Bajo el lema "Con María, servidores de la esperanza", alrededor de un centenar de seminaristas, provenientes de las arquidiócesis de Tucumán y Salta, de las diócesis de Añatuya, Catamarca, Concepción, Jujuy, Orán y Santiago del Estero y de las prelaturas de Humahuaca y Cafayate, se congregaron durante cuatro días, en la provincia de Tucumán, para vivir el Tercer Encuentro de seminaristas del Noroeste Argentino.
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Bajo el lema "Con María, servidores de la esperanza", alrededor de un centenar de seminaristas, provenientes de las arquidiócesis de Tucumán y Salta, de las diócesis de Añatuya, Catamarca, Concepción, Jujuy, Orán y Santiago del Estero y de las prelaturas de Humahuaca y Cafayate, se congregaron durante cuatro días, en la provincia de Tucumán, para vivir el Tercer Encuentro de seminaristas del Noroeste Argentino.
Diez jóvenes jujeños que se forman en el Seminario Mayor de la Diócesis de Jujuy "Presbítero Pedro Ortiz de Zárate", acompañados por un presbítero formador, marcaron presencia en este importante encuentro, que se desarrolló, durante cuatro días, en el Seminario Mayor "Nuestra Señora de la Merced y San José", ubicado en la ciudad de San Miguel de Tucumán. Cabe destacar que cada seminario llevó la imagen de la patrona de su diócesis, acompañando a la delegación jujeña la imagen de la Virgen del Rosario de Río Blanco y Paypaya. Integraron la misma, del ciclo introductorio Ángel Aguilera y Aníbal Aquino, de la ciudad capital; Ángel Macchi, de San Pedro de Jujuy; Facundo Dalale, de Libertador General San Martín, y Fabián Cruz, perteneciente a la Prelatura de Humahuaca, oriundo de Pumahuasi; del ciclo filosófico Franco Rodríguez, de la ciudad capital; Emanuel Ortega, de San Pedro de Jujuy; Facundo Sánchez y Gonzalo Muñoz, pertenecientes al Instituto Misiones Consolata, nativos de la provincia de Mendoza, y Martín Subelsa, de Monterrico.
Este encuentro se realiza cada dos años y tiene como sede un lugar establecido por la delegación regional del Noroeste Argentino, perteneciente a la Organización de Seminarios de la Argentina (Osar), integrada por formadores de todos los seminarios del país. El mismo permite generar espacios para que los jóvenes puedan compartir en familia, la experiencia diaria de esta opción de vida y su preparación como futuros pastores del pueblo de Dios. Por decisión de los padres formadores pertenecientes al área noroeste de la Organización de Seminarios de la Argentina, la comisión organizadora de la presente edición, estuvo constituida por seminaristas referentes de distintos puntos de la región, quienes hicieron posible este encuentro, planificando horarios, decidiendo temas a abordar en las charlas, entre otros puntos.
Experiencia de vida
"Estamos agradecidos con Dios por habernos regalado la posibilidad de poder compartir con seminaristas de otras provincias, esto nos ayuda a fortalecer y a afianzar más la vocación a la que fuimos llamados. El discernimiento continúa, pero debemos ir formándonos como pastores de la Iglesia, conociendo las distintas realidades, y poniendo siempre el servicio en primer lugar, como lo hizo la Santísima Virgen", expresó el seminarista Emanuel Ortega.
Al compartir detalles de los que fue esta experiencia, indicó que como dinámica de presentación, Jujuy realizó la representación de un misachico, que fueron varias las actividades realizadas, salieron en grupos a misionar por instituciones públicas y eclesiásticas de los diferentes barrios de la capital tucumana y dedicaron un tiempo especial para la recreación, la oración y la formación. "El día sábado participamos de una misión, visitamos el Pequeño Cottolengo "San Luis Orione", el Hospital de Niños "Divino Niño Jesús", el Hogar de Ancianos "San José", la Fazenda de Esperanza "Nuestra Señora de la Merced", el "Hogar de María" de la parroquia Nuestra Señora de Fátima y algunos de los barrios de la jurisdicción de la capilla San Antonio María Claret. Me tocó junto a otro seminarista, visitar la única institución en la región, que se encarga de la atención permanente de las personas con discapacidad. Descubrí una gran riqueza en esas personas que muchas veces, como los pobres y ancianos, son los postergados en esta sociedad. Como Jesús, que se pasó la vida haciendo el bien y sanando dolencias físicas y espirituales, debemos concederles, en nuestras vidas, una especial atención, un acompañamiento constante, es necesario llegar a ser verdaderos servidores y transmisores de esperanza", apuntó Emanuel.
Otra de las actividades importantes fue la peregrinación que se hizo desde el Seminario arquidiocesano hasta la basílica Nuestra Señora de la Merced, patrona de la provincia que acogió los seminaristas del noroeste, "presidiendo la procesión iban las sagradas imágenes patronas de seminarios o de las provincias de donde provenían los seminaristas de la región. Cuando pasamos por el casco céntrico, la gente se acercó a saludar a las imágenes y se sumaban también. Nos detuvimos en clínicas y hospitales, donde se unían a rezar por la salud de los enfermos, en frente a la Casa de Gobierno, donde sin ideologías ni banderas políticas, rogamos a Dios por el bien del país. Al pasar por la iglesia Catedral se escuchó el repicar de las campanas, sumándose las de la basílica, ubicada a una cuadra, donde tuvo lugar la santa misa presidida por el arzobispo de la arquidiócesis de Tucumán, monseñor Carlos Alberto Sánchez, quien alentó a los seminaristas a seguir adelante y a tener como un modelo de cura a Jesús", prosiguió el joven, tras apuntar que el encuentro finalizó con una misa en la capilla mayor del Seminario.