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Sector textil con capacidad ociosa del 58 por ciento

Lunes, 23 de septiembre de 2019 23:34

Según Alicia Hernández, gerente de la Cámara de la Industria de la Indumentaria Argentina, en los últimos cuatro años el sector siempre estuvo en caída. Planteó que actualmente la capacidad ociosa del sector alcanza un 58%; el consumo está deprimido, la ropa aumentó un 43%, se incrementó la informalidad laboral, hubo cierres y otros en concurso de acreedores.

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Según Alicia Hernández, gerente de la Cámara de la Industria de la Indumentaria Argentina, en los últimos cuatro años el sector siempre estuvo en caída. Planteó que actualmente la capacidad ociosa del sector alcanza un 58%; el consumo está deprimido, la ropa aumentó un 43%, se incrementó la informalidad laboral, hubo cierres y otros en concurso de acreedores.

"Estamos en este momento con una capacidad ociosa muy importante cercana al 58%, lo cual hace que la mayoría de nuestras empresas estén trabajando con niveles muy bajos de su capacidad instalada en lo que hace a textil y confección de empresas que tienen plantas", precisó Hernández. Es que aseguró que uno de los factores clave es que está "estructuralmente deprimido el consumo", más allá de los aumentos de energía e interés bancario.

Explicó que el sector tiene una fuerte informalidad laboral producto de que la parte de confección que representa la Cámara se hace en talleres familiares, muchos de los cuales funcionan en Capital Federal y Gran Buenos Aires, en viviendas precarias, una situación que se agudizó en los últimos años.

Entonces sostuvo que cuanto baja el consumo y es difícil vender, las empresas buscan una confección más barata con lo cual se va informalizando a los trabajadores, con una caída de la mano de obra registrada, y los sindicatos que los representan van perdiendo afiliados. Son estos trabajadores quienes se pasan al mercado informal o a changas.

ALICIA HERNÁNDEZ

"Esto es consecuencia de la baja en el consumo, se produce por la fuerte caída del salario que nos afecta muchísimo. Lo último que se deja de consumir es alimentos, pero la ropa es prescindible", puntualizó.

Por otro lado, se enfrentan con una tasa de interés alta que no se permite financiar el consumo. Explicó que se habían suprimido planes de financiación como el "Ahora 12" de pago pero que fue restituido por el Gobierno en el último semestre, con tasas que subsidian con un sistema de compensación con bancos, pero las empresas deben pagar intereses muy altos. Por ello es que dijo que muchas tiendas multimarcas terminan cortando esa financiación al no poderlas sostener.

"La tasa de interés afecta para el capital de trabajo de los que producen ropa, textiles y demás. Pero afecta también desde el lado del consumo por el alto costo que tienen las tarjetas para las empresas, y si un consumidor se atrasa son muy altas las tasas que les cobra el banco y tarjetas para refinanciar", precisó y es que están a un 110 a 120% anual. Entonces la gente que se cuida de usar la tarjeta afecta al sector.

A eso se suma que hay mucha incertidumbre por el precio de la ropa que aumentó un 43%, que no acompañó a la inflación de un 55%. Explicó, sin embargo, que deben ser cuidadosos con los precios porque si se equivocan se les licua el capital, que no se puede recuperar.

Por otro lado, las empresas textiles que proveen de telas lo hacen sin precios, y se vende al dólar del tipo de cambio de la fecha en que se va a pagar, lo que genera incertidumbre.

Además, explicó que en Buenos Aires hay muchos comercios cerrados del sector, y varias empresas en convocatoria de acreedores.

En tanto, explicó que si bien el Gobierno permitió poder deducir 3.000 pesos adicionales de los que se paga de contribuciones patronales, para que puedan sostenerse, y pese al beneficio la implementación dejó fuera a muchos. Es que explicó que cada agencia de la Afip decide qué tipo de contribuyente es y no lo permite si tiene otra deuda o plan de pago, por lo que el beneficio no fue eficiente. "En realidad lo que se necesita es vender", dijo y aseguró que consumidores del segmento de lujo tampoco compran por temor.

