Con gran pesar, la comunidad sampedreña despidió la tarde del martes, los restos del reconocido y querido locutor Carlos "Charqui" García, quien falleció el lunes, a la edad de 66 años.
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Con gran pesar, la comunidad sampedreña despidió la tarde del martes, los restos del reconocido y querido locutor Carlos "Charqui" García, quien falleció el lunes, a la edad de 66 años.
Este agosto florecido de lapachos marcó la última página del libro de su vida y el viento Norte calló la voz del pájaro mañanero, que por tres décadas, anunció con fe, alegría y esperanza la llegada de un nuevo día desde la emisora radial. La noticia del deceso sorprendió a todos, por cuanto se supo que había salido bien de una intervención quirúrgica a la que fue sometido, por lo que nadie esperaba este triste desenlace. Apenas se confirmó el fallecimiento, fueron numerosas las muestras de afecto, de condolencias, tanto de los colegas de los medios como de las familias que llegaron a darle el último adiós.
Si bien las radios en las que trabajó y en la que trabajaba actualmente, cedieron el espacio para que la gente del departamento pudiera expresarse, se recepcionaron durante toda la jornada llamados desde distintos puntos de la provincia y del país, donde cada amigo pudo relatar experiencias y anécdotas vividas junto al locutor, animador y cantante de orquestas.
"Compartimos muchos años en radio San Pedro, en radio Municipal ahora en este último tiempo y es muy difícil expresar lo que se siente, porque el dolor embarga el alma. Siempre estaba atento cada vez que se necesitaba de una colaboración, siempre estaba ayudando. Se va físicamente uno de los máximos exponentes, quizá de esta generación, pero va a quedar ese legado tan importante, que deja como un camino a seguir a la nueva generación de trabajadores de los medios de comunicación. Descansa en paz amigo", fueron los conceptos pronunciados por el locutor y conductor Raúl Morejón.
Luego sumó su mensaje Carlos Moya, quien mantuvo una estrecha amistad con Carlos García. "Hoy veo la tristeza de la gente pero sé que vos nos estás pidiendo que te recordemos con una sonrisa. A sus hijos, les digo que se sientan orgullosos del padre que tuvieron, un hombre despojado de toda maldad, siempre dispuesto a dar una mano y a ayudar al prójimo. Seguramente, al cielo lo tiene muy ganado. Les pido que siempre lo recordemos como un gran hombre, con un corazón inmenso y que siempre pensó en ayudar a los demás despojándose de sus propias necesidades", dijo Moya.
Cerró este homenaje su hija Carla García, quien agradeció a la comunidad por el acompañamiento y el afecto, "entre ayer y hoy, hemos recibido tanto, todo lo que el papá les ha dado, ustedes nos lo dieron a nosotros, saludándolo, llorándolo a la par nuestra. Este dolor es inexplicable, pero quiero que sepan que el papá va a estar siempre entre nosotros, y este dolor vamos a afrontarlo juntos. Hasta siempre, mi papito, mi hincha de River, mi ídolo, mi héroe", dijo la joven. Luego con un efusivo aplauso y lágrimas en los ojos, todos despidieron al querido locutor.
Destellos de su vida
Carlos Orlando García, nació el 11 de julio de 1953 en La Esperanza. Siendo niño, su familia se afincó definitivamente en barrio Belgrano de esta ciudad, sector donde, por aquellos años, enviaron a los jubilados del ingenio. Cursó sus estudios primarios en la escuela Nº 2 "Domingo Teófilo Pérez" y en la Nº 203 "SS Juan XXIII" y el secundario en la Normal "José de San Martín". Fue su amigo Carlos "Ñato" Moya, quien viéndolo tan flaco, le puso el apodo de "Charqui".
Su amor por el canto se manifestó en su niñez, cuando sus padres solían llevarlo a una iglesia evangélica. Cuando su padre murió, su hermana menor tenía cuatro años, por lo que al ser el mayor, asumió la responsabilidad de ayudar a la familia. De aquella necesidad, surgía por aquel entonces, un nuevo cantante que haría las delicias, particularmente en su público femenino y recorrió numerosos escenarios con distintas orquestas cantando música romántica. En numerosos escenarios compartió su arte, su talento, con orquestas tales como Los Súper spaciales, Mario y su Agrupación Beat, Grupo 72, Los Jockey, Los Marineros, entre otros.
Pero su amor por la radio, le ganó el corazón, relataba que por los años 60, su pare reparaba las viejas radios y se sentía atraído por las emisoras AM, y solía quedarse hasta entrada la noche, cuando lograba sintonizar radios de Buenos Aires y Chile. Cuando inició su transmisión LW8 de San Salvador de Jujuy, fue admirador del locutor Hugo Conde, con su programa "Hola, Buen Día!", se consideró siempre su discípulo y soñaba alguna vez seguir sus pasos. Ingresó a trabajar a Municipalidad, prestando servicio por 14 años aproximadamente. A los 35, la vida le dio la oportunidad de concretar su más preciado sueño, el de hacer radio. Así arrancó con su programa "Tempranísimo", donde el formato era parecido al de Hugo Conde, pero con las voces de otros animalitos y el saludo muy particular a los niños y maestros con "La mochila azul". Al mismo tiempo sacaba al aire en horas de la tarde su programa "Éxitos del recuerdo" y ambas emisiones, cosecharon una gran audiencia, y supo ganarse el afecto y respeto de la gente, que a diario, de lunes a domingo, lo escuchaba en la radio.
Trabajó en Cable Audio Visión, cuando se hacía la transmisión experimental de los primeros programas. En el noticiero con Ernesto Vitori y Marité, estaba a cargo de la parte deportiva, llegando incluso a relatar partidos de fútbol.