Tras meses de mucha organización y una intensa búsqueda de donaciones para que el evento sea el mejor, el grupo "Por Una Sonrisa" viajó hacia Cochinoca para festejar el Día de la Niñez y lo hizo visitando Sausalito y Alfarcito, en donde compartieron una tarde inolvidable con los pequeños del lugar.
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Tras meses de mucha organización y una intensa búsqueda de donaciones para que el evento sea el mejor, el grupo "Por Una Sonrisa" viajó hacia Cochinoca para festejar el Día de la Niñez y lo hizo visitando Sausalito y Alfarcito, en donde compartieron una tarde inolvidable con los pequeños del lugar.
Fue mucho el tiempo que los jóvenes prepararon este viaje y el trabajo que debieron realizar previo al mismo fue intenso ya que tuvieron que vender rifas y realizar diversas colectas.
"Valió la pena tantas horas de viaje, para llegar a ellos. Una hermosa experiencia que quedará guardado en nuestros corazones y en el de ellos, una tarde de juegos, bailes y compartimos una rica chocolatada. Gracias Cochinoca por el cálido recibimiento, gracias a la gente de Sausalito y Alfarcito por el cariño. Gracias a todos los que colaboraron con las rifas, sus donaciones para que todo esto sea posible. Gracias al señor Walter Wilfredo Alancay por trasladarnos y gracias a todos los ‘sonriseros’ por poner su corazón en cada tarea y a nuestras familias por apoyarnos", mencionó, muy agradecida, Marcela Otazo, una de las referentes de la institución.
El encuentro se llevó a cabo el 25 de agosto, "fue un día inolvidable, una de las experiencias más lindas que tuve en mi vida. Viajar a un lugar tan lejos fue muy lindo y allá el recibimiento fue muy cálido. Jugar con los chicos y pasar todo el día con ellos fue algo muy hermoso. Saber que ellos estaban felices nos hizo felices a nosotros porque eso justamente fuimos a buscar", añadió Daniela Reynaga, otra voluntaria.
Siguió diciendo que "son cosas pequeñas que ellos las recibieron de una forma maravillosa. La organización nos costó, fue difícil, pero ver la sonrisa de los chicos nos demostró que todo el esfuerzo valió la pena y más en este momento tan duro por el que está atravesando el país".
Asimismo, remarcó que "mucha gente nos ayudó y eso hizo que lleguemos hasta donde llegamos. Volvimos satisfechos y muy contentos por todo lo que pudimos hacer. Ese pequeño granito de arena sacó sonrisas muy lindas. Y todo el grupo quisimos eso, que los chicos pasen un lindo día disfrutando con sus juguetes y con las golosinas".
Trabajo en equipo
No les fue fácil organizar esta travesía que comenzó por el mes de junio, pero lograron cumplir su objetivo gracias a la unión y compromiso que existe en cada uno de los integrantes del grupo "Por Una Sonrisa". Al respecto, Alejandra Molina dijo que "fue un gran sacrificio y trabajo en equipo, se cumplió esto. Pudimos solventar los gastos gracias a la rifa y el grupo siempre estuvo predispuesto, porque es un grupo muy unido donde todos tiramos para el mismo lado".
Sostuvo también que "fueron muchas horas de viaje que valieron la pena. A la hora de darles el regalo y jugar con ellos vimos una alegría inmensa. Cuando llegamos los padres fueron muy amables con nosotros, nos ayudaron mucho y estuvieron ahí pendientes de lo que necesitábamos".
También llevaron ropa para todas las edades que repartieron entre las familias del lugar.
Los recorridos nocturnos
Otra de las actividades solidarias que realiza el grupo "Por Una Sonrisa" es un recorrido nocturno todos los miércoles por los diferentes lugares de la capital jujeña para buscar a personas en situación de calle llevándoles un plato de comida y una charla amena.
A puro pulmón. Preparan la comida con alimentos que los mismos voluntarios recaudan a través de eventos solidarios.
La institución nació el 3 de enero y desde allí cada lunes piensan en un menú que con la colaboración de dos cocineras preparan los miércoles a las 19 para luego juntarse a las 21 y empezar el recorrido. Todos los ingredientes de esos platos de comida son suministrados por ellos mismos. Ya con unos 60 platos distribuidos en las mochilas y bolsos de cada integrante se dirigen al punto de partida: la exterminal de ómnibus. Desde allí empieza el recorrido. No les importa si hace frío o si llueve, lo único que les importa es llegar a cada rincón de la ciudad en donde alguien los espera para charlar y alimentarse. La próxima parada son los baños públicos de Lavalle e Yrigoyen, luego continúan por la avenida Yrigoyen y sectores aledaños a la exterminal. Terminado ese sector, pasan a la zona céntrica. Las guardias de los hospitales "San Roque" y "Pablo Soria" son las siguientes paradas. De ahí se dirigen al parque San Martín y finalizan el itinerario en el Mercado de Concentración. Distribuyen la comida todos los miércoles, a partir de las 21, cargan en sus mochilas los 90 platos y comienzan a recorrer.
En cada estación visitan a personas que conocen hace poco, pero entablan diálogos de amigos de toda una vida. Cada uno de ellos, con un carácter particular, les muestra de diferente manera su agradecimiento. Y mientras se deleitan con las ricas comidas que los jóvenes preparan les cuentan historias de su juventud o simplemente lo que hicieron en el día.
Trabajo en red
La llegada del invierno y las bajas temperaturas hicieron que este año se forme un grupo de instituciones gubernamentales que trabajan de forma mancomunada paras ayudar a las personas en situación de calle.
Mediante este trabajo articulado buscan brindar la máxima contención que puedan. Satisfactoriamente, este año el frío no se cobró ninguna víctima y mucho tiene que ver esta loable tarea que emprenden estos jóvenes y las demás instituciones jujeñas que trabajan fuertemente para que eso no ocurra.