Se perdieron 10.729 asalariados del área

Entre el 4º trimestre de 2015 y el 4º de 2018 (Ministerio de Producción y Trabajo de Nación) el sector perdió 10.729 asalariados.
#149 Las importaciones de ropa cayeron 20 por ciento durante julio de 2019, según información aportada por el Indec.
#149 En junio, las ventas de ropa en shoppings centers habían logrado estabilizarse (+ 0,1 %) comparado con junio de 2018.
#149 Las ventas en comercios minoristas sufrieron una contracción de 6,1% interanual en julio, mes previo a las Paso.

Durante el mes de agosto, el dólar subió 25% motivando nuevas remarcaciones de precios. Según el Relevamiento de Expectativas del Mercado de fines de agosto elaborado por el Banco Central de la República Argentina (Bcra), aportado por la Cámara de la Industria de la Indumentaria que consideró que la carrera de precios y salarios afectó al sector textil porque más del 98% de la ropa fabricada en Argentina se vende en el mercado interno.

En este contexto, las ventas en comercios minoristas sufrieron una contracción de 6,1% interanual en julio, mes previo a las Paso, según el relevamiento de la Came. 
En junio, las ventas de ropa en shoppings centers habían logrado estabilizarse (+ 0,1%) comparado con junio de 2018, aunque seguían cayendo en el canal supermercados (- 10,5%), según información del Indec. En el relevamiento de las primeras semanas de agosto de la confianza del consumidor realizado por la Universidad Di Tella, el indicador había mostrado una suba de 15,5% respecto al mismo mes del año 2018.

Ahora la disminución en las cantidades vendidas tuvo lugar a pesar del esfuerzo realizado por la cadena de valor por no incrementar los precios de la ropa a la par de la inflación. En efecto, el precio de la indumentaria subió 43,8% entre julio de 2018 y julio de 2019, período en el cual la inflación minorista acumuló un aumento de 54,7%, según Indec.
Otra de las consecuencias de la devaluación es el encarecimiento de las prendas importadas, lo que representa un estímulo para la producción nacional. La depreciación del peso argentino tuvo como contrapartida la suba interanual de 12,3% del yuan durante agosto de 2019, encareciendo las prendas importadas desde China (principal origen), según el Bcra. En este contexto, las importaciones de ropa cayeron 20% durante julio de 2019, según información del Indec. En términos de cantidades, las importaciones se contrajeron 22,4% en el mismo período. La diferencia se explica por la suba de 3,1% de los precios promedio de importación, entre julio de 2018 y julio de 2019.

Cabe preguntarse si, en el corto plazo, la devaluación expande o no la producción nacional de prendas. Más allá de la sustitución de importaciones consideran que la historia reciente indica que predomina el efecto negativo del golpe al consumo. A julio, la producción de ropa tuvo una caída interanual de 10,8%, según Indec. Por ello, es probable que en los próximos meses la industria nacional sufra un nuevo golpe. Desde el segundo trimestre de 2016 que la producción nacional de ropa se reduce ininterrumpidamente, quebrando empresas y destruyendo fuentes de trabajo. Entre el cuarto trimestre de 2015 y el cuarto de 2018 (último con información disponible en el Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación), el sector perdió 10.729 asalariados registrados en la seguridad social, lo que representó una caída de 21,7% en la dotación de personal.

Luego de la devaluación de mediados de agosto, hubo caída del Producto Interno Bruto (PIB) de Argentina a 2,5% para todo 2019, desde el 1,5% de la medición de fines de julio del Bcra. Si se confirma este nivel de contracción, el PIB de 2019 será 4,4% menor al nivel de 2015. Analizando en términos per cápita (es decir, considerando el crecimiento de la población argentina), la caída del PIB respecto a 2015 sería aún mayor, de 8,8%, según Indec.
Sobre costos del sector, la energía eléctrica subió 78,2% interanual en la ciudad de Buenos Aires en julio, y la nafta súper acumuló 39,9% de aumento interanual en agosto.