Un 6 de septiembre de 1923, nacía en Colonia Barón, La Pampa, el multidoctor Jobino Pedro Sierra e Iglesias, quien llegaría a ser, con el paso del tiempo, el predilecto hijo adoptivo de Jujuy, que se constituyó en el único médico argentino en ostentar, en todo el continente americano, cinco doctorados, habiendo estudiado, rendido y obtenido el quinto, a los 82 años.
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Un 6 de septiembre de 1923, nacía en Colonia Barón, La Pampa, el multidoctor Jobino Pedro Sierra e Iglesias, quien llegaría a ser, con el paso del tiempo, el predilecto hijo adoptivo de Jujuy, que se constituyó en el único médico argentino en ostentar, en todo el continente americano, cinco doctorados, habiendo estudiado, rendido y obtenido el quinto, a los 82 años.
También dejó para los sampedreños, como preciado legado, importantes obras, meritorio trabajo de investigación que da cuenta de la historia de la Pampa de San Pedro, desde sus orígenes, además de la tesis sobre la verdadera fecha fundacional del pueblo de San Pedro y una exquisita obra, a la que tituló "Un tiempo que se fue", que muestra con documentación histórica y fotografías inéditas, la vida y la obra de los hermanos Leach, libro que fue publicado en español y en inglés.
Esta fue una sola de las facetas, de este bien llamado "héroe contemporáneo", por cuanto fue preponderante su labor como médico, en los hospitales de La Esperanza y de San Pedro de Jujuy, donde llegó a ocupar la dirección de ambos nosocomios, siendo fundador del Servicio de Anestesiología, y marcó un hito en la medicina argentina, al realizar junto al doctor Carlos Claverie, en 1958, la primera intervención quirúrgica al corazón, hecho que mereció el reconocimiento a través de la prensa escrita nacional e internacional, entre ellos, un periódico de Alemania.
El recordado doctor Jobino, dejó huellas grabadas a fuego, huellas imborrables, que nada ni nadie, ni siquiera el mismo tiempo podrá borrar, porque vive en el corazón de todos los que conocieron su grandeza, su generosidad, pues no escatimó horarios ni los recursos de su jubilación, para ofrendar un riquísimo caudal de una historia desconocida por los hijos de esta tierra.
Se hizo merecedor a numerosos premios y reconocimientos, más nada pudo eclipsar la grandeza de su humildad. El pasado mes de julio, se cumplieron diez años de su partida y aún entre las calles, se extraña su serena presencia, impecable y siempre presente en todos los actos, pues no dejaba de asistir a ninguno, particularmente, amaba los realizados en las escuelas, afirmando que allí es donde se debía sembrar, en la tierra fértil del corazón de cada niño.
Amaba entrañablemente a Jujuy, y dejó todo, incluso, hasta el consultorio que sus padres Santiago Sierra Rodríguez y Claudina Filomena e Iglesias, habían preparado en su pueblo natal para el hijo amado, flamante médico cirujano. En 1951, egresó de la Facultad de Medicina de la Universidad de Córdoba, con el título de médico cirujano y al año siguiente fue contratado por la firma Leach para ejercer en el hospital de Calilegua, afincándose definitivamente en la provincia de Jujuy, tierra que adoptó como suya, que amó y a la que dedicó todo su servicio. En 1957, llegó a La Esperanza para trabajar en ese nosocomio, donde ocupó el cargo de director, ejerciendo además en el hospital "Guillermo Páterson", donde ocupó también la dirección y fundó el servicio de anestesiología y se jubiló en 1983, luego de más de tres décadas de labor.
Doctorados
En 1978, obtuvo el título de Doctor en medicina, otorgado por la Universidad Nacional de Tucumán, con su tesis "Vida y obra del doctor Guillermo Cleland Páterson", en 1981, obtuvo el nuevo título de Doctor en Medicina y Cirugía, otorgado por la Universidad Nacional de Córdoba, con una calificación de sobresaliente, con la tesis "Vida y obra de Salvador Mazza".
En 1988, la Universidad Nacional de Buenos Aires, le otorgó el título de Doctor en Medicina por su tesis "Carlos Alberto Alvarado, su contribución a la Medicina Sanitaria Argentina", con una calificación de sobresaliente, en 1995, la Universidad Nacional de Cuyo le otorgó su cuarto doctorado con la tesis "Salvador Mazza, la Mepra de Jujuy y los médicos mendocinos" y en 2005, a la edad de 82 años, la Escuela de Posgrado de la Facultad de Medicina de la Universidad de El Salvador, le otorgó su 5º Doctorado.
Su tesis abordó la epidemia del cólera sufrida por la República Argentina en los años 1886-1887 y su incidencia en las provincias de Salta y Jujuy. Fue aprobado con sobresaliente y recibió las felicitaciones del Tribunal.