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Marcha Evocativa cumple 62 años de realización

Viernes, 23 de agosto de 2019 01:02

Para contar sobre sus inicios apelamos a los archivos, rescatando una entrevista realizada al recordado César Mario Iturbe, un hombre que se evidenciaba siempre orgulloso de su herencia y amor por la tradición gaucha. Fue socio vitalicio y presidente de la Asociación Gaucha Jujeña. A fines de los años '50, mientras estuvo presidiendo la comisión directiva de la entonces llamada Federación Gaucha Jujeña, junto a otros compañeros de la institución, dieron respuesta a una convocatoria para conmemorar el Éxodo Jujeño, considerando la importancia de realizar una Marcha Evocativa. En la entrevista, relataba los pormenores de aquella primera vez en que se llevó a cabo esta representación:

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Para contar sobre sus inicios apelamos a los archivos, rescatando una entrevista realizada al recordado César Mario Iturbe, un hombre que se evidenciaba siempre orgulloso de su herencia y amor por la tradición gaucha. Fue socio vitalicio y presidente de la Asociación Gaucha Jujeña. A fines de los años '50, mientras estuvo presidiendo la comisión directiva de la entonces llamada Federación Gaucha Jujeña, junto a otros compañeros de la institución, dieron respuesta a una convocatoria para conmemorar el Éxodo Jujeño, considerando la importancia de realizar una Marcha Evocativa. En la entrevista, relataba los pormenores de aquella primera vez en que se llevó a cabo esta representación:

"En el año 1957, fui invitado junto a otros miembros de la comisión directiva a una reunión que se realizó en la Municipalidad, convocada por el entonces intendente Horacio Calvo. En la misma también estuvieron presentes jefes del Ejército e instituciones de la Provincia, también estaba el presbítero Germán Mallagray.

La finalidad de la reunión era que aportáramos ideas para conmemorar la Fecha Patria. Esta fue la oportunidad de expresar un gran anhelo, fue así que con mis compañeros presentamos la moción de realizar una Marcha Evocativa con autenticidad histórica.

Los presentes asumimos la responsabilidad de organizar la ardua tarea, buscamos los elementos que compondrían la movilización. Conseguimos carros que fueron transformados en carretas, dichas operaciones se realizaban en las márgenes del Xibi-Xibi, donde se mojaban los cueros y las cañas, las que habían sido provistas por La Mendieta.

En las primeras carretas viajaban mujeres, ancianos y niños. En las otras iban soldados heridos y toda la mercancía y enseres, simulando la carga que debieron llevar los campesinos de aquella época para afrontar la tan larga travesía. La vestimenta fue encomendada a cada centro gaucho, se pretendía reproducir la época. Participaron mujeres que cargaban a sus espaldas víveres, una guagua, o cuanto "podrían necesitar". Incluso había niños que llevaban sus mascotas, chivos o gallinas, todos participaban con la seriedad que significaba este acto.

Quienes vivieron esos instantes, tanto los que participaron como los que vieron el pasaje de las carretas y gente vestida de época, no pudieron contener las lágrimas, rememorando al Éxodo Jujeño.

Al paso de nuestra caravana, ante la multitud que nos aplaudía, nos sentíamos orgullosos de gestar y formar parte de un homenaje sin igual en memoria de los héroes anónimos de la gesta de aquel 23 de agosto de 1812, en que muchas familias, sobre todo gauchos, sacrificaron el esfuerzo y fruto de toda su vida por el bien de una Nación, la Independencia de la Patria. A través de este recuerdo, queremos honrar, además, la memoria de quienes estuvieron participando de aquella primera marcha evocativa, en especial a los que ya no están entre nosotros. A todos ellos nuestro agradecimiento por haber dado inicio a un acto que hoy cumple 62 años de realización y que anhelamos tenga continuación en las generaciones venideras.