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GM: un gobernador en modo equilibrista

Lunes, 27 de enero de 2020 01:01

El Gobernador Morales, transita por momentos de alta tensión y de reacomodamiento permanentes. Ya no es el primer mandatario con perfil de fulgurante estrella en el firmamento político nacional, referente principalísimo de la Unión Cívica Radical, y voz relevante de la mesa chica de Cambiemos. Hoy es un gobernador más del puñadito que conserva la oposición, quedó en una de las sillas laterales de la mesa nacional de la UCR hoy conducida por un aguerrido adversario como es el mendocino Alfredo Cornejo. Y en el armado del Frente de Todos, el jujeño no integra las provincias amigas, y en el lote de las opositoras su ubicación tampoco es la mejor. Por estas razones hoy, el GM, es un gobernador que buscará evitar los extremos del quehacer político: tendrá que ser un contrincante diplomático y cuidadoso frente al oficialismo que está todavía en plena formación, y a apelar a toda su intuición y sabiduría para aprovechar las actitudes moderadas del Presidente Fernández y para no seguir irritando al kirchnerismo duro que lo apunta desde que convirtió a Milagro Amalia Ángela Sala de Noro, en su enemiga favorita y presa emblemática para el cristinismo. Y deberá sostener su condición sobresaliente entre los líderes de la oposición, donde siempre abrevará la fuerza para plantarse a reclamar por derechos –y plata- en nombre de todos los jujeños. Por eso, el GM, hoy, es un gobernador en modo equilibrista. Quizás el más obligado de todos a cumplir ese rol. Aparte están las cuestiones domésticas, las que vienen de arrastre estructural aún irresueltas y las nuevas, que en Jujuy como siempre, le quitan el sueño y la calma a cualquier gobernador.

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El Gobernador Morales, transita por momentos de alta tensión y de reacomodamiento permanentes. Ya no es el primer mandatario con perfil de fulgurante estrella en el firmamento político nacional, referente principalísimo de la Unión Cívica Radical, y voz relevante de la mesa chica de Cambiemos. Hoy es un gobernador más del puñadito que conserva la oposición, quedó en una de las sillas laterales de la mesa nacional de la UCR hoy conducida por un aguerrido adversario como es el mendocino Alfredo Cornejo. Y en el armado del Frente de Todos, el jujeño no integra las provincias amigas, y en el lote de las opositoras su ubicación tampoco es la mejor. Por estas razones hoy, el GM, es un gobernador que buscará evitar los extremos del quehacer político: tendrá que ser un contrincante diplomático y cuidadoso frente al oficialismo que está todavía en plena formación, y a apelar a toda su intuición y sabiduría para aprovechar las actitudes moderadas del Presidente Fernández y para no seguir irritando al kirchnerismo duro que lo apunta desde que convirtió a Milagro Amalia Ángela Sala de Noro, en su enemiga favorita y presa emblemática para el cristinismo. Y deberá sostener su condición sobresaliente entre los líderes de la oposición, donde siempre abrevará la fuerza para plantarse a reclamar por derechos –y plata- en nombre de todos los jujeños. Por eso, el GM, hoy, es un gobernador en modo equilibrista. Quizás el más obligado de todos a cumplir ese rol. Aparte están las cuestiones domésticas, las que vienen de arrastre estructural aún irresueltas y las nuevas, que en Jujuy como siempre, le quitan el sueño y la calma a cualquier gobernador.

Los números en rojo delatan que cosas muy bien encaminadas de origen aún no alcanzaron el desarrollo o los rindes soñados. Como el turismo cuyo costado receptivo creció mucho pero aun cuando las estadísticas oficiales abruman todavía no llegó a consolidar el plafón esperado. Tampoco está funcionando el monumental megaproyecto solar, que recién cuando comience a producir y recaudar resolverá muchos problemas económicos y financieros. Sin embargo, el panorama sigue complicado, CAMMESA, la compradora de los megavatios de Cauchari, no tiene recursos para pagar a las generadoras y hoy las tiene al borde del colapso. Los diputados de la UCR ya reaccionaron en defensa –sólo y lógicamente- de los recursos hidrocarburíferos, de sus provincias. La utilización del litio sigue una explotación meramente extractiva -que convierte la materia prima en carbonato de litio. Se ufana de aumentar las toneladas que envía a Japón cada mes, con lo que parece estar sepultando la idea de incorporar el valor agregado en Jujuy a través de fábricas de baterías para la creciente electromovilidad en el mundo. La realidad del mercado mantiene el sueño lejos de los jujeños. Tampoco Chile logró realizarlo y sólo exporta desde el Salar de Atacama. Sólo Bolivia en Uyuni fabrica baterías para celulares y tiene en proceso de instalación dos plantas rusa y alemana en sociedad con el estado para producir y comercializar los acumuladores de alto rendimiento. Y sólo Evo Morales, desde su forzado exilio habló en un acto político en Buenos Aires de la explotación conjunta del “Triángulo del Litio” de los tres países sudamericanos. Utopías de un proyecto común en el que desde cada lado del triángulo los países miran hacia afuera dándose la espalda entre sí. Y Jujuy, con ellos. El biodiesel, tiene a los ingenios azucareros de Jujuy, Ledesma, Rio Grande de La Mendieta y La Esperanza, esperando una buena noticia. Hoy las plantas están paradas o a media máquina. Encenderlas a pleno significaría trabajar a pérdida, porque el último precio fijado en diciembre quedó un 20% por debajo del nivel de equilibrio de los números. El GM hizo una bandera de su pelea por el biodiesel, pero su propio gobierno macrista, redujo los porcentajes de utilización en los combustibles. La feroz incoherencia golpeó a la provincia en un costado sensible de su producción.

Frente a estos problemas, los otros, los de todos los días, parecen menores, y sin embargo, son los que erosionan con mayor visibilidad e impiadosamente la gestión de gobierno. En empresas emblemáticas como Aceros Zapla y el ingenio La Esperanza, los trabajadores atraviesan situaciones graves. Paro en una y obreros en la calle en otra son indicadores peligrosos. La cuestión de la salud, se pudo resolver a medias en las últimas horas. Siete de los ocho colegios del arte de curar aceptaron la propuesta económica del Instituto de Seguros de Jujuy, que no se privó en las conversaciones de culpar al Ministerio de Hacienda por la falta del envío de fondos como si navegasen en barcas diferentes. El Colegio Médico la rechazó y esperará hasta jueves que satisfagan su reclamo. Clínicas y sanatorios mantendrán prestaciones confiando en que el miércoles 29 cobrarán noviembre y que en adelante, se normalizarán los pagos. La palabra del ministro de Hacienda Carlos Sadir, se sostener como prioridades del gobierno sueldos, funcionamiento del estado y del sistema de salud, sonó creíble en negociación. En el sector docente aumenta la tensión. La paritaria nacional se reúne esta semana, pero en Jujuy, los gremios no están dispuestos a olvidarse de una cláusula gatillo a cambio de una promesa de aumentos que superen la inflación. Tampoco los gremios estatales están dispuesto al borrón y cuenta nueva del 50% de poder salarial perdido y a olvidar los $ 4000 de aumento fijo. Con los profesionales del arte de curar el gobierno logró quebrar el frente de estos profesionales para negociar. Tal vez no lo logre con la Intersindical que según el Ministro Agustín Perassi será convocado “cuando la discusión sea relativa a lo salarial”, según explicó a este periodista mediante una interesante nota aclaratoria. No es ilícito que en la negociación una de las partes consiga dividir a la otra para subirse a una posición de fuerza más ventajosa. Es una estrategia política, quizás solamente con algún breve roce con la ética, pero válida a inteligente. El tema está en que los interlocutores acepten el juego.

El combo no da respiro. El GM en el ojo del huracán, es un mandatario al que las horas extras no le alcanzarán para correr de un frente de incendio a otro sin ser políticamente ni agresivo ni obsecuente. Esta semana en el Congreso se tratará la designación del Daniel Rafecas como Procurador General de la Nación. Rafecas fue el juez que sobreseyó a los implicados en la “Causa Banelco”, a Amado Boudou en la estatización de Ciccone Calcográfica y desestimó la denuncia del fiscal Alberto Nisman en contra de la Presidente Cristina Kirchner. También se tratará la ley de “Restauración de la Sostenibilidad de la Deuda Pública”, que el ministro Martín Guzmán necesita para mostrar al mundo un esbozo de plan económico. GM y otros asfixiados por la deuda, claman que se los incluya en artículos que “reperfilen” sus deudas con Nación y obtener respaldo nacional para nueva financiación a tasas razonables. Algunos en Juntos por el Cambio quieren rechazar todo, y como los votos se cuentan de a uno, las miradas se vuelven a los diputados Jorge Rizzotti, Gaby Burgos y Osmar Monaldi (Pro) y a los senadores radicales Mario Raymundo Fiad y Silvia Beatriz Giaccoppo y a las órdenes que emitirá el gobernador jujeño. Si sólo fuese política, sería fácil. Pero se juega la situación económica y social de Jujuy, donde el gobernador ni duerme tranquilo ni baja la guardia. Nada será sencillo en este tiempo para GM, el gran equilibrista.

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