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26 de Abril,  Jujuy, Argentina
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Regreso del heróico pueblo jujeño con su General después del Éxodo

Viernes, 23 de agosto de 2019 01:02

Que más se puede decir sobre el Éxodo Jujeño que no se haya dicho, solo nos resta destacar el sacrificio de todo el pueblo de Jujuy y que todo el pueblo inicio un recorrido en la defensa de la patria chica y nuestra patria grande, en donde los jujeños lo dieron todo y se jugaron por enteros en cientos de patriadas durante la Guerra Gaucha para que la Argentina fuera una nación libre e independiente. El Éxodo, nuestro Éxodo fue un punto de partida iniciado por Belgrano cuando estableció el Cuartel General del Ejercito del Norte en Jujuy y estableció la maestranza en donde la aldea de la época colonial se transformó en una factoría patriota en donde se fabricaban y reparaban armas para el ejército, se arreglaban la impedimenta, los aperos, sillas, se confeccionaban y arreglaban uniformes y hasta se fabricaban cañones para el ejército en dos hornos de fundición que se establecieron en la ciudad (posiblemente en cercanías del río chico, nuestro Xibi-Xibi). Que decir además de la bendición y primera Jura de nuestra enseña patria, la que al decir del propio Belgrano mientras la mostraba al Pueblo y la tropa en nuestra plaza de armas (hoy Plaza Belgrano) en donde el pueblo la juro en forma espontanea diciendo "Nuestra sangre por esa Bandera!". (Proclama del Gral. Belgrano el 25 de mayo de 1812 adjunta a su carta del 29 de Mayo de 1812, dirigida al Primer Triunvirato)

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Que más se puede decir sobre el Éxodo Jujeño que no se haya dicho, solo nos resta destacar el sacrificio de todo el pueblo de Jujuy y que todo el pueblo inicio un recorrido en la defensa de la patria chica y nuestra patria grande, en donde los jujeños lo dieron todo y se jugaron por enteros en cientos de patriadas durante la Guerra Gaucha para que la Argentina fuera una nación libre e independiente. El Éxodo, nuestro Éxodo fue un punto de partida iniciado por Belgrano cuando estableció el Cuartel General del Ejercito del Norte en Jujuy y estableció la maestranza en donde la aldea de la época colonial se transformó en una factoría patriota en donde se fabricaban y reparaban armas para el ejército, se arreglaban la impedimenta, los aperos, sillas, se confeccionaban y arreglaban uniformes y hasta se fabricaban cañones para el ejército en dos hornos de fundición que se establecieron en la ciudad (posiblemente en cercanías del río chico, nuestro Xibi-Xibi). Que decir además de la bendición y primera Jura de nuestra enseña patria, la que al decir del propio Belgrano mientras la mostraba al Pueblo y la tropa en nuestra plaza de armas (hoy Plaza Belgrano) en donde el pueblo la juro en forma espontanea diciendo "Nuestra sangre por esa Bandera!". (Proclama del Gral. Belgrano el 25 de mayo de 1812 adjunta a su carta del 29 de Mayo de 1812, dirigida al Primer Triunvirato)

"Soldados, hijos dignos de la patria, camaradas míos: (...) el 25 de mayo será para siempre memorable en los anales de nuestra historia, y vosotros tendréis un motivo más dé recordarlo, cuando, en él por primera vez, veis la bandera nacional en mis manos, que ya os distingue de las demás naciones del globo, sin embargo de los esfuerzos que han hecho los enemigos de la sagrada causa que defendemos, para echarnos cadenas aun más pesadas que las que cargabais (...) no olvidéis jamás que nuestra obra es de Dios, que él nos ha concedido esta bandera, que nos manda que la sostengamos, y que no hay una sola cosa que no nos empeñe á mantenerla con el honor y decoro que le corresponde. Nuestros padres, nuestros hermanos, nuestros hijos, nuestros conciudadanos, todos, todos, fijan en vosotros la vista y deciden que á vosotros es á quienes corresponderá todo su reconocimiento, si continuáis en el camino de la gloria que os habéis abierto. Jurad conmigo ejecutarlo así, y en prueba de ello repetid: Viva la patria!".

ÉXODO JUJEÑO / DESTACA EL SACRIFICIO DEL PUEBLO JUJEÑO EN DEFENSA DE LA PATRIA.

Antes de salir de la ciudad y siendo el ultimo en retirarse junto al Canonigo Gorriti y sus oficiales a la medianoche del día 23 de Agosto y mientras se sentían el ruido de las descargas de fusilería en la entrad a la ciudad por el norte en la Tablada (actual parque San Martín) en donde Díaz Vélez retasaba el avance de la vanguardia realista nuestro general se tomo el tiempo para trazar una línea en el libro de actas capitulares que quedo en el cabildo y escribió: "Aquí comienza el Cabildo del Tiempo de los Tiranos Manuel Belgrano".

En plena retirada del pueblo jujeño, el triunfo de las Piedras puso de manifiesto lo que un pueblo decidido puede lograr cuando tiene un verdadero liderazgo y en este caso Belgrano era el General de su Pueblo, precisamente fueron los "Decididos de la Patria" (batallón formado en Jujuy por jóvenes entre los 16 y 25 años) los que se destacaron en el combate en que se capturo a uno de los principales jefes del ejército de Tristán el coronel Agustín Huici.

Sabiendo del apoyo incondicional de su pueblo, que así se lo demostraba, "Nuestro General" decide enfrentar a Pío Tristán y obtiene el triunfo de Tucumán, obligando al enemigo a retirarse el 24 de septiembre de 1812.

Intento de Recuperar Jujuy.

El 9 de octubre de 1812 las calles de Jujuy fueron el escenario de un intento por recuperar la ciudad por parte de las fuerzas patriotas. Luego de la victoria de Tucumán, una unidad de Húsares y Dragones, compuesta por 80 hombres de la división de Vanguardia del Ejercito del Norte, al mando del capitán Cornelio Zelaya realizo el intento de reconquistar la ciudad de Jujuy y apoderarse de un convoy de dinero y caudales en metálico que los informantes habían avisado que se encontraba en la ciudad. Tratando de sorprender a los realistas mandados por el Comandante Socasa se inició el asalto a la ciudad por la mañana, el Capitán Eustaquio Moldes al mando de un grupo de veinte hombres recibió órdenes de tomar posiciones en dos puntos altos de la ciudad que dominaban las trincheras enemigas; la que estaba a cargo del Teniente Toribio Reyes debía ocupar uno de los tejados de la cuadra que estaba más arriba de donde estaba la trinchera (próxima al Cabildo)y la que dirigía el Capitán Moldes debía ubicarse por los balcones de la casa de la familia Gorriti (actual esquina de San Martín y Sarmiento), iniciándose el intercambio de fuego al mediodía. Tras una hora de fuego y ante la falta de municiones, Zelaya ordeno a Moldes que se retire y ataco la ciudad por tres puntos; el capitán Antonino Rodríguez entró con 10 hombres por la calle de atrás de la catedral; el capitán Eustaquio Moldes con igual número por la de San Francisco también llamada calle Real (actual esquina de Belgrano y Sarmiento), y Zelaya con el teniente Toribio Reyes, por el frente de la trinchera que daba a la plaza. El asalto se efectuó sin orden y a puro coraje, la columna que estaba a cargo de Moldes cargo contra la segunda línea de trincheras realistas logrando que estos se replegaran a una segunda línea, a la que no pudo desalojar, quedando los patriotas bajo el fuego cruzado de esa posición y las azoteas que dominaban la plaza desde donde se le arrojaban piedras y tejas. En esta acción Moldes fue herido de gravedad al igual que tres de sus hombres. Ante el número cada vez mayor de bajas (18 entre muertos heridos) y el conocimiento de la cercanía de refuerzos enviadas para el Gral. Tristán por Goyeneche, que estaban al mando del Mayor Gral. Miguel Tacón, Zelaya ordeno la retirada. Si tenemos en cuenta que la falta de parque (contaban sólo con tres cartuchos por hombre), las bajas patriotas y el peligro de ser capturados, frente al rechazo realista de rendir la plaza y a pesar de los informes de que los realista contaban como 40 bajas entre muertos y heridos la decisión de retirarse fue acertada. El Capitán Eustaquio Moldes quedó como prisionero y como resultado de sus heridas perdió el brazo derecho y recobro su libertad en enero de 1813, se reincorporó al ejército y fue promovido el 25 de mayo al grado de teniente coronel. Pese a no poder tomarla plaza el capitán Zelaya logro obtener 200 animales entre caballos y mulas dando un duro golpe a la guarnición que defendía Jujuy.

Como consecuencia de la Batalla de Salta, los realistas se enteraron de la capitulación de Pío Tristán, tras el triunfo de Castañares,frente a esto la ciudad fue abandonada por las tropas que la ocupaban el 22 de febrero de 1813. El mayor Gral. Tacón ordeno el repliegue de los realistas hacia el norte llevándose lo que las tropas pudieran. En el cabildo de Jujuy se reemplazo a Pico por el Comandante José Bolaños en la Tenencia de Gobierno.