12, 13 y 14 de julio, acá en Humahuaca, donde se trabajará por grupo para elegir las preferencias y las líneas que se van a marcar para los próximos años".

OFICIO DE UNA MISA / EL OBISPO PEDRO OLMEDO Y UN GRUPO DE NIÑOS.

Informó que "no hay un tiempo pautado que deba haber entre una asamblea y otra, es cuando se crea conveniente y ya se venía pidiendo desde hace rato, porque el cambio de la población de las zonas rurales a las zonas urbanas ha sido muy grande, el aumento de las posibilidades de estudio de la gente, y eso ha cambiado mucho el mapa de la población".

Recordó que "antes, el 75% de la gente estaba en zona rural, y ahora es al revés. Hay mayor nivel de educación formal pero también hay asentamientos, desarraigo, la influencia que tienen los medios de comunicación, la tecnología, que todo eso es un desafío para las nuevas generaciones que no se enganchan mucho en la cultura de sus mayores".

Pedro Olmedo dijo que "estuve en las cuatro asambleas. En la primera no estaban más que los curas, las monjas y el obispo, allá en el setenta y tantos, pero después ya hubo más participación. Es una de las riquezas más grandes que tiene la Prelatura. Hoy el papa habla mucho de participación, que no tanto clericalismo, del protagonismo de los laicos, del tema de inculturar la liturgia, del compromiso con las realidades sociales, todas esas cositas que venimos haciendo hace años ya".

Agregó que "por eso hablamos, al referirnos a la Prelatura, de cincuenta años de una iglesia evangelizada por los pobres. Acá la evangelización ha entrado por Lima, por Alto Perú, pero la gente se han inventado la forma de recibir el Evangelio, de celebrarlo y de transmitirlo. Todo lo que es la religiosidad popular, y la Prelatura trabajó mucho en la formación del laicado, por las realidades temporales, la cultura, que es pan casero con nosotros".

Subrayó que "lo que más ha crecido en la Prelatura es el protagonismo de la mujer. Al principio los animadores eran mayores y varones, y empezamos con la participación de la mujer en Oclade, la capacitación de promotoras, animadoras, y hoy día en las comunidades ves mucho su protagonismo. Es que la generación de los claretianos que vinimos, es la generación del Concilio Vaticano II, que es algo que está en pañales en muchos sitios".

Dijo que "veníamos con ese espíritu y con todo el espíritu misionero. Entonces chocaba mucho incluso con la misma gente y con el resto de la iglesia, pero hoy día es algo en lo que insiste el papa. Es que el centro de la iglesia ha cambiado mucho con la presencia de Bergoglio, antes era todo muy digitado desde arriba, pero en los últimos Sínodos que ha hecho el papa Francisco, ha habido una consulta muy amplia con mucha participación y respeto a las propuestas".

Agregó que "esto no es más que el Concilio, Medellín, Puebla, con documentos preciosos que no calaron muy hondo en muchas partes, pero que a nosotros nos marcó. Recientemente estuve en lo que se llama la visita Ad Limine, que todas las iglesias del mundo tienen que hacer periódicamente al Vaticano. Éramos alrededor de cuarenta del NOA, Centro Cuyo y Patagonia".

Relató que "hay un encuentro con el papa, que ha sido de casi tres horas a circulo abierto, sin protocolo, sin esquemas, un tira y dale con mucha naturalidad. Y después visitamos los discasterios, que son como los ministerios, que antes era muy centralizado y de arriba para abajo, pero ha cambiado el clima tremendamente, mucho más acogedor, mucho más sencillo".

Aprovechó para preguntarle al papa "cuándo va a venir, que la gente lo quiere ver. Hasta ahora no se pudo porque tenía que cubrir otras prioridades, una agenda muy cargada, pero me dijo que ya le pueden adelantar a la gente que el año que viene voy a ir. Ya vamos a tener una fecha".

Jubilación y cambios 

Pedro Olmedo respondió que “a los setenta y cinco años, por norma del Derecho Canónico, tenemos que pedir la jubilación. El año pasado hemos estado charlando con Francisco del tema, y le dije que teníamos que ir poniendo a alguien. Hicimos un proceso de mucha consulta a la gente, con una cartita personal pidiéndoles que nos dijeran cómo tenía que ser el obispo para la zona, si tenían algún nombre, y me parecía prudente que lo fueran conociendo para que se vayan acostumbrando. La jubilación me la aceptarán tarde o temprano, eso yo no sé. Pero, en principio, yo me quedaría por acá. Yo vivo el presente, pero el presente que vivo ahora es que si puedo ser útil, echar una mano donde haga falta, pero no ya con la responsabilidad de conducir la Prelatura”. 
Concluyó respondiéndonos que la iglesia “tiene que ver mucho con la conducción, pero no sólo mía sino del grupo de misioneros que hemos estado acá estos años. Ese estilo de iglesia que queríamos hacer, y que no es que hayamos inventado la pólvora, al principio con incomprensiones, sobre todo cuando tocás el campo de la dimensión social, humana, porque no entraba que los curas nos teníamos que meter en eso. Muchos dolores de cabeza nos han dado, pero creo que hemos contribuido a muchos cambios sociales en la zona, y eso no gusta a mucha gente”.