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18 de Abril,  Jujuy, Argentina
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Una mujer adicta tiene sometida a toda su familia

Sus hermanos afirmaron que "no es vida" la que llevan ante los permanentes problemas que les causa.

Jueves, 22 de agosto de 2019 01:02

En dos viviendas de la avenida 10 de Junio del barrio Malvinas Argentinas sus habitantes deben vivir enrejados, y aún así sufren agresiones y amenazas por parte de un familiar.

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En dos viviendas de la avenida 10 de Junio del barrio Malvinas Argentinas sus habitantes deben vivir enrejados, y aún así sufren agresiones y amenazas por parte de un familiar.

Gabriela y Carlos Argañaraz afirmaron que "no es vida" la que pasan como consecuencia de tener una hermana que se hace llamar Carla o Gisela, que cuando se acerca a ese barrio "es para delinquir".

Los hermanos acompañados de Romina, la esposa de Carlos, y una vecina (Lidia Laime), indicaron que la adicción destruyó no solo la vida de esta persona sino la de toda una familia y la de los vecinos.

"No tenemos paz jamás", afirmaron al unisono. "Lo peor de todo es que no tenemos quien nos escuche y cada día es peor, no podemos contenerla", y el llanto les gana a las mujeres.

"No sabemos qué hacer, vive presa, y cuando sale es peor, porque debe estar internada en un lugar especializado para tratamientos de adictos", afirmó Gabriela.

"Vivimos entre rejas, nuestros hijos no tienen vida, el fin de semana estuvo aquí y rompió un espejo y nos arrojaba sangre", dijo Carlos.

El tema hoy es que Carla o Gisela como la conocen en el mundillo de la calle, adquirió HIV y su estado físico se deteriora cada día más y más, remarcaron los familiares.

En diálogo con El Tribuno de Jujuy indicaron que "días pasados llegó al barrio y le robó a un abuelo que vive en el lugar su jubilación. El tema es que la Policía la lleva detenida y después la larga y ella sigue haciendo la misma vida".

La familia Argañaraz ya no sabe a quién recurrir, Gabriela acotó que "el doctor Yécora de Salud Mental del Ministerio de Salud de la Provincia es el único que nos dio una mano, pero la Justicia dice que ella se tiene que internar por propia voluntad porque es mayor de edad".

Para los Argañaraz todo es muy difícil ya que la vida de ellos está totalmente alterada por la adicción que sufre su hermana.