La inseguridad en la parada de colectivos existente en la intersección de la avenida San Pedro y la colectora que corre paralela a la ruta nacional 66, en la ciudad de Palpalá, es tal que crece el temor entre quienes la utilizan para tomar los colectivos de línea que llevan pasajeros a San Salvador de Jujuy, en el servicio por "autopista", servicio que brindan las dos empresas de transporte de la ciudad siderúrgica.
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La inseguridad en la parada de colectivos existente en la intersección de la avenida San Pedro y la colectora que corre paralela a la ruta nacional 66, en la ciudad de Palpalá, es tal que crece el temor entre quienes la utilizan para tomar los colectivos de línea que llevan pasajeros a San Salvador de Jujuy, en el servicio por "autopista", servicio que brindan las dos empresas de transporte de la ciudad siderúrgica.
Además de ser escenario propicio para todo tipo de delito, en la colectora se producen frecuentes incidentes viales.
La escasa iluminación en el lugar y la necesidad de usar esa única parada para quienes viven en los barrios aledaños como Ejército Argentino, General Savio y La Merced, lleva a que muchas veces las mujeres o jóvenes tengan que ser acompañadas por familiares a raíz de los constantes robos que se producen en el lugar, entre otros episodios violentos de los que son víctimas muchas veces mujeres, familias y estudiantes que necesitan trasladarse a la capital jujeña por trabajo o estudio.
La parada de colectivos en el lugar está descubierta y sin luz, el escaso alumbrado público no es óptimo, por lo que los reclamos de los vecinos y especialmente de los usuarios del mencionado transporte, siguen siendo moneda corriente en esa zona neurálgica, en toda época del año.
Cabe destacar que la pasarela que cruza la colectora de ruta 66 y que conecta esta parada con otros sectores de la ciudad de Palpalá no se encuentra en condiciones de ser transitada, según dijeron, ya que no cuenta con la iluminación necesaria ni una mínima vigilancia policial para suplir esta falta.
Por eso quienes llegan a la parada en horas de la noche especialmente, deben cruzar, con el peligro consecuente, una ruta colectora en la que los vehículos circulan a altas velocidades. Si no toman el riesgo de ser atropellados, quedan a merced de malvivientes que aprovechan la situación de desprotección en la que están estudiantes, familias y mujeres para apropiarse de sus pertenencias o bien, en el peor de los casos, ser víctimas de la violencia que ejercen algunos de ellos para lograr sus propósitos delictivos.
El tema viene siendo planteado desde hace tiempo. Sin embargo las respuestas fueron nulas por parte del municipio local, pese a que los reclamos reflejan los peligros a los que se encuentran expuestos los ciudadanos que transitan por ese lugar a cualquier hora del día, arriesgando hasta su propia integridad física, según dijeron.
Vecinos del lugar señalaron que muchos padres concurren al lugar con palos o elementos contundentes a fin de defender a sus hijas que muchas veces regresan de la facultad y se sienten indefensas en el lugar.
Los pedidos de iluminación y vigilancia policial fueron múltiples, pero nada logró que la solución llegara a concretarse, razón por la cual los pobladores se ven obligados a adoptar su propio resguardo, aunque muchas veces esto no sea la mejor opción para estos casos.
Los vecinos palpaleños pidieron que si no es posible una vigilancia policial permanente, por lo menos que se realicen patrullajes.