La comida estuvo a cargo de distintos centros vecinales, que distribuidos a los largo de una gigante carpa ofrecieron variados platos tradicionales, desde empanadas hasta chicharrón de cerdo.
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La comida estuvo a cargo de distintos centros vecinales, que distribuidos a los largo de una gigante carpa ofrecieron variados platos tradicionales, desde empanadas hasta chicharrón de cerdo.
La docena de empanadas costaba $230, los tamales $50 cada uno y la gran variedad de platos regionales 250 pesos.
Hubo gran variedad de platos, aunque las empanadas y tamales fueron los elegidos por las familias en esta edición.
Aníbal Contreras, encargado de un puesto, dijo a El Tribuno de Jujuy que "el pueblo jujeño vino con el entusiasmo de todos los años", y resaltó que "la jornada del jueves fue multitudinaria, nos quedamos sin mercadería".
Agregó que "el público jujeño toma este evento como un momento de reencuentro con sus raíces, con su comida, con la música y lo disfruta", dijo Contreras.
El comerciante se refirió a las ventas y resaltó que "se sintió un poco la crisis, no somos ajenos a la economía de la provincia, pero los jujeños nos damos los gustos y manejamos la economía de manera tal que podamos disfrutar de esta fecha". Y remarcó que "a los jujeños nos gusta comer y tomar bien".
A su vez, Irma Ortíz, encargada de otro puesto, dijo que "el balance es positivo, en estos tiempos que están difíciles las cosas para todos", y agregó que "trabajamos con mucho sacrificio, pero contentos de haber participado".
Ortíz apuntó también que "la familia disfrutó mucho de la feria" y que "vinieron muchos turistas, que consultaban sobre la elaboración de muchas comidas que no conocían".
Resaltó que sus especialidades son "los tamales y las humitas, pero esta vez nos animamos a la cabeza guateada, que solo la preparamos para ocasiones especiales, y se vendió muy bien".
En contraposición, Asunción Arguello, campeona del Festival de la Empanada Jujeña, dijo que "es la primera vez que participo, lamentablemente para mí no fue un buen desempeño, la experiencia no es buena porque parece que estamos pasando una situación bastante difícil en la provincia que se vio reflejada en las ventas, no hay plata".
Analizó que "la gente viene, compra dos o tres empanaditas y una gaseosa chiquita, no es como antes que se sentaba y se pedía sus buenos platos